Goldoff
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Puede que alguno todavía no lo sepa, pero uno de los magnates de la industria relojera suiza es español. Y de primera generación, además. Miguel Rodríguez tal vez sea uno de los últimos pioneros que emigraron, primero a Barcelona y después a Suiza desde su Línea de la Concepción natal, para hacer fortuna -y qué fortuna- en el país helvético.
Festina, Lotus, Jaguar, Candino, Kronaby, Calipso... marcas que por sí solas forman un verdadero imperio comercial (15.000 puntos de venta) pero que, seamos sinceros, no impresionan al aficionado medio. ¿Y si yo le dijera que también es propietario de Soprod? ¿Y de MHVJ (Manufacture Horlogère du Vallee de Joux)? El grupo también produce sus propios órganos reguladores, volantes, escapes y las espirales, que son fabricadas por MSE (Manufacture de Spiraux et d'Échappements) con sede en Muriaux, en Franches-Montagnes. Estas manufacturas proveen de calibres y componentes a algunas de las marcas que teóricamente mirarían por encima del hombro a las mencionadas al principio, desde Speake Marin hasta Bell&Ross, pasando por otra que también pertenece a don Miguel: Perrelet.
Es así como Perrelet se ha dotado del nuevo calibre P-331-MH, desarrollado expresamente por Soprod para ella. Los dientes de la rueda de escape tienen un acabado superficial mejorado y la paleta está dotada de rubíes de calidad superior para un mayor rendimiento. Además, el nuevo sistema de lubricación de los inversores permite un rendimiento óptimo del sistema de carga bidireccional. El volante también está equipado con un amortiguador Incabloc® de doble cono que aumenta la protección contra los impactos.
La combinación de estas mejoras mecánicas ha permitido al calibre P-331-MH obtener la certificación Chronofiable® emitida por el Laboratorio Dubois de La Chaux-de-Fonds. Esta certificación evalúa la fiabilidad de funcionamiento de un producto mediante ciclos acelerados de envejecimiento que reproducen de la mejor manera posible las condiciones reales del usuario. El movimiento también ha sido sometido a pruebas de tracción en la tija de la corona, su nivel de resistencia a los golpes accidentales (prueba de caída libre con un impacto violento de hasta 5000G), así como a la exposición a ciclos térmicos con importantes variaciones de temperatura y campos magnéticos. Una vez superadas estas pruebas, el movimiento se somete a las pruebas para conseguir la certificación del cronómetro COSC.
Ahora sólo queda esperar a que el reloj receptor de esta maravilla esté a la altura.
Festina, Lotus, Jaguar, Candino, Kronaby, Calipso... marcas que por sí solas forman un verdadero imperio comercial (15.000 puntos de venta) pero que, seamos sinceros, no impresionan al aficionado medio. ¿Y si yo le dijera que también es propietario de Soprod? ¿Y de MHVJ (Manufacture Horlogère du Vallee de Joux)? El grupo también produce sus propios órganos reguladores, volantes, escapes y las espirales, que son fabricadas por MSE (Manufacture de Spiraux et d'Échappements) con sede en Muriaux, en Franches-Montagnes. Estas manufacturas proveen de calibres y componentes a algunas de las marcas que teóricamente mirarían por encima del hombro a las mencionadas al principio, desde Speake Marin hasta Bell&Ross, pasando por otra que también pertenece a don Miguel: Perrelet.
Es así como Perrelet se ha dotado del nuevo calibre P-331-MH, desarrollado expresamente por Soprod para ella. Los dientes de la rueda de escape tienen un acabado superficial mejorado y la paleta está dotada de rubíes de calidad superior para un mayor rendimiento. Además, el nuevo sistema de lubricación de los inversores permite un rendimiento óptimo del sistema de carga bidireccional. El volante también está equipado con un amortiguador Incabloc® de doble cono que aumenta la protección contra los impactos.
La combinación de estas mejoras mecánicas ha permitido al calibre P-331-MH obtener la certificación Chronofiable® emitida por el Laboratorio Dubois de La Chaux-de-Fonds. Esta certificación evalúa la fiabilidad de funcionamiento de un producto mediante ciclos acelerados de envejecimiento que reproducen de la mejor manera posible las condiciones reales del usuario. El movimiento también ha sido sometido a pruebas de tracción en la tija de la corona, su nivel de resistencia a los golpes accidentales (prueba de caída libre con un impacto violento de hasta 5000G), así como a la exposición a ciclos térmicos con importantes variaciones de temperatura y campos magnéticos. Una vez superadas estas pruebas, el movimiento se somete a las pruebas para conseguir la certificación del cronómetro COSC.
Ahora sólo queda esperar a que el reloj receptor de esta maravilla esté a la altura.