O también puede ser que no tuvieran mucho que decir porque todo sucedió tal y como aparece en los libros de ciencia e historia.
Pero claro, una conspiración a nivel global de todo el mundo científico y político -pasado y actual- es mucho mas jugoso.
Siempre me imagino al pobre estudiante de astronomia rebosante de ilusion, que entra por primera vez en el cuarto oscuro donde se supone que realizan las mediciones de la distancia entre la tierra y la luna -pobre iluso 🙄- lanzando un haz laser a los retroreflectores que dejaron los americanos y LOS RUSOS -si señor, los rusos- para averiguar con tremenda decepción que ¡¡Es todo un cuento!!. Lo que no llego a saber es si los tiran a todos a un rio con zapatos de cemento para guardar el secreto o los meten en nomina bajo amenaza de muerte.
O el pobre geologo que no ha podido dormir la noche anterior a poner sus manos en roca lunar, que todo el mundo le ha contado que contiene un mineral inedito en la tierra tanto en las rocas traidas por los americanos como por los rusos -si señor, de nuevo los rusos-, para averiguar que nanai de la china, otro al rio.
Hay otras muchas mas cosas que me dan que pensar de todo esto, ninguna que sea una contradicción tan palmaria como las anteriores, como por qué narices los rusos le dieron a Armstrong una medalla 🙄 o que en 20 años la KGB -hasta la disolución de la URSS- no consiguió una sola pista jugosa que seguir para desenmascarar toda esta burda representacion en cientos de miles de personas que trabajaron en las casi 400 empresas implicadas en el proyecto.
Esto último supongo que es porque todo el aparato político y militar de la URSS estaba en el ajo también.
Claro, si no es imposible de explicar que, siendo publicas las trayectorias de las misiones apolo a partir de la XII -si no recuerdo mal-, Trayectorias que podía seguir la URSS con su red de espacio profundo, Tampoco desenmascarasen esta burda pantomima los muy cobardes.