superguti
De la casa
Sin verificar
Estoy totalmente de acuerdo contigo.Voy a intentar dar mi opinión siendo Omega Lover.
Soy fan de Omega, tengo un Seamaster y me encantaría tener un Speedy Blanco, es más, si veo la colección de Omega me fascina mucho más que la de Rolex, ya no solo por los relojes más icónicos sino por el Tourbillon, el World Timer, las ediciones Snoopy... Vamos, que me compraría media tienda, jejeje.
Dicho lo cual, y hablando como cuando hablas de te equipo de futbol en primera persona del plural, creo que estamos un escalón por debajo de Rolex en cuanto a imagen de marca, reputación y percepción. Un claro ejemplo es que en las comparaciones, los fans de Omega nos queremos equiparar a Rolex y los fans de Rolex quieren desmarcarse incluyo comparando Omega a su hermana menor Tudor (aquí se ve las aspiraciones: uno quiere igualdad y el otro ser superior).
Rolex se ha sabido posicionar de tal manera que las personas de éxito tienen que llevarlo. En la celebración de la eurocopa solo había un Omega y había varios Rolex. Alcaraz lleva un Daytona, Cristiano otro...Pocos speedmaster se ven en esos entornos. También se dice que ayuda la reventa y la no pérdida de valor, pero dudo que en esos ambientes antes mencionados eso importe mucho (Alcaraz no cuenta porque le patrocinan).
Resumen de mi opinión: la competencia de Omega es Omega, Cartier y Breitling (fuera del foro podemos añadir a Tag Heuer por fama). Yo no metería como rival a IWC, Panerai, Tudor por ser mucho menos conocidas.
Por otro lado, la aspiración de Omega es Rolex, ese tío guapo y rico al que quieres parecerte e intentas conseguirlo con esfuerzo.
Vaya tocho!!! Buen domingo a todos!!!
No se trata de que nos gusta más a nosotros, la pregunta del compañero es donde está Omega.
Mi reloj favorito puede ser el Speedmaster, por ejemplo, pero a nosotros mismos nos sorprendería ver a una súper estrella del deporte con el. Todos, si nos hacen apostar diríamos que llevan del Daytona para arriba. Y ese es el límite del lujo para aquellos que se pueden permitir cualquier cosa.