Tal y como vienen diciendo los compañeros…
Si te gusta: ¡adelante! Con JLC seguro que no te no te equivocas. Para mí vendría a ser una especie de PP, pero a menos de la mitad de precio y salvando ciertas distancias, claro.
Ahora bien, si lo que quieres son opiniones subjetivas, pues debo decirte que, yo personalmente, últimamente voy huyendo de la innecesaria complicación de una máquina o calibre base –cronógrafos integrados a parte-. Me explico: cada vez más me inclino hacia el purismo que proporciona un buen calibre exento de ruedecitas, palanquitas y otras zarandajas que, sin negarles el mérito que tienen desde el punto de vista mecánico y estrictamente necesarias para articular las complicaciones que con ellas se añaden, en nada mejoran el calibre base y que, en cambio, sí que lo “complican” en el doble sentido con el que empleamos tal término en relación a los relojes. Cuando tales complicaciones están ya integradas en la original concepción del calibre, la cuestión es, para mí, completamente diferente y, si sirve de ejemplo, sería como comparar un calibre cronográfico integrado con un calibre básico o “tractor”, al que se le añade un módulo: ni es lo mismo, ni para mí tiene el mismo valor, ni, normalmente, funciona igual de bien ni con el mismo grado de confiabilidad… En tales términos, vengo a preferir al calibre base, sin mayores aditamentos que, en su caso, la fecha.
Otra cuestión es la de que realmente necesitemos “de verdad” alguna de dichas complicaciones, partiendo de determinadas exigencias personales. Pues bien, en ese caso escojamos el reloj que posee tal complicación, aunque sea añadida, pero mi consejo u opinión, sería no complicar más la cuestión con otras complicaciones que no hacen sino aumentar el cálculo de probabilidades de encontrarnos con futuros problemas de funcionamiento y que, además, no nos cubren ninguna necesidad personal, más allá del vano placer que pueda representarnos el hecho de que el reloj las posea.
En cuanto al caso concreto del JLC Master Moon que has pre seleccionado, aunque como marca y calibre base es excepcionalmente bueno, atractivo y deseable, todas sus complicaciones son “añadidas” y, no por ello, mejoran tal calibre. Coincido con 4800s que la representación gráfica de la indicación de reserva de marcha está un poquito desproporcionada por grande; las ventanitas indicadoras del día de la semana y del mes en curso, las encuentro demasiado separadas; no me acaba de convencer el segundero “navegando” sobre la indicación de la fase lunar, y tampoco me acaba de convencer el indicación del día del mes con ese sistema de manecilla acabado en forma de media luna (me gusta más el sistema de ventanilla).
Ahora me preguntarás: pero entonces… ¿no te gusta nada de ese reloj? Y mi respuesta, paradójicamente sería: sí que me gusta y mucho, pero por 6000 €, me permito analizarlo con un rigor y grado de exigencia que probablemente no haría con otros, y es que entiendo que, en esta ocasión JLC ha querido meterlo “todo en uno” y no ha podido “moderar” la estética final con su maestría habitual.
Si no nos salimos de JLC, y mantenemos el presupuesto inicial, para mí dos de sus relojes ocuparían un lugar preferente al Master Moon, tanto por estética, como por poseer unos calibres algo más integrados con sus complicaciones.
Uno sería, como ya han apuntado algunos, el Master Compresor Memovox. Posee una estética vanguardista e innovadora, sin olvidar los clásicos orígenes del memovox tradicional. Es un reloj muy elegante cuando la situación lo requiere, y de una refinada deportividad cuando su uso se quiere orientar hacia tales derroteros, máxime cuando está al caer la correa de caucho específicamente diseñada para él por JLC.
Su calibre 918, no es más que la versión más actual de un calibre cásico de JLC que, de momento, ya ha aguantado unos cincuenta años de historia. Su sonoridad y timbre, de lo mejor que este tipo de sonería puede llegar a ofrecer: ¡y todo diseñado e integrado para que sea así!
El otro candidato sería el Reverso Grande Date, con su calibre 875, doble barrilete, reserva de marcha de ocho días con su consiguiente indicación, calendario grande e independiente para las unidades y las decenas y casi milagrosa e inexplicablemente situado en una esquinita del reloj (sólo JLC podía hacer algo así) y, por supuesto, cuerda manual y cristal de zafiro para admirar ese precioso calibre.
Como ves, dos prácticas y originales complicaciones que se “salen” de bonitas, originales e ingeniosas, en lugar de prodigarse con otras menos útiles y estéticas, para mi gusto.
Por supuesto que si nos salimos de JLC, yo particularmente me dejaría caer en brazos de Glashütte Original y, más concretamente, con su modelo PanoReserve dotado del precioso calibre manual 65-01 ¡qué te voy a contar de él que no haya ya contado en este foro!
https://relojes-especiales.com/threads/glashütte-original-panoreserve-por-paso.653/
Un saludo.