Una cosa es inspirarse o copiar otros diseños, y otra muy distinta atribuirse un invención ajena como propia. Es como si Rolex dijese que el primer bisel unidireccional fue inventado por ellos; creo que se entiende el matiz con facilidad. Si es algo habitual como dices, podrías citar algún caso concreto dentro de los relojes de lujo donde una marca diga públicamente que inventó algo cuando eso realmente no es así.
Es otra burda mentira más de Panerai, algo a lo que nos tiene acostumbrados en estos últimos años.
Grand Deck Marine Tourbillon
"Ya hace años que pienso que la eficacia del espionaje industrial en Suiza debe superar en eficacia al de la CIA o el Mossad. Esta exagerada afirmación viene dada porque ya hace años que, una vez finalizados el SIHH y Baselworld, la coincidencia de las grandes novedades mecánicas es asombrosa. Pensándolo fríamente, es más lógico deducir que la enorme concentración de personas relacionadas con la industria relojera en determinadas zonas geográficas de Suiza provoca que mantener en secreto un proyecto que requiere años de desarrollo es simplemente imposible.
Este año 2016, la coincidencia se basa en el conjunto de dos complicaciones: las horas saltantes y los minutos retrógrados. Esta doble complicación, prácticamente inédita hasta ahora en la mayoría de catálogos, la hemos visto en forma de novedad en Bulgari, en Chanel y también de la mano del Grand Deck Marine Tourbillon, la novedad estrella de Ulysse Nardin en Baselworld 2016".
Fuente:
https://watch-test.com/ulysse-nardin/ulysse-nardin-en-baselworld-2016-mas-marina-que-nunca/
"En China, el objetivo ha sido declarado oficialmente declarado, y este es la "re-innovación". Para lograr este objetivo, las herramientas son proporcionadas por la “retro-ingeniería”. Esta "re-innovación" pasa por una serie de fases que se detallan por medio del muy oficial plan a largo plazo del PRC, 2006 – 2020 del Ministerio Chino de Ciencia *: "la importación, la absorción, la asimilación, y la re-innovación del savoirfaire extranjero." Para decirlo de una manera clara, se trata de un plan institucional para adquirir gradualmente el savoir-faire extranjero, no sólo para copiar como se practica actualmente desde el comienzo del resurgimiento de la gran China, pero también simplemente para absorber y asimilar este savoir-faire con el fin de mejorarlo y entonces reinventarlo. Utilizando las técnicas de retro-ingeniería, el funcionamiento de tal o cual objeto puede ser entendido en detalle. Y a continuación, se puede analizar en profundidad, de modo que las mismas o más avanzadas funcionalidades, si es posible, puedan ser creadas. Este proceso depredador puede tomarse como el resultado del espionaje industrial, "la caza furtiva de tecnología”, redes de estudiantes o investigadores que se han “convertidos en espías”. Sin embargo, también puede venir a través de medios perfectamente legales - transferencias de tecnología debidamente aprobadas y que no violan ninguna patente. Según un diplomático occidental afincado en Pekín *, los métodos de espionaje ilegal para obtener información significan sólo "una pequeña parte de las maneras en las que la información es capturada, ya que casi el ochenta por ciento del savoir-faire tecnológico se transmite por medios legales – solicitudes para ofertas, la cooperación, las alianzas". En términos de espionaje industrial, las naciones occidentales tampoco son santas. * En el mismo artículo, Jacques Follorou escribe que la DGSE (Direction Générale de la Sécurité Extérieure de la France) "ha puesto a disposición de las grandes empresas francesas, en un lugar seguro de su sede en París, documentos comerciales confidenciales, incluyendo Chinos, que fueron obtenidos subrepticiamente utilizando tecnología satelital". Entonces, ¿quién exactamente está espiando a quién? La pregunta se ha vuelto más compleja que nunca. Hoy en día el espionaje, la globalización y el espionaje industrial se asemejan a una sala de espejos, donde todos los espías de todo el mundo (bajo la supervisión general de los americanos, que sin duda tienen la red más sofisticada del mundo "capturaran" la información). Al leer el artículo de Jean-Luc Adán, nuestro corresponsal en China, en esta edición online, en la que habla de la muy discreta Beijing Watch Factory, descubrimos - ´aunque con cierto asombro - el doble tourbillon, el tourbillon repetidor de minutos, y el tourbillon orbital, que esta marca ha creado. Se trata de un programa de "retro-ingeniería", iniciado en 1996 por el maestro relojero chino, Xu YaonanYaonan, el diseñador del primer tourbillon fabricado en la China continental. Fue introducido en 2003 bajo el victorioso nombre de "Hong Jin", que significa "oro rojo". (De paso, nos gustaría rendir homenaje al pionero, Kiu Tai Yu, quien lamentablemente tuvó que abandonar sus actividades relojeras debido a problemas de salud, y al que debemos el primer "Mistery Tourbillon", fabricado en Hong Kong diez años antes, en 1993.) Sería un error protestar de manera unilateral por esta demostración de destreza de retro-ingeniería. La historia nos enseña, y nunca hay que olvidarla, que los relojeros de Ginebra, Vaud y Neuchâtel practicaron la retroingeniería, que les permitió asimilar y mejorar - y así “re-inventar” - la gran cronometría de Francia y Gran Bretaña. La Retro-ingeniería es tan antigua como las colinas. En el 260 AC, los romanos, después de la incautación de un barco enemigo, copiaron la estandarización de los procesos empleados por los cartagineses en la construcción de sus buques de guerra, y luego hizieron algunas mejoras técnicas (por ejemplo, las pasarelas). Tuvieron éxito en sólo cuarenta días en la construcción de una flota de ochenta barcos, lo que les permitió establecer la base de su dominio en las aguas del Mediterráneo. Además, en lo que respecta a lo que aquí podríamos llamar "re-innovación", sólo tenemos que citar el reciente ejemplo (anónimo para no ofender a nadie) de un joven consumidor que se quejaba indignado de que una famosa marca había "copiado" el modelo de otra marca famosa. En realidad, era exactamente lo contrario y la "copia” - mucho más visible que el “original” - se había convertido en la referencia. Evidentemente, una es siempre la retro-ingeniería de la otra".
Fuente: Le Monde, ‘L'oeil de Pékin’ (El Ojo de Pekín), Jacques Follorou, 14 de Junio, 2011
Fuente:
https://www.europastar.com/IMG/pdf/ES-Spain411.pdf