Sampo
Forer@ Senior
Sin verificar
Hay veces que algo tan aparentemente sencillo como la compra de un reloj se torna un culebrón estrambótico. De repente te preguntas en qué momento entraste en una comedia de enredos, con la salvedad de que la comedia no te hace ni p*** gracia, básicamente porque te ves compuesto y sin reloj. Y sin pasta. Ahora que por fin mi culebrón tuvo final satisfactorio, que no feliz, lo cuento por aquí por si a alguien le puede servir de algo la experiencia.
El culpable de todo es este
Ya sé: el precio está inflado (como el de casi todos), más con un SW 200-1. Pero es bonito el jodido, y cuando uno te entra por los ojos y meses después todavía lo sigues mirando, llega un momento en que o lo olvidas o te lo compras. Yo decidí olvidarme del precio y comprarlo. Un día es un día.
En Bélgica, donde vivo, no hay concesionario oficial (no había, ahora ya sí hay uno reciente, para todo el Benelux), conque tenía que acudir a uno en el extranjero, y vaya usted a saber por qué, se me metió en la cabeza comprarlo en Francia a Horel.com.
El trato, estupendo: pronta respuesta a los mails, decido comprar el brazalete también (the house through the window!!), hago el pago, contestan que en una semana más o menos me avisarían del envío. Pero hete aquí que cuando me avisan de que el paquete saldría en breve, caigo en que probablemente el reloj me llegaría en vacaciones de Navidad, fechas en las ya yo no estaría el Bélgica, sino en España viendo a la familia y comiendo turrón. -Oiga, que si me lo puede usted mandar a esta dirección en España, que en Bélgica no voy a estar. -Cómo no, faltaba más, dicho y hecho.
Es aquí donde tuve el gozo de conocer a la excelsa empresa de paquetería Seur. Al yo indicarle a Seur que ya que estábamos me dejaran el paquete en un punto de recogida oficial suyo, me contestan con alegría sandunguera que sí señor, a la orden, pero que ya se puede sentar a esperar porque entre Navidades y Covid, los envíos van para largo, y que ya me mandarían confirmación de entrega. Y como cuando esperamos un juguetito nuevo nos come el ansia por las patas para arriba, ahí estaba yo mirando todos los días la web de Seur y mi código de envío. El mensaje era invariablemente el mismo: en tránsito, tenga en cuenta que por la covid 19 los envíos acumulan retrasos. De la confirmación, ni rastro. Paciencia.
Hasta que 10 días después el mensaje cambió. De "en tránsito" pasó a "devolución en curso". Los muy cachondos parece que lo habían entregado en el punto de recogida, pero no introdujeron los datos en la web ni mandaron confirmación ni aviso para recoger el paquete (más allá del aviso de que ¡hay retrasos!). ¡Pero qué simpático, Seur! Total, aviso a Horel, que el reloj les va devuelto para allá. Me contestan que vaya faena, pero que nada, que cuando lo reciban me lo vuelven a mandar. Paciencia (again).
Pasan las semanas y no hay rastro del reloj. -Oiga, ¿llegó mi reloj? -No, espere un poquito más. -Oiga, ¿llegó mi reloj? -Que noooo. -Oiga, ¿llegó mi reloj? -...
Al mes y medio de la devolución me acuerdo de Gila: -¿Se habrán dormido? -Mucho sueño pa un adulto Porque Horel ya pasaba olímpicamente de contestarme a los mails. Cuando les indico que casi 2 meses después comenzaba a experimentar cierto desasosiego, me contestan para decir que habían puesto una denuncia en el correo francés y que a esperar toca. ¡Esto es un Sinn Dios!, pero bueno, ¿cuánto puede tardar la investigación del correos Francés? Paciencia.
Al final, me tiré cerca de 2 meses más (des)esperando. Empezaba a pasárseme por la cabeza la remotísima e improbable posibilidad de que me estuvieran toreando. ¿Será posible que los de Horel no estén haciendo ni el huevo por averiguar qué fue de mi reloj? No podía ser que su alegre muchachada pecara de eso, naaaah. Y sin embargo, hacía meses ya que tenían mi pasta y por tanto escasos alicientes para ponerse a buscar. Para no dilatar el asunto, les pedí que me devolvieran mi dinero y reclamaran al seguro que seguro (¡jeje!) tienen como concesionario y empresa que son. Cuando a modo de respuesta vi pasar rodando ante mí un par de arbustos resecos empujados por el viento árido del far west, decidí llamar a Yul Brynner, Steve McQueen, Charles Bronson y todos los 7 magníficos, acompañados del tío la vara: abrí una disputa de PayPal (porque alguna de las neuronas sueltas que me quedan decidió en su día hacer el pago por PayPal, todavía hay esperanza para mí).
Total, los taciturnos muchachos de Horel mudaron en locuaces alegantines verborreicos para glosar cómo los pérfidos ejecutivos de correos los hacían esperar meses para concertar una entrevista que arrojara luz sobre el misterioso sinno de mi Sinn, que si por ellos fuera ya habrían movilizado a Scotland Yard, pero que los de correos de Francia no colaboraban, que por favor esperara un poquito más, total, qué son 5 meses para recibir un reloj, que ya vería yo y tal y cual... Con delicadeza les comuniqué que incomprensiblemente para mí, algo me hacía dudar de su palabra y su buena fe, dicho siempre desde el cariño y el respeto. Y que escalaba el asunto a PayPal. Que tardó menos de 5 días en ingresarme la pasta, y sólo les faltó llamarme tonto por no reclamar antes. Habrían tenido razón.
Moraleja: Horel empezó bien, pero acabó mal, muuuuuuy mal. Aviso a navegantes.
