
itsmemario
M&M's
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(Foto: Vitreum)
Buenos días de sábado compañeros. Me apetecía escribir ayer sobre el esmaltado o enamel o émail. No tiene que ver con correos electrónicos, sino que es una técnica para hacer esferas de sobra conocida por todos. Lo que no se si es tan conocido es la diferencia entre las diferentes categorías de enamel y sus copias de bajo coste. Creo que varias marcas de reciente creación juegan al despiste, vendiendo cosas que se parecen a lo bueno y no valen nada. Por eso veo más relevante que nunca saber separar la paja del heno.
(Foto: AnOrdain)
En primer lugar, el “email grand feu” (en terminología suiza) es el esmalte (o enamel, lo pongo en inglés también porque por contaminación lingüística lo veo escrito así hasta en español) de verdad, hecho a base de capas de polvo de vidrio que se funden en un horno a más de 800 grados, en varias tandas. El proceso es largo, delicado y muy susceptible a errores. Cualquier burbuja o grieta en el horneado puede arruinar la pieza.
(Fotos: Ulysse Nardin)
Después de horneado se pule para dejar una superficies lisa. Por eso es tan valorado, tanto por lo que implica artesanalmente como por su durabilidad y aspecto único. Un dial en grand feu puede durar siglos sin perder intensidad de color.
(Foto: Beijing, cloisonné sobre plata)
Luego está el esmalte cloisonné y el champlevé, que en realidad son técnicas derivadas del grand feu, pero con un componente artístico más complejo. En el cloisonné se crean compartimentos con hilos de oro donde se deposita el esmalte; en el champlevé, se talla el metal para rellenarlo. Ambas requieren una precisión brutal y normalmente van asociadas a escenas pintadas o motivos decorativos más elaborados.
También está el esmalte flinqué. Aquí se combina un patrón guilloché grabado en la base con esmalte encima. El guilloché de debajo puede hacerse con máquina tradicional (lo que se denomina à main, engine turned, o rose engine)
(Foto: Garrick)
O también puede hacerse con máquina de corte CNC guiada por ordenador (menos tradicional, más barato). Además los diales guilloché pueden ser de oro (como en el caso de Breguet), plata, u otros metales menos nobles. No estoy seguro de si se puede hacer flinqué sobre un guilloché estampado.
Y por último tenemos la imitación, el cold enamel. Este es básicamente una resina epoxy sintética que imita el aspecto del esmalte, pero que no necesita horneado. Se aplica en frío y seca al aire o con luz ultravioleta. ¿Ventajas? Más barato, más fácil de aplicar, menos propenso a errores. ¿Inconvenientes? No tiene la profundidad visual ni la resistencia del esmalte verdadero. Se usa en bisutería, es básicamente una pintura.
El problema del cold enamel es que no es enamel, sería el equivalente a los guilloché que realmente ni son cortados (guilloché significa cortado, misma raiz que la palabra guillotina) ni estampados siquiera, porque son de plástico imitación guilloché. Muchas marcas tratan de trasladar los intangibles de un dial émail grand feu a relojes de bajo coste que usan básicamente pintura de uñas de aliexpress, por decirlo sin tapujos.
Y me parece mal porque hay marcas como Vitreum o Selten haciendo enamel real a un precio "asequible" (todo lo asequible que puede ser un arte así) que tienen que soportar como oportunistas venden diales de pega llamándolos enamel.
Así que cuidado que cada dia veo más trolas. No significa que no se pueda comprar un reloj con cold enamel, sino que en mi opinión, su valor es 0, es decir, habría que olvidar la palabra enamel y valorarlo como cualquier dial normal.
Buen finde!
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