Goldoff
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Hace mes y medio anunciaba en este hilo
mi futura -y fugaz- excursión a Glashütte para asistir al tercer foro organizado por NOMOS para presentar no sólo sus nuevos modelos sino para poner en valor el bagaje relojero de una población renacida de sus cenizas a finales del siglo XIX gracias a Ferdinand A. Lange: NOMOS ha estado trabajando duramente para conseguir que la denominación "Made in Glashütte" sea no sólo reconocida sino protegida por el Estado alemán en base a una serie de requisitos que todos los relojes que ostenten el nombre de la población tienen que cumplir: entre ellos que al menos el 50% del reloj haya sido producido ahí, algo bastante (en realidad mucho) más serio que el tan traído y llevado "Swiss Made", que en no pocas ocasiones viene ya impreso en las esferas desde donde son producidas, y no es Suiza precisamente...
Empiezo por el principio -claro- y ya aviso que va a ser largo, porque he acabado seleccionando casi cien fotos. Así que si esto no te desanima al menos ponte cómodo.
Como casi todos los de aquí que han estado en Glashütte saben, no hay vuelos directos entre Barcelona o Madrid y Dresde, de manera que toca hacer escala en algún aeropuerto alemán. Eso, o volar hasta Praga y tomar un tren directo a Glashütte, algo que en esta ocasión no contemplé porque la primera cita era precisamente en Dresde.
La revista de Lufthansa "compre a bordo" traía un par de temas interesantes
Hace poco comenté que en el vuelo a Ginebra para visitar Oris y Sellta no se veía ni gota de nieve en los Alpes. Afortunadamente, esta vez se veía algo más de normalidad, aunque no total.
No sé si es normal encontrar 17 grados en Munich en esta época del año, aunque pensaba que tampoco lo iba a notar mucho porque haría el transbordo desde el interior. Pero no.
Me llamó la atención ver que los relojes oficiales no estaban patrocinados por alguna marca
....aunque sí vi publi más o menos llamativa
Una hora de escala y a volar de nuevo... Oh, wait
No, no es la entrada a los camerinos del teatro local...
La verdad, no se me ocurre qué va a hacer tanta gente a Dresde un martes por la tarde: tanto el avion que me trajo hasta aquí como este iban hasta la bandera.
Hacía siete años que no pasaba por este aeropuerto, pero las vistas me eran familiares: esta, al menos, no había cambiado.
Desde ahí, y en transporte publico (tren, tranvía, parada en Synagogue) aparezco en el mismo centro de Dresde. Una ciudad mucho más que recomendable para visitar, no por nada es llamada la Venecia del Norte (aunque los bombardeos aliados de la SGM la dejaran arrasada hasta los cimientos)
Después de los encuentros, saludos y abrazos en el hotel salimos para la cena hacia Villa Marie, en el otro extremo de la ciudad. Cocina italiana altamente recomendable. Un diez para Nomos.
¡¡Sorpresa!! Por una vez les hemos ganado la mano a los italianos, y eso es motivo de orgullo y satisfacción
Con las explicaciones que hacen al caso
Hubo presentaciones del tipo "¡Vaya, el 15a de Relojes Especiales!" (somos famosos, oiga) y "el tuyo también es serie especial ¿no?"
Rematamos la noche en un lugar de muy buena nota: el Gin Bar junto al hotel. Los mejores Gintónics a este lado del Elba: simplemente espectaculares. Por alguna extraña excepción a la ley, estaba permitido fumar. Todo un exotismo.
A las ocho todo el mundo en marcha para Glashütte, donde nos esperaba una jornada intensa. Dejamos Dresde y la torre del Rathaus para tomar la ruta hacia los Montes Metalíferos
El bosque típico de Europa Central se alterna con campos de cultivo, que en esta época del año empiezan a dormir el sueño invernal (si se puede decir eso a casi 20 grados de temperatura)
Por fin, nuestro destino. En Glashütte hay no menos de diez manufacturas relojeras (hablo a voleo, igual hay más): Nomos, A. Lange&Söhne, Moritz Grossmann, Wempe, Tutima, Union Glashütte, Glashütte Original, Mühle Glashütte, Bruno Söhnle... también industria auxiliar. Sinn produce aquí sus cajas, y GUROFA, propiedad de Sellita, produce pletinas de latón. En realidad es en las afueras, donde, por cierto, Nomos tiene su fábrica de componentes, pero se puede decir que la zona es un verdadero polo generador de empleo relojero. De hecho, Glashütte tiene su propia escuela de relojería (y todos los alumnos se gradúan con el trabajo asegurado).
Primera parada, el edificio de Cronometría, donde los calibres de Nomos son no sólo pensados sino también construidos. Es decir, el departamento de I+D junto al atelier de montaje. Nos recibe Theo Prenzel, el jefe precisamente de I+D, responsable del calibre automático DUW 3001 y del mecanismo que permite cambiar la fecha hacia adelante o hacia atrás indistintamente. A mi pregunta de si hay nuevos calibres en camino sólo sonríe, y ya cuando le pregunto directamente si entre ellos hay un cronógrafo me dice que él no puede hablar sobre esas cosas ¿lo tomamos como un sí?
