A mi la gran afición "consciente", y con mayor conocimiento de las piezas, me llegó en torno a los 30. Un poco antes de cumplirlos, no recuerdo si con 28 años, más o menos, me compré mi primer automático: un Longines Crono.
Me paraba en una joyería/relojería y me embobaba viendo los relojes del escaparate. La relojería era Domaica. Y Justino (el propietario) siempre amablemente y con mucha pasión me enseñaba los Longines (como el que compré), pero también los IWC, Jaeger Lecoultre, Vacheron Constantin, Girard Perregaux, Patek Philippe...
Aquellos relojes estaban por encima de mis posibilidades económicas de entonces, pero igualmente Justino me los mostraba y me comentaba todas sus virtudes y peculiaridades. Creo que él me metió el gusanillo. Todas aquellas visitas a su establecimiento me engancharon a esta afición y me encantaba saber cada vez más y más.
Después del Longines cayeron algunos IWC (Pilot, Aquatimer y Portugués), JLC (Master Moon) y otros.
Y no fue hasta poco antes de cumplir los 40 que empecé a comprarme relojes de más alta gama, dentro de unos límites, esto es de precios entre 6.000 y 12.000 euros (fundamentalmente centrándome en calibres manufactura). Los anteriores se movieron en piezas de entre 3.000 y 6.000 euros en su mayoría.
No se cómo seguiré evolucionando en esta afición.
Aún no tengo claro si daré el salto a piezas más caras y prestigiosas (PP, VC y otras), con lo que eso implica de inseguridad personal, intranquilidad o preocupación a ser robado llevándolas por la calle, o continuar con relojes del rango de los 10 ó 12 mil euros, que me gusten por su diseño, calidad y prestigio (por ese orden) que no por el precio (lo que pasa es que esas piezas suelen tener esos precios) y que me atreva a llevar sin tanta preocupación.
Y es que, como ya he manifestado en alguna ocasión, soy "usador" de los relojes, no coleccionista. Sólo me apasiona esta afición si los puedo usar en cualquier ocasión, y no por el mero hecho de ser poseedor de ciertas piezas dentro de una colección.
Cierto es que junto con esas piezas mayores tengo aún interés por algunos relojes mucho más "humildes" en precio, que sigo adquiriendo de cuando en cuando, y que afortunadamente me siguen ilusionando como a un "niño con zapatos nuevos" o como aquel joven de 28 años que compró su primer Longines Crono.
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