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El aficionado RE

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He disfrutado mucho leyendo tu relato corto tan bien escrito, lleno de ingenio con pinceladas de ironía muy bien puestas. Debería ser de "obligada" lectura para los nuevos miembros que se registran en el foro como ocurre en los colegios con algunos textos. Un saludo y gracias por hacerme menos vulagaris.
 
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He disfrutado mucho leyendo tu relato corto tan bien escrito, lleno de ingenio con pinceladas de ironía muy bien puestas. Debería ser de "obligada" lectura para los nuevos miembros que se registran en el foro como ocurre en los colegios con algunos textos. Un saludo y gracias por hacerme menos vulagaris.
Muchas gracias por tus palabras. Honor que me haces.
Abrazos!
 
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Emoticono para el hilo: :ok:
 
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Buenísimo relato veraniego sobre el devenir de esta afición.

Solamente incluiría un matiz, una vez alcanzado el único reloj (el grial que somete a todos los demás) el reflejo final en el escaparate de la joyería, no es el de un mero homo vulgaris, es el homo vulgaris que "se ha pasado el juego", y ese brillito siempre lo acompañará. Aunque eso lo sabe él.
 
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Ser un mero mortal, también conocido como homo vulgaris, es alguien que se levanta por la mañana, se asea, se viste con la ropa elegida para el día, desayuna en muchos casos y se lanza a la calle a realizar su actividad diaria. En su muñeca luce un reloj, el mismo con el que se acostó, jugó a parchís con sus hijos pequeños, usó para hacer un poco de bricolage en casa, enjabonó en la ducha cuando lo llevaba puesto sin molestarse en quitarlo o tecleó durante horas en el ordenador sin importarle si el brazalete rozaba contra el teclado o la mesa.

Sus aficiones corrientes pueden ser el deporte, el motor, el cine, la música o la literatura, esto último cada vez más en desuso, pero en pocas ocasiones dedica una gran parte de su tiempo libre a bucear en internet cómo mejorar dicha afición, atesorar productos relacionados con ella y rara vez emplea buena parte de sus ahorros en financiar tal afición.

El tal homo vulgaris no entra en un subgénero conocido como coleccionista o friki porque tiene mesura y no se le ocurre ir cambiando, por ejemplo, de reloj varias veces al día. Muy al contrario, al tener solo uno, no piensa en él más que para ver la hora y saber cuánto le falta para acabar la jornada laboral, que el niño se vaya a acostar o que el partido comience de una vez. Alguna vez se sorprenderá a sí mismo mirando el reloj más tiempo de lo normal, pero no para admirarlo, sino para ver si la vista aún le permite seguir viendo la fecha porque la presbicia comienza a hacer de las suyas.

Y ese homo vulgaris, o ser humano normal y corriente, no suele detenerse en cada relojería de cualquier calle que visita para comenzar a ver relojes en los escaparates porque ya tiene uno en la muñeca que funciona. Y si no, también tiene el móvil.

Sus novias o esposas suelen recibir regalos variados en sus cumpleaños, santos y aniversarios de boda. A veces, una joya, otras un viaje. Sin embargo, recibir un reloj no suele ser tan frecuente porque ellas también tienen uno que usan para todo y que compraron un día sin la ayuda ni consejo de sus parejas teniendo en cuenta que les encajara con los colores y estilo con los que suelen vestir usualmente. Que fuera automático, resistente al agua y con corona roscada es algo que no les preocupó en absoluto a la hora de elegirlo. Al igual que sus parejas masculinas, para ellas un reloj es un reloj y punto.



Sin embargo, el aficionado a los relojes habita noche y día en un cubículo llamado RE donde se cruzan y entrecruzan comentarios acerca de cientos de modelos, piezas, precios, correas, movimientos y decenas de asuntos varios. En sus trabajos aparecen meditabundos, envueltos en una ensoñación perpetua, con ojeras debido a las horas trasnochadas delante del ordenador buscando información sobre marcas, con fama de tener prisa por estar siempre mirándose la muñeca y alcanzan fama de hacer chistes relacionados con la horología y mandar por whatsapp a sus amigos memes de relojes que solamente ellos entienden.

El aficionado RE se cambia de reloj para cada actividad que se disponga a hacer. Se calza el G-shock para colgar un cuadro en la pared; el chrono cuando enciende el horno para preparar la pizza; el diver cuando lava los platos; el field si saca al perro a pasear; el pilot si sube a la terraza a tender la ropa y el dress cuando se pone el pijama para ir a dormir, ya que últimamente no encuentra ocasiones para ir de traje porque sus amigos ya se casaron y no hay bodas a la vista.