Por cierto, no sé si he mencionado alguna vez que Glashütte me recuerda una de aquellas enormes maquetas de los trenes a escala:
La "sala de trofeos" está ubicada en un rellano de la escalera que comunica los distintos pisos. Cuentan los premios por palotes, aunque del que están más orgullosos es del "Challenge" del GPHG de 2018 por el Tangente Update (Sí, ese con la fecha perimetral...). Es uno de los dos únicos premios otorgados a relojes no suizos.
Nomos tiene un órgano regulador propio, el Swing System, desarrollado conjuntamente con la universidad de Dresde y exclusivo de sus calibres. Y todo-todo lo producen ellos. Bueno, casi: afirman que producen el 95% de los componentes de sus calibres, muy por encima del requisito del 50% exigido por la DO Glashütte. ¿Veis ese áncora?
Pues también las hacen aquí, y les montan las paletas de rubí una a una con goma-laca. Lo he visto
Los muelles espirales se revisan también uno a uno, y se seleccionan específicamente para los volantes que mejor se les adapten (o viceversa). No sé exactamente qué criterio siguen para esos emparejamientos, pero es algo que también vi en Sellita.
Si alguno de los muelles tiene una espira fuera de sitio, se rectifica también a mano. Se necesita una habilidad especial, además de un entrenamiento específico y un microscopio (y una varilla doblada), para poder realizar esta tarea con éxito.
El montaje de los calibres es también a mano, en una cadena automatizada.
No todo se hace estrictamente a mano. Por ejemplo, el lubricado. Como se necesita depositar una cantidad exacta de aceite, medida en nanolitros, se encomienda esa tarea al Microdrop.
Lo mismo con los rubíes. He visto en otras manufacturas colocarlos a mano, pero en Nomos consideran que esa acción no añade valor al producto. Antes al contrario, podría penalizar la precisión.
Antes, otra máquina ha preparado los rubíes ordenados por cara y por tamaños. Estas dos acciones se producen en la fábrica de componentes, que veremos más adelante.
Avanza el montaje, se colocan las agujas...
... y se encaja el conjunto
Habrá una inspección final y el reloj estará listo para recibir su correa y resto de "habillage".
Hasta aquí la primera parte.
La segunda:
3r foro de debate NOMOS Glashütte... y 20 aniversario de RE
(De la nota de prensa) Del 10 al 12 de octubre próximos se va a celebrar el 3r Foro NOMOS Glashütte en la antigua iglesia de la ciudad, convertida en la sede del foro de debate . Este foro es un evento pensado para los expertos: NOMOS Glashütte acogerá a distribuidores especializados, prensa y...
relojes-especiales.com
mi futura -y fugaz- excursión a Glashütte para asistir al tercer foro organizado por NOMOS para presentar no sólo sus nuevos modelos sino para poner en valor el bagaje relojero de una población renacida de sus cenizas a finales del siglo XIX gracias a Ferdinand A. Lange: NOMOS ha estado trabajando duramente para conseguir que la denominación "Made in Glashütte" sea no sólo reconocida sino protegida por el Estado alemán en base a una serie de requisitos que todos los relojes que ostenten el nombre de la población tienen que cumplir: entre ellos que al menos el 50% del reloj haya sido producido ahí, algo bastante (en realidad mucho) más serio que el tan traído y llevado "Swiss Made", que en no pocas ocasiones viene ya impreso en las esferas desde donde son producidas, y no es Suiza precisamente...
Empiezo por el principio -claro- y ya aviso que va a ser largo, porque he acabado seleccionando casi cien fotos. Así que si esto no te desanima al menos ponte cómodo.
Como casi todos los de aquí que han estado en Glashütte saben, no hay vuelos directos entre Barcelona o Madrid y Dresde, de manera que toca hacer escala en algún aeropuerto alemán. Eso, o volar hasta Praga y tomar un tren directo a Glashütte, algo que en esta ocasión no contemplé porque la primera cita era precisamente en Dresde.
La revista de Lufthansa "compre a bordo" traía un par de temas interesantes
Hace poco comenté que en el vuelo a Ginebra para visitar Oris y Sellta no se veía ni gota de nieve en los Alpes. Afortunadamente, esta vez se veía algo más de normalidad, aunque no total.
No sé si es normal encontrar 17 grados en Munich en esta época del año, aunque pensaba que tampoco lo iba a notar mucho porque haría el transbordo desde el interior. Pero no.
Me llamó la atención ver que los relojes oficiales no estaban patrocinados por alguna marca
....aunque sí vi publi más o menos llamativa
Una hora de escala y a volar de nuevo... Oh, wait
No, no es la entrada a los camerinos del teatro local...
La verdad, no se me ocurre qué va a hacer tanta gente a Dresde un martes por la tarde: tanto el avion que me trajo hasta aquí como este iban hasta la bandera.
Hacía siete años que no pasaba por este aeropuerto, pero las vistas me eran familiares: esta, al menos, no había cambiado.
