rodri007
Habitual
Sin verificar
Hoy se cumplen 7 años desde que el mamón de mi hijo me inscribió en este foro con nombre de "agente secreto". Al menos los más habituales del foro vintage saben que me llamo Bernardo, y así me gusta que me llamen.
Para "celebrar el evento" voy a mostraros tres cronos vintage de noble metal a los que, por razones diversas, les tengo en una gran estima.
La verdad es que nunca en mi vida tuve nada que cronometrar, ni siquiera cuanto aguantaba sin
respirar debajo del agua cuando, de niños, nos bañábamos en las albercas en los tórridos veranos andaluces. Pero los crono me atraen especialmente.
Vaya por delante que éstas piezas no son importantes ni especialmente valiosas. No creo tampoco que estén hechas con tres gramos de oro ni que el calibre que montan lo hiciesen por cientos de miles de unidades y que los relojes, allá por ultramar, poco menos que los regalasen con la compra de tres kilos de chorizos criollos. Ni en los años 50 ni tampoco hoy.
Todos miden 38 mm sin corona. Al primero ya le conoceis: Es el Helvetia del hilo, de agridulce recuerdo, que escribí no hace mucho tiempo sobre la paciencia de un anticuario francés.
Los otros dos, de la firma C.S. me llegaron poco después y de rebote: los ganadores de la puja no pagaron y el vendedor luego "te busca" y te los ofrece.
Realmente estos cronos son relojes algo frágiles, que quizás no estén hechos para el uso diario, ni para trabajar en los albañiles o para andar con la motosierra cortando troncos. Pero están bien conservados: cuerda, cuidado y limpieza es lo que reciben. Pueden "durar más que un martillo enterrado en paja". (Dicho popular).
Y eso es todo amig@s. Espero que sigamos viéndonos por acá y, si sois tan amables, me decis el calibre de los dos C.S. Tal vez tengan el mismo. Ojalá que os gusten y mil gracias anticipadas.
Un cordial saludo para tod@s. También de parte Jara, que hoy cumple un año.
Bernardo.
Para "celebrar el evento" voy a mostraros tres cronos vintage de noble metal a los que, por razones diversas, les tengo en una gran estima.
La verdad es que nunca en mi vida tuve nada que cronometrar, ni siquiera cuanto aguantaba sin
respirar debajo del agua cuando, de niños, nos bañábamos en las albercas en los tórridos veranos andaluces. Pero los crono me atraen especialmente.
Vaya por delante que éstas piezas no son importantes ni especialmente valiosas. No creo tampoco que estén hechas con tres gramos de oro ni que el calibre que montan lo hiciesen por cientos de miles de unidades y que los relojes, allá por ultramar, poco menos que los regalasen con la compra de tres kilos de chorizos criollos. Ni en los años 50 ni tampoco hoy.
Todos miden 38 mm sin corona. Al primero ya le conoceis: Es el Helvetia del hilo, de agridulce recuerdo, que escribí no hace mucho tiempo sobre la paciencia de un anticuario francés.
Los otros dos, de la firma C.S. me llegaron poco después y de rebote: los ganadores de la puja no pagaron y el vendedor luego "te busca" y te los ofrece.
Realmente estos cronos son relojes algo frágiles, que quizás no estén hechos para el uso diario, ni para trabajar en los albañiles o para andar con la motosierra cortando troncos. Pero están bien conservados: cuerda, cuidado y limpieza es lo que reciben. Pueden "durar más que un martillo enterrado en paja". (Dicho popular).
Y eso es todo amig@s. Espero que sigamos viéndonos por acá y, si sois tan amables, me decis el calibre de los dos C.S. Tal vez tengan el mismo. Ojalá que os gusten y mil gracias anticipadas.
Un cordial saludo para tod@s. También de parte Jara, que hoy cumple un año.
Bernardo.