Sin entrar a valorar la totalidad del artículo hay algo que no he entendido nunca y es el tema de la elegancia algo que considero que tiene poco que ver con el tipo de movimiento.
Pero es que, si rizamos el rizo, en ciertas estéticas de vestir un cuarzo puede ganar por goleada gracias a una de sus características: el grosor. Para un reloj elegante, de vestir, es infinitamente más fácil encontrar un cuarzo de 6 mm de grosor que un mecánico y eso sin contar con que los pocos mecánicos que alcanzan este tipo de grosores disparan su precio frente a un cuarzo equivalente.
A modo de ejemplo mi Bulova de oro con sus 6 mm de grosor.
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