Japón tiene una larguísima tradición de generar creaciones materiales exclusivas, de elaboración exquisitísima y con un aura cuasimitológica, en muchas ocasiones de una manera más extrema y obsesiva que en occidente. Es un tema cultural que en parte viene del animismo sintoísta (los objetos pueden tener alma) y del zen, donde elaborar algo perfecta y concienzudamente es una forma de meditación. En época feudal había cuencos para la ceremonia del té que valían un castillo, y no es una figura retórica
El ejemplo más conocido es el arte de la espada, lo que solemos llamar reduccionistamente "katana" pero ellos llaman Nihonto (espada japonesa) o Shinken ("espada verdadera", de hecho se ha convertido en una frase hecha en japonés, algo "shinken" es algo dicho en serio, de verdad de la buena). El grado de conossieurismo absolutamente minucioso en el mundo de la espada japonesa difícilmente lo he visto en el mundo occidental, desde el gránulo que forma el metal forjado y plegado (cientos de tipos), los diferentes pulidos que llevan meses, la forma del canto, las diferentes aristas y superficies de la punta, la línea de templado del filo (hamon) que parece un humo fantasmal... por no hablar del arte de las koshirae (la guarnición, empuñadura, pomo, ertc...)
Ni qué decir tiene que en Japón es ilegal cualquier espada que no esté forjada siguiendo métodos tradicionales y certificada por el gobierno. O hay Nihonto o katanas para practicar iaido con hoja de aluminio y romas, que no se consideran espadas. Nada de espadas "industriales", pese a que cualquier acero industrial moderno puede ser mucho más resistente que el método tradicional de acero impuro "tamahagane" y plegado de la hoja.... (esto sería un poco como el reloj mecánico, arcaico y tradicional, frente al cuarzo). Los chinos, cómo no, fabrican desde espadas de tipo japonés (que nunca serán un Nihonto) a mano y excentes, hojas industriales prácticas y duraderas y mierdas de bazar. Estrictamente están prohibidas en Japón pero creo, por lo menos antes, que también se hacen su hueco allá, aunque nunca tienen en la psique japonesa status de verdadera espada.
Los japoneses aplican esa filosofía de producto artístico y exclusivo casi con alma a sus gamas altas como Grand Seiko o Credor. Pero es una cuestión cultural. Supongo que para nosotros occidentales el reloj suizo, con toda su tradición, es como para ellos el Nihonto. Puede haber espadas magníficas, algunas de igual o incluso mejor calidad y relación precio/materiales/durabilidad, pero nunca la verán como "the real deal"