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Alejandro Gerardo
Milpostista
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Pues, todo esto es muy complejo. Antes, en su origen real, la marca era la enseña del artesano (no había otras), que otorgaba el rey como privilegio exclusivo.Hace años echaron una serie en TVE llamada "Gran reserva" sólo vi un capítulo, (era bastante floja) pero en una frase explicaron el mundo de las marcas:
En una familia que poseía bodegas de vinos, uno de los hijos entraba en coma profundo, cuando despertaba, su hermano (directivo comercial de la casa) le explicaba cómo funcionaba y le hablaba de que le compraban a unos pequeños viñedos la mejor uva con la qué hacían su vino más caro y reconocido.
El hermano le preguntó que si tenían la mejor uva por qué no hacían su propio vino en vez de venderla.
La respuesta fué que para comercializar ese vino al precio que lo vendían ellos necesitarían una marca prestigiada.
Luego, y ya casi en tiempos postrománticos la marca comenzó a ser el signo que identificaba productos para la elección del consumidor. La marca era algo oculto, accesible para la venta y para el uso. Lo sabía quien compraba y quien vendía.
En relojes ya esaba puesta antes, eso sí.
Tardó bastante, porque fue ya en los años 1950 muy tímidamente y algo más en 1.960 y largo, cuando la marca se puso en el exterior de "algunos productos".
En los 1970 comenzó a verse etiqueta en el exterior. Vaqueros (la famosa etiqueta roja) o calzado deportivo exhibían sin tapujos la marca, tras que Fred Perry y Lacoste hubieran iniciado la enseña externa de su origen, al amparo de los tenistas en auge.
Y fue en los 1980 cuando la marca externa despegó. Los vehículos agrandaron sus logos, la ropa mostraba sin timidez grandes exhibiciones de "hombre anuncio" en la medida en que un portador de cierto producto se prestigiaba a sí mismo con esa exhibición, que por otra parte era publicidad que pagaba el propio consumidor para la marca (en vez de ser al revés).
Con lo cual los círculos encabezados por los líderes de opinión en cada tramo de edad, exhibían sus habitos de consumo que eran imitados. Hoy es la marca la que vende.
Y al hilo del ejemplo que cito: Sin perjuicio de que la Ley de la viña y el vino prohibe la exportación de caldos (por eso, y solo por eso) -aunque haya transporte de caldos, que sigue habiéndolo- las grandes zonas productoras, acogieron a los enólogos que antes se concentraban en dos o tres zonas vinícolas españolas y por eso Cariñena hace buen vino (antes se criticaba su "espesor y su aspereza"), lo hay en Cáceres, lo hay en Madrid, lo hay en La Mancha, lo hay en los pirineos, lo hay en Valencia, en Alicante, en Toledo... porque la diferencia no está tanto en el caldo sino en cómo se hace el vino.
Y efectivamente, hay quien -profesionales y en secreto- dice que un vino de más de (no recuerdo si eran 5 o 10) Euros tiene el resto del precio en marketing, porque el vino ya no puede ser mejor.
Yo difiero cuando he bebido Vega Sicilia. Pero en general, creo que es bastante acertado.
Lo cierto es que el "marquitismo" (o markitismo, si la tendencia viene de USA) es un gran motor con la moda de la economía. Y que cada cual por la parte que le toca coopera en que sea así.