Goldoff
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Puede que no guste a muchos de los foreros, pero hay que reconocer que Hublot no es precisamente una marca que se dedique a poner calibres ajenos en cajas más o menos estandarizadas. Al menos de unos años para acá.
Tras una importante inversión en la industrialización del zafiro en varios colores (transparente, negro, amarillo, azul y el siempre complicado rojo) en Hublot se dieron cuenta de que les faltaba un verde. Verde esmeralda, para más señas. Y que si el rojo era complicado, ese verde parecía imposible. Es por eso que explorando nuevas posibilidades dieron con el SAXEM, un material nunca antes usado en relojería. El SAXEM es básicamente zafiro (óxido de aluminio) mezclado con algunas de las llamadas tierras raras, como thulio y holmio, entre otras.
Al resultado lo podríamos llamar esmeralda sintética, con el mismo color que la gema pero lo suficientemente dura como para podrer ser mecanizada -aparte de moldeada en un estado inicial-, con una estructura cristalina cúbica que hace que la luz arranque destellos sea cual sea el ángulo de observación. Combinado con los seis tornillos de titanio negro pulido y microgranallado en forma de H en el bisel, los insertos de caucho y la corona negra también negra, le dan un aspecto de nave interestelar (o al menos a mí me lo parece).
Lo que contiene esta caja excepcional no lo es menos. Dentro del Big Bang MP11 encontramos el calibre Hublot HUB0911, un calibre esqueleteado de carga manual compuesto de 270 piezas dotado de una reserva de marcha fuera de lo común: dos semanas. Hublot lo ha conseguido gracias a una espectacular arquitectura que integra siete barriletes acoplados en serie, un grupo que alcanza un grosor de 10,92 mm. Algo que no parece exagerado teniendo en cuenta que están puetos en perpendicular a la tija. Para permitir la transmisión de energía entre el eje horizontal de los barriletes y el engranaje vertical que controla la visualización de las horas y minutos, los diseñadores recurrieron a un sistema pocas veces visto en relojería: un giro de 90 grados a través de una rueda de engranajes de dentado helicoidal, del tipo «tornillo sin fin».
El calibre Hublot HUB0911 dispone además de un sistema de raquetería patentado, un escape elaborado en silicio y puentes y pletina negros. La reserva de marcha se muestra directamente en un cilindro colocado a la izquierda de los siete barriletes, y sobre el cristal de zafiro puede leerse la inscripción DAY POWER RESERVE. El cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos y el bisel de SAXEM verde se abomban sobre la forma de los barriletes cilíndricos, lo que proporciona un efecto lupa sobre el indicador de la reserva de marcha.
La carga manual del Big Bang MP-11 de SAXEM se lleva a cabo a través de la gran corona acanalada del reloj, dotada de un relieve del tipo «tornillo sin fin» que evoca la rueda helicoidal, o bien con ayuda de una turbina eléctrica Torx inspirada en las que se usan en las carreras de F1.
El precio de 125.000 euros más impuestos es algo que podríamos discutir si no fuera porque se han producido tan sólo 20 unidades y que probablemente estén ya todas colocadas.
Bien, podemos discutirlo igualmente, si queréis
Tras una importante inversión en la industrialización del zafiro en varios colores (transparente, negro, amarillo, azul y el siempre complicado rojo) en Hublot se dieron cuenta de que les faltaba un verde. Verde esmeralda, para más señas. Y que si el rojo era complicado, ese verde parecía imposible. Es por eso que explorando nuevas posibilidades dieron con el SAXEM, un material nunca antes usado en relojería. El SAXEM es básicamente zafiro (óxido de aluminio) mezclado con algunas de las llamadas tierras raras, como thulio y holmio, entre otras.
Al resultado lo podríamos llamar esmeralda sintética, con el mismo color que la gema pero lo suficientemente dura como para podrer ser mecanizada -aparte de moldeada en un estado inicial-, con una estructura cristalina cúbica que hace que la luz arranque destellos sea cual sea el ángulo de observación. Combinado con los seis tornillos de titanio negro pulido y microgranallado en forma de H en el bisel, los insertos de caucho y la corona negra también negra, le dan un aspecto de nave interestelar (o al menos a mí me lo parece).
Lo que contiene esta caja excepcional no lo es menos. Dentro del Big Bang MP11 encontramos el calibre Hublot HUB0911, un calibre esqueleteado de carga manual compuesto de 270 piezas dotado de una reserva de marcha fuera de lo común: dos semanas. Hublot lo ha conseguido gracias a una espectacular arquitectura que integra siete barriletes acoplados en serie, un grupo que alcanza un grosor de 10,92 mm. Algo que no parece exagerado teniendo en cuenta que están puetos en perpendicular a la tija. Para permitir la transmisión de energía entre el eje horizontal de los barriletes y el engranaje vertical que controla la visualización de las horas y minutos, los diseñadores recurrieron a un sistema pocas veces visto en relojería: un giro de 90 grados a través de una rueda de engranajes de dentado helicoidal, del tipo «tornillo sin fin».
El calibre Hublot HUB0911 dispone además de un sistema de raquetería patentado, un escape elaborado en silicio y puentes y pletina negros. La reserva de marcha se muestra directamente en un cilindro colocado a la izquierda de los siete barriletes, y sobre el cristal de zafiro puede leerse la inscripción DAY POWER RESERVE. El cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos y el bisel de SAXEM verde se abomban sobre la forma de los barriletes cilíndricos, lo que proporciona un efecto lupa sobre el indicador de la reserva de marcha.
La carga manual del Big Bang MP-11 de SAXEM se lleva a cabo a través de la gran corona acanalada del reloj, dotada de un relieve del tipo «tornillo sin fin» que evoca la rueda helicoidal, o bien con ayuda de una turbina eléctrica Torx inspirada en las que se usan en las carreras de F1.
El precio de 125.000 euros más impuestos es algo que podríamos discutir si no fuera porque se han producido tan sólo 20 unidades y que probablemente estén ya todas colocadas.
Bien, podemos discutirlo igualmente, si queréis