Experiencia personal:
Hace unos 15 años me voy a una boda de un amigo en Ibiza (septiembre), llevo puesto en el avión yo solo un Bulgari de oro para la ocasión, voy con manga corta. Tengo de compañero extraño de viaje a un paisano fornido que no me hace ni caso pero que veo mira a veces el reloj. Nada raro (hace tantos años daba todo igual con los relojes). Llego al aeropuerto de Ibiza y voy al parking a recoger mi coche que había dejado allí 15 días antes para la ocasión. Cuando me dirijo a la barrera para insertar el tíquet una lunática con un coche antiguo me mete un viaje descomunal por detrás al coche. Yo me paro alucinado y me bajo diciéndola que si se ha vuelto loca. Ella sin bajarse del coche y con la ventanilla abierta me empieza a insultar y a decirme que venga hacia su coche si soy hombre (palabras e insultos mayores dijo obviamente). Cuando me acerco resulta que me encuentro en su copiloto al amigo fornido que había ido al lado mío en el avión. La chavala conductora me agarró las manos como para agredirme, yo flipando me revolví y empecé a repartir dentro de su coche lo que pude sin intentar tocar su cara (no llevaba yo ni un gramo alcohol en sangre y tampoco quería líos innecesarios). A los cinco segundos salió mi compañero de viaje fornido del coche para arreglar la situación pidiendo disculpas y para mí sorpresa (ya preparado para una pelea en toda regla) asumiendo toda la culpa y diciendo que saliéramos fuera del parking para hacer el parte. Yo, todo magullada la cara y las manos de arañazos de la conductora, y todo cabreado dije que ok. Salí justo delante suyo del parking, y ellos cogieron detrás y se dieron a la fuga. En ese momento me dio igual porque tenía seguro a todo riesgo y el golpe por detrás no me había hecho más que un rasguño. Pasé del tema bastante indignado, pero a los 200 metros me di cuenta que mi reloj había desaparecido (increíble en situaciones de estrés cómo no percibimos las cosas tan simples). Quise seguirles en ese momento pero ya no se les veía. Fui al parking que tenían cámaras de seguridad y me dieron la matrícula y les darían a la policía copia filmada de lo que había pasado, Fui directo a la comisaría de la policía nacional para hacer la denuncia y me dijeron que ocurría esto a a veces con viajeros que llevaban relojes de oro. Buenísimo…, pues el coche que llevaban los amigos de lo ajeno era robado y en sus caras en las grabaciones era la quinta vez que lo hacían, sobre todo la chica conductora. Nunca jamás se encontró nada de nada y nunca jamás que yo sepa pillaron a esta gentuza (siguieron haciendo lo mismo). Obviamente Bulgari recibió la pertinente denuncia con el correspondiente número de serie. Hasta hoy…
Moraleja: Desde ese día no llevo nada de oro puesto si voy en un avión o similar. Y si lo llevo por lo que sea voy preparado mental y físicamente para repartir al primero que se acerque a tocar las narices, sea del sexo que sea. Igual me equivoco y más en esta época de defensa absoluta a los delicuentes/as. Pero personalmente me importa un carajo y el primer leñazo se llevan, ni forcejeo ó empujones ni leches. El primer puñetazo se lo llevan sin mediar palabra alguna en cuanto estiran la mano para agarrar lo que sea. Ahora casi hasta me mola que se acerque alguien a pedir la hora. Deseando estoy que me toque un pelo del antebrazo.
Aprendí (hace 15 años) y ya sé que no hay que ser ostentoso pero si tengo que ir con un buen reloj por lo que sea (concierto de música clásica, evento familiar, cena de negocios…) os aseguro que voy dispuesto a la guerra sin problemas, y casi que estoy deseando que ocurra para resarcirme de alguna manera de ese día que me robaron y me tomaron el pelo.
Lo mejor a esos eventos con mucha gente ó públicos es no llevar nada de valor, pero si lo llevas hay que ir preparado psicológicamente para devolver el mínimo golpe.