Desde ahí, y en transporte publico (tren, tranvía, parada en Synagogue) aparezco en el mismo centro de Dresde. Una ciudad mucho más que recomendable para visitar, no por nada es llamada la Venecia del Norte (aunque los bombardeos aliados de la SGM la dejaran arrasada hasta los cimientos)
Después de los encuentros, saludos y abrazos en el hotel salimos para la cena hacia Villa Marie, en el otro extremo de la ciudad. Cocina italiana altamente recomendable. Un diez para Nomos.
¡¡Sorpresa!! Por una vez les hemos ganado la mano a los italianos, y eso es motivo de orgullo y satisfacción
Con las explicaciones que hacen al caso
Hubo presentaciones del tipo "¡Vaya, el 15a de Relojes Especiales!" (somos famosos, oiga) y "el tuyo también es serie especial ¿no?"
Rematamos la noche en un lugar de muy buena nota: el Gin Bar junto al hotel. Los mejores Gintónics a este lado del Elba: simplemente espectaculares. Por alguna extraña excepción a la ley, estaba permitido fumar. Todo un exotismo.
A las ocho todo el mundo en marcha para Glashütte, donde nos esperaba una jornada intensa. Dejamos Dresde y la torre del Rathaus para tomar la ruta hacia los Montes Metalíferos
El bosque típico de Europa Central se alterna con campos de cultivo, que en esta época del año empiezan a dormir el sueño invernal (si se puede decir eso a casi 20 grados de temperatura)
Por fin, nuestro destino. En Glashütte hay no menos de diez manufacturas relojeras (hablo a voleo, igual hay más): Nomos, A. Lange&Söhne, Moritz Grossmann, Wempe, Tutima, Union Glashütte, Glashütte Original, Mühle Glashütte, Bruno Söhnle... también industria auxiliar. Sinn produce aquí sus cajas, y GUROFA, propiedad de Sellita, produce pletinas de latón. En realidad es en las afueras, donde, por cierto, Nomos tiene su fábrica de componentes, pero se puede decir que la zona es un verdadero polo generador de empleo relojero. De hecho, Glashütte tiene su propia escuela de relojería (y todos los alumnos se gradúan con el trabajo asegurado).
Primera parada, el edificio de Cronometría, donde los calibres de Nomos son no sólo pensados sino también construidos. Es decir, el departamento de I+D junto al atelier de montaje. Nos recibe Theo Prenzel, el jefe precisamente de I+D, responsable del calibre automático DUW 3001 y del mecanismo que permite cambiar la fecha hacia adelante o hacia atrás indistintamente. A mi pregunta de si hay nuevos calibres en camino sólo sonríe, y ya cuando le pregunto directamente si entre ellos hay un cronógrafo me dice que él no puede hablar sobre esas cosas ¿lo tomamos como un sí?
Por cierto, no sé si he mencionado alguna vez que Glashütte me recuerda una de aquellas enormes maquetas de los trenes a escala:
La "sala de trofeos" está ubicada en un rellano de la escalera que comunica los distintos pisos. Cuentan los premios por palotes, aunque del que están más orgullosos es del "Challenge" del GPHG de 2018 por el Tangente Update (Sí, ese con la fecha perimetral...). Es uno de los dos únicos premios otorgados a relojes no suizos.
Nomos tiene un órgano regulador propio, el Swing System, desarrollado conjuntamente con la universidad de Dresde y exclusivo de sus calibres. Y todo-todo lo producen ellos. Bueno, casi: afirman que producen el 95% de los componentes de sus calibres, muy por encima del requisito del 50% exigido por la DO Glashütte. ¿Veis ese áncora?
Pues también las hacen aquí, y les montan las paletas de rubí una a una con goma-laca. Lo he visto
Los muelles espirales se revisan también uno a uno, y se seleccionan específicamente para los volantes que mejor se les adapten (o viceversa). No sé exactamente qué criterio siguen para esos emparejamientos, pero es algo que también vi en Sellita.
Si alguno de los muelles tiene una espira fuera de sitio, se rectifica también a mano. Se necesita una habilidad especial, además de un entrenamiento específico y un microscopio (y una varilla doblada), para poder realizar esta tarea con éxito.
El montaje de los calibres es también a mano, en una cadena automatizada.
No todo se hace estrictamente a mano. Por ejemplo, el lubricado. Como se necesita depositar una cantidad exacta de aceite, medida en nanolitros, se encomienda esa tarea al Microdrop.
Lo mismo con los rubíes. He visto en otras manufacturas colocarlos a mano, pero en Nomos consideran que esa acción no añade valor al producto. Antes al contrario, podría penalizar la precisión.
Antes, otra máquina ha preparado los rubíes ordenados por cara y por tamaños. Estas dos acciones se producen en la fábrica de componentes, que veremos más adelante.
Avanza el montaje, se colocan las agujas...
... y se encaja el conjunto
Habrá una inspección final y el reloj estará listo para recibir su correa y resto de "habillage".
Hasta aquí la primera parte.
La segunda:
Tercer foro NOMOS, y ya de paso visita a la manufactura. Y más cosas
Estupendas imágenes y buenas explicaciones , me ha gustado bastante . Y que bonitos recuerdos me trae Dresde y Glashutte . Gracias, Antón.
relojes-especiales.com