Los momentos previos a las vacaciones transcurren en un mar de dudas poniendo en claro el dilema sobre cuántos relojes llevarse y muy especialmente en qué rollo de viaje hacerlo.

El día anterior a la salida y mientras su mujer acaba de preparar las maletas, el aficionado RE debe encontrar solución a qué hacer con los relojes que se quedan en casa. ¿Quizás llevarlos a casa de un amigo? ¿Esconderlos en sitios insospechados? ¿Contratar un servicio de caja fuerte en una entidad bancaria? Para tomar tal decisión ha pasado en vela varias noches mientras su esposa pensaba que ese silencio que le acompañaba en sus últimos días se debía a algún problema en el trabajo que no quería compartir con ella para no preocuparla.

Y muy especialmente, el aficionado RE pondrá mil excusas para poseer una nueva pieza porque las palabras CRI acuñadas en el foro le atenazan y le convierten en un ser inquieto y alejado de una utopía llamada paz relojera que el homo vulgaris conoce, pero no el aficionado RE.

Y así, día tras día, y año tras año hasta que en un determinado momento surge la inspiración y decide vender todos sus relojes para quedarse con solamente uno y convencerse a sí mismo de que ese es el súmmum de la felicidad.

Primero salen los rusos y los homage para seguir después con los divers, los dress, el par de fligers suizos y finalmente los chronos con Valjoux 7750 que tanto le gustaban. Echa un vistazo a las almohadillas vacías de sus cajas y emite un largo suspiro. Ya está hecho y no hay vuelta atrás.

Poco tiempo después de su decisión y tras recibir decenas de comentarios de los compañeros del foro sobre su valentía y proeza, pues casi todos han apoyado moralmente su decisión y alabado su sano juicio, procede a despedirse cordialmente de todos y cierra la cuenta con una lagrimita con la intención de no regresar.



Unas semanas después se levanta por la mañana, se asea, se viste con la ropa elegida para el día, desayuna y se lanza a la calle a realizar su actividad diaria. En su muñeca luce un reloj, el mismo con el que se acostó, jugó a parchís con sus hijos pequeños, usó para hacer un poco de bricolage en casa, enjabonó en la ducha cuando lo llevaba puesto sin molestarse en quitarlo o tecleó durante horas en el ordenador sin importarle si el brazalete rozaba contra el teclado o la mesa.

Al mirar su propio reflejo en un escaparate de relojes se da cuenta de algo completamente inusual y no se reconoce a sí mismo porque ya no es el reflejo del aficionado RE que le había acompañado durante tantos años.
Se ha convertido en homo vulgaris.

Ver el archivos adjunto 2672529

Totalmente identificado, sobretodo por las vueltas que le estamos dando todos al "que me llevo en estas vacaciones?"
Mientras lo leía, me he imaginado la escena en blanco y negro, de un hombre pasando por delante de la relojería y mirando el escaparate con cara triste, y he visto el inicio de una muy buena película.

Esperamos más secuencias! :clap:
 
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Buena reflexión compañero, me lo leí entero me gustó mucho
Saludos
 
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Me ha encantado tu relato. Yo hace no mucho era un homo vulgaris, desconozco el momento exacto en el que me di el golpe en la cabeza y se me ocurrió comprar un smartwatch. Ese fue el inicio de todo, cuando me dije: "pero qué es esto? ESTO no es un reloj"....
Me he reído mucho con los relojes por actividad. No tendría claro cuál ponerme para hacer bricolaje (a parte del smartwatch a ver si se jode de una vez 😂).
Necesitaré también consejo del foro para que recomienden un reloj para montar el portabicis en el coche, una actividad de alto riesgo relojeril.

Enhorabuena por tu relato, me he sentido muy identificado!
 
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Buenísimo relato veraniego sobre el devenir de esta afición.

Solamente incluiría un matiz, una vez alcanzado el único reloj (el grial que somete a todos los demás) el reflejo final en el escaparate de la joyería, no es el de un mero homo vulgaris, es el homo vulgaris que "se ha pasado el juego", y ese brillito siempre lo acompañará. Aunque eso lo sabe él.
Buen apunte siempre y cuando te hayas quedado el grial, tipo Submariner, Speedmaster, El Primero o similar.
Eso sí, como te hayas quedado un simple Seiko Samurai o un Hamilton khaki field porque la pasta de las ventas han ido a otra cosa entonces la cara es de “joder, qué burro he sido”.
😂😂😂😂😂
Léase en modo broma, que cada uno hace y dispone de su dinero como le da la gana.
 
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Reacciones: Memento
:clap: :clap: :clap: jjjj, me ha encantado, grande, grande.
 
