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Buenas tardes!
Siempre hablamos de lo que nos gusta dentro de la afición, de las cosas buenas:
Que si la suavidad de un plumín, la belleza de un cuerpo de resina torneado en múltiples colores, tintas de colores, el placer de dibujar o escribir...
Pero nunca solemos hablar, de lo que menos nos gusta u odiamos dentro de la afición a las estilográficas. Cada uno tendrá sus manías, y para lo que a unos es una cosa negativa que te quita la paciencia para otros a lo mejor carece de importancia... Y por eso me gustaría saber vuestras opiniones porque serán variopintas
En mi caso, sin lugar a dudas, lo que más me incomoda es mientras escribo o en cuadernos de anotaciones ya escritos y que les doy uso frecuente de pasar páginas, apoyar las manos etc, la fragilidad de las tintas.
Es decir, de repente darme cuenta de tener los dedos o dorso de la mano manchado de tinta o algunas palabras que empiezan a deteriorarse de la simple húmedad de las manos o el ambiente y tienden a manchar.
(También esa fragilidad de las tintas al agua, me da cierta desconfianza y si tengo que anotar algo más importante o que necesito que perdure, recurro a hacerlo con un bolígrafo)
se que para otras personas el que las tintas de estilográfica manchen los dedos, añade aún más romanticismo a la afición, pero a mí es tal manía que incluso a veces me ha hecho plantearme volver al bolígrafo que es más limpio en ese sentido
A ver qué opináis
Saludos!
Siempre hablamos de lo que nos gusta dentro de la afición, de las cosas buenas:
Que si la suavidad de un plumín, la belleza de un cuerpo de resina torneado en múltiples colores, tintas de colores, el placer de dibujar o escribir...
Pero nunca solemos hablar, de lo que menos nos gusta u odiamos dentro de la afición a las estilográficas. Cada uno tendrá sus manías, y para lo que a unos es una cosa negativa que te quita la paciencia para otros a lo mejor carece de importancia... Y por eso me gustaría saber vuestras opiniones porque serán variopintas
En mi caso, sin lugar a dudas, lo que más me incomoda es mientras escribo o en cuadernos de anotaciones ya escritos y que les doy uso frecuente de pasar páginas, apoyar las manos etc, la fragilidad de las tintas.
Es decir, de repente darme cuenta de tener los dedos o dorso de la mano manchado de tinta o algunas palabras que empiezan a deteriorarse de la simple húmedad de las manos o el ambiente y tienden a manchar.
(También esa fragilidad de las tintas al agua, me da cierta desconfianza y si tengo que anotar algo más importante o que necesito que perdure, recurro a hacerlo con un bolígrafo)
se que para otras personas el que las tintas de estilográfica manchen los dedos, añade aún más romanticismo a la afición, pero a mí es tal manía que incluso a veces me ha hecho plantearme volver al bolígrafo que es más limpio en ese sentido
A ver qué opináis
Saludos!
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