C
Chema
Novat@
Sin verificar
Decía el famoso novelista Ernest Hemingway que tras terminar alguna de sus novelas o después de dar abatir algún animal en sus cacerías de Africa tras días de persecución, le invadía una profunda sensación de vacío.
Siempre me he sentido intrigado por dicha sensación, por no poder experimentarla dado que ni soy novelista ni suelo practicar la caza mayor, pero creo por fin haber sentido algo parecido tras la compra de mi primer reloj automático. Tras la euforia inicial, vino la felicidad, y tras ella una gran sensación de vacío espiritual.
Sólo quería compartirlo con vosotros, para ver hasta que punto es normal (me imagino que sí) y para confirmar que la única manera de superar este estado (me temo también que así es) es empezando a pensar en mi próxima adquisición, como el viejo Ernest comenzaba a pensar en su próxima novela o en la próxima fiera de la sabana africana.
Saludos,
Chema.
Siempre me he sentido intrigado por dicha sensación, por no poder experimentarla dado que ni soy novelista ni suelo practicar la caza mayor, pero creo por fin haber sentido algo parecido tras la compra de mi primer reloj automático. Tras la euforia inicial, vino la felicidad, y tras ella una gran sensación de vacío espiritual.
Sólo quería compartirlo con vosotros, para ver hasta que punto es normal (me imagino que sí) y para confirmar que la única manera de superar este estado (me temo también que así es) es empezando a pensar en mi próxima adquisición, como el viejo Ernest comenzaba a pensar en su próxima novela o en la próxima fiera de la sabana africana.
Saludos,
Chema.