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Me ha encantado tu relato. Yo hace no mucho era un homo vulgaris, desconozco el momento exacto en el que me di el golpe en la cabeza y se me ocurrió comprar un smartwatch. Ese fue el inicio de todo, cuando me dije: "pero qué es esto? ESTO no es un reloj"....
Me he reído mucho con los relojes por actividad. No tendría claro cuál ponerme para hacer bricolaje (a parte del smartwatch a ver si se jode de una vez 😂).
Necesitaré también consejo del foro para que recomienden un reloj para montar el portabicis en el coche, una actividad de alto riesgo relojeril.

Enhorabuena por tu relato, me he sentido muy identificado!
El portabicis con un G-shock Protrek que te mide la altitud si te subes a la escalera a poner las bicis en la baca.
Gracias por tu amable comentario. Saludos!
 
Totalmente identificado, sobretodo por las vueltas que le estamos dando todos al "que me llevo en estas vacaciones?"
Mientras lo leía, me he imaginado la escena en blanco y negro, de un hombre pasando por delante de la relojería y mirando el escaparate con cara triste, y he visto el inicio de una muy buena película.

Esperamos más secuencias! :clap:
Qué bien esa imagen que has detallado. Trabajaremos en ello.
Gracias, compi!
 
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Reacciones: rduelo36
Excelente narración, estimado Jose. 👍🏼
Se nota que tienes tiempo libre para dejar volar la imaginación en tu retiro veraniego menorquín… 😉

Sólo un consejo (para todos): lo que nunca, jamás de los jamases, debe hacer el “homo relojensis” (otros abogan por llamarlo “homo horologicus”) es anunciar públicamente que se va de vacaciones y publicar fotos desde su destino. Todo eso debe hacerse siempre a posteriori, habiendo retomado la posesión de la morada habitual. 😎

Un abrazote, “chéspir”…!!! 😜🤟🏼
 
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Genial. En este mundo, el nuestro, en el que escasea la lectura, la redacción coherente y el don de la escritura, se agradecen una palabras tan bien escritas.
 
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Excelente narración, estimado Jose. 👍🏼
Se nota que tienes tiempo libre para dejar volar la imaginación en tu retiro veraniego menorquín… 😉

Sólo un consejo (para todos): lo que nunca, jamás de los jamases, debe hacer el “homo relojensis” (otros abogan por llamarlo “homo horologicus”) es anunciar públicamente que se va de vacaciones y publicar fotos desde su destino. Todo eso debe hacerse siempre a posteriori, habiendo retomado la posesión de la morada habitual. 😎

Un abrazote, “chéspir”…!!! 😜🤟🏼
Gracias Marcel. Afortunadamente, en mi caso lo tengo bajo control y la morada habitual sigue habitada. Los cacos no tienen nada que hacer.
Un abrazo!
 
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Genial. En este mundo, el nuestro, en el que escasea la lectura, la redacción coherente y el don de la escritura, se agradecen una palabras tan bien escritas.
Gracias, compañero. Siempre me ha gustado escribir y disfruto mucho haciéndolo, especialmente en un entorno en que lo aprecien.
Un abrazo.
 
Una maravilla de relato.
¡Felicidades!
 
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Siempre es un placer leerte. La Paz relojera existe cuando llevas un montón de años en esto.
 
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Siempre es un placer leerte. La Paz relojera existe cuando llevas un montón de años en esto.
Y si no la hay, habrá que tener fe.
Gracias, compañero!
 
Anteayer tenía cuatro Casio, ayer me llegó el quinto... Hace un rato he leído un comentario de broma de un compi que decía que dentro de poco necesitará una caja solo para esta marca. He recordado que tengo una caja de 6 vacía, y he entrado en Ebay a comprar el sexto Casio que completará dicha caja 🤣🤣
Lo malo es que terminó de darme cuenta que ahora tendré 5 huecos en la caja de 24 relojes donde dormían esos Casio.
Y vuelta a empezar...🤣🤣🤣
Me gusta tu forma de pensar.
 
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Reacciones: Martini
Entretenido relato. Gracias por compartir tu reflexión.
 
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En su muñeca luce un reloj, el mismo con el que se acostó, jugó a parchís con sus hijos pequeños, usó para hacer un poco de bricolage en casa, enjabonó en la ducha cuando lo llevaba puesto sin molestarse en quitarlo o tecleó durante horas en el ordenador sin importarle si el brazalete rozaba contra el teclado o la mesa.


Estoy temblando de miedo. ¿Y si me pasara a mí? 😀


Qué delicia de texto. ¡Gracias por compartir la creatividad!
 
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