Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
Verificad@ con 2FA
Ha llegado esta misma tarde el comunicado de prensa: "A pesar del éxito de Baselworld en 2019, hemos decidido concentrarnos en nuestro formato de acto único central ("Global Summit") con posteriores presentaciones locales durante 2020".
El argumento es que no pueden adaptarse a las fechas de Baselworld (a finales de abril, justo después del SIHH), pero entre líneas se puede leer que ese Summit, que ya se ensayó este año pasado, era la prueba del algodón, y muy mal les tenía que haber ido (o muy bien en Basel) para cambiar la decisión que ya habían tomado.
Eso sí, no se cierran las puertas para volver en 2021 "si los calendarios se pueden coordinar" con su propia reunión anual, que les permite manejar directamente sus tiempos y planes de comunicación. A pesar de alabar la gestión del nuevo equipo de Baselworld y lo rápido que han implementado una serie de mejoras, mucho tienen que cambiar las cosas para que esa presencia sea algo más que una declaración de cortesía hacia la feria.
Con el precedente de Swatch Group (del que no sabemos cómo le ha ido en Zurich) y el grupo LVMH en el alero (ha habido intensas reuniones feria-grupo para ver si se quedan para 2020) la cosa tiene bastante mala pinta para el millonario negocio de la feria de Basilea, que en mala hora se metió en una inversión faraónica para remozar las instalaciones.
Tres pies le quedan a la silla: Patek, Rolex y Chopard (los japoneses, con lo fuertes que son, no son representativos: vienen por pura obligación y les cuesta una millonada). No sé yo si habrá Baselworld 2023 tal como lo conocimos. Igual es por esto que este año se volvió a potenciar el apartado de joyas...
Nota al margen: con el hueco dejado por el Swatch Group y el que ahora dejará Breitling, más que un bulevard va a parecer la plaza de Tiananmen...
El argumento es que no pueden adaptarse a las fechas de Baselworld (a finales de abril, justo después del SIHH), pero entre líneas se puede leer que ese Summit, que ya se ensayó este año pasado, era la prueba del algodón, y muy mal les tenía que haber ido (o muy bien en Basel) para cambiar la decisión que ya habían tomado.
Eso sí, no se cierran las puertas para volver en 2021 "si los calendarios se pueden coordinar" con su propia reunión anual, que les permite manejar directamente sus tiempos y planes de comunicación. A pesar de alabar la gestión del nuevo equipo de Baselworld y lo rápido que han implementado una serie de mejoras, mucho tienen que cambiar las cosas para que esa presencia sea algo más que una declaración de cortesía hacia la feria.
Con el precedente de Swatch Group (del que no sabemos cómo le ha ido en Zurich) y el grupo LVMH en el alero (ha habido intensas reuniones feria-grupo para ver si se quedan para 2020) la cosa tiene bastante mala pinta para el millonario negocio de la feria de Basilea, que en mala hora se metió en una inversión faraónica para remozar las instalaciones.
Tres pies le quedan a la silla: Patek, Rolex y Chopard (los japoneses, con lo fuertes que son, no son representativos: vienen por pura obligación y les cuesta una millonada). No sé yo si habrá Baselworld 2023 tal como lo conocimos. Igual es por esto que este año se volvió a potenciar el apartado de joyas...
Nota al margen: con el hueco dejado por el Swatch Group y el que ahora dejará Breitling, más que un bulevard va a parecer la plaza de Tiananmen...