Lo peor, que la experiencia me amargó el Sinn U1b. Me sigue gustando, pero me lo pensaré mucho antes de dejarme tentar otra vez. Si se me cruzara uno de segunda mano, a lo mejor, pero no suelen salir. Quizá tenía que ser así.
Si llegaste hasta aquí, ¡gracias!
El culpable de todo es este
Ya sé: el precio está inflado (como el de casi todos), más con un SW 200-1. Pero es bonito el jodido, y cuando uno te entra por los ojos y meses después todavía lo sigues mirando, llega un momento en que o lo olvidas o te lo compras. Yo decidí olvidarme del precio y comprarlo. Un día es un día.
En Bélgica, donde vivo, no hay concesionario oficial (no había, ahora ya sí hay uno reciente, para todo el Benelux), conque tenía que acudir a uno en el extranjero, y vaya usted a saber por qué, se me metió en la cabeza comprarlo en Francia a Horel.com.
El trato, estupendo: pronta respuesta a los mails, decido comprar el brazalete también (the house through the window!!), hago el pago, contestan que en una semana más o menos me avisarían del envío. Pero hete aquí que cuando me avisan de que el paquete saldría en breve, caigo en que probablemente el reloj me llegaría en vacaciones de Navidad, fechas en las ya yo no estaría el Bélgica, sino en España viendo a la familia y comiendo turrón. -Oiga, que si me lo puede usted mandar a esta dirección en España, que en Bélgica no voy a estar. -Cómo no, faltaba más, dicho y hecho.
Es aquí donde tuve el gozo de conocer a la excelsa empresa de paquetería Seur. Al yo indicarle a Seur que ya que estábamos me dejaran el paquete en un punto de recogida oficial suyo, me contestan con alegría sandunguera que sí señor, a la orden, pero que ya se puede sentar a esperar porque entre Navidades y Covid, los envíos van para largo, y que ya me mandarían confirmación de entrega. Y como cuando esperamos un juguetito nuevo nos come el ansia por las patas para arriba, ahí estaba yo mirando todos los días la web de Seur y mi código de envío. El mensaje era invariablemente el mismo: en tránsito, tenga en cuenta que por la covid 19 los envíos acumulan retrasos. De la confirmación, ni rastro. Paciencia.
Hasta que 10 días después el mensaje cambió. De "en tránsito" pasó a "devolución en curso". Los muy cachondos parece que lo habían entregado en el punto de recogida, pero no introdujeron los datos en la web ni mandaron confirmación ni aviso para recoger el paquete (más allá del aviso de que ¡hay retrasos!). ¡Pero qué simpático, Seur! Total, aviso a Horel, que el reloj les va devuelto para allá. Me contestan que vaya faena, pero que nada, que cuando lo reciban me lo vuelven a mandar. Paciencia (again).
Pasan las semanas y no hay rastro del reloj. -Oiga, ¿llegó mi reloj? -No, espere un poquito más. -Oiga, ¿llegó mi reloj? -Que noooo. -Oiga, ¿llegó mi reloj? -...
Al mes y medio de la devolución me acuerdo de Gila: -¿Se habrán dormido? -Mucho sueño pa un adulto Porque Horel ya pasaba olímpicamente de contestarme a los mails. Cuando les indico que casi 2 meses después comenzaba a experimentar cierto desasosiego, me contestan para decir que habían puesto una denuncia en el correo francés y que a esperar toca. ¡Esto es un Sinn Dios!, pero bueno, ¿cuánto puede tardar la investigación del correos Francés? Paciencia.
Al final, me tiré cerca de 2 meses más (des)esperando. Empezaba a pasárseme por la cabeza la remotísima e improbable posibilidad de que me estuvieran toreando. ¿Será posible que los de Horel no estén haciendo ni el huevo por averiguar qué fue de mi reloj? No podía ser que su alegre muchachada pecara de eso, naaaah. Y sin embargo, hacía meses ya que tenían mi pasta y por tanto escasos alicientes para ponerse a buscar. Para no dilatar el asunto, les pedí que me devolvieran mi dinero y reclamaran al seguro que seguro (¡jeje!) tienen como concesionario y empresa que son. Cuando a modo de respuesta vi pasar rodando ante mí un par de arbustos resecos empujados por el viento árido del far west, decidí llamar a Yul Brynner, Steve McQueen, Charles Bronson y todos los 7 magníficos, acompañados del tío la vara: abrí una disputa de PayPal (porque alguna de las neuronas sueltas que me quedan decidió en su día hacer el pago por PayPal, todavía hay esperanza para mí).
Total, los taciturnos muchachos de Horel mudaron en locuaces alegantines verborreicos para glosar cómo los pérfidos ejecutivos de correos los hacían esperar meses para concertar una entrevista que arrojara luz sobre el misterioso sinno de mi Sinn, que si por ellos fuera ya habrían movilizado a Scotland Yard, pero que los de correos de Francia no colaboraban, que por favor esperara un poquito más, total, qué son 5 meses para recibir un reloj, que ya vería yo y tal y cual... Con delicadeza les comuniqué que incomprensiblemente para mí, algo me hacía dudar de su palabra y su buena fe, dicho siempre desde el cariño y el respeto. Y que escalaba el asunto a PayPal. Que tardó menos de 5 días en ingresarme la pasta, y sólo les faltó llamarme tonto por no reclamar antes. Habrían tenido razón.
Moraleja: Horel empezó bien, pero acabó mal, muuuuuuy mal. Aviso a navegantes.
Lo peor, que la experiencia me amargó el Sinn U1b. Me sigue gustando, pero me lo pensaré mucho antes de dejarme tentar otra vez. Si se me cruzara uno de segunda mano, a lo mejor, pero no suelen salir. Quizá tenía que ser así.
Si llegaste hasta aquí, ¡gracias!