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De Ebauches S.A. a ETA S.A. : Historia de la supervivencia de la relojeria suiza
- Estado
, si lo desarrollas más con imagenes, tienes para publicar un libro guapo de esos que no hay en castellano, creo 
:
achueco
Quasi-forer@
Sin verificar
Capitulo 6 : Nicolás Hayek, el ingenioso Mr. Swatch
Desde la publicación de este hilo, me quedó dando vuelta en la cabeza la figura de este personaje que a traves de una receta tan inverosimil como poco ortodoxa y contra todos los pronosticos, puso nuevamente de pie a la industria relojera suiza.
Confieso que si hubiera estado en la mesa de decisión y me hubiesen dicho que para salir de la crisis tenian que "inventar "el reloj de plástico, y encima que eso permitiria alcanzar la linea de flotación para toda una industria en bancarrota, yo, le hubiese bajado el pulgar. Como dijo un triste personaje de mi pais: Mi voto hubiese sido no positivo.
Será por eso que me llamó tanto la atención, la historia de este personaje que como el salmón, nadó en contracorriente.
En 1963, Hayek fundó su propia firma de consultoría de gestión de empresa, la Hayek Engineering con sede en Zurich. Hayek asesoró con éxito en varias de las más grandes multinacionales y entre ellas, Omega. En 1979, Hayek Engineerring tenía más de 300 clientes en 30 países.
Una de sus máximas de gestión fue: "Los recursos empresariales más escasos son los empresarios formados en la alta dirección." El creia que en cargos ejecutivos las empresas ponian administradores y no empresarios
Desde mediados de los 70´s, la industria relojera suiza estaba a punto del colapso. Y aunque el reloj de cuarzo fue un invento suizo, los japoneses lo desarrollaron, poniendo en jaque con ello a la industria relojera suiza.
En 1982, un buen día, una empresa japonesa decidió comprar al gigante Omega por 400 millones de francos, pero Hayek, consejero de la compañía, se negó rotundamente
“Si los japoneses consideran que sólo sabemos hacer buenos quesos y chocolates, están equivocados con respecto a nuestras capacidades”, dijo entonces. Los japoneses aumentaron la oferta, pero el no fue reiterado".
E inició ese mismo día una cruzada para rescatar al sector relojero suizo.
A principios de 1983 se celebró la primera reunión entre Pierre Dubois Ministro socialista del gobierno Neuchâtel y Nicolas Hayek en el castillo de Neuchâtel.
Al frente de su propia compañía, Hayek Engineering, el consultor de Omega preparó previamente el terreno para la fusión de la Industria Relojera Suiza Corporation (HISS) y la Sociedad General de la Industria Relojera Suiza (ASUAG). convirtiendola en SMH, el mayor empleador en el cantón.
Pierre Dubois recibió a Nicolas Hayek con cierto recelo. "Vino a decirnos que iba a poner orden en la industria relojera. Que a pesar de las deudas acumuladas, él tendría éxito. Confiaba en reestructurar rápidamente la herramienta de producción ".
En un tono perentorio, Nicolas Hayek anunció en esa reunión, tanto a Dubois, como al viceministro, el radical Andrew Brandt, que también estuvo presente, el cierre de la fábrica de Ebauches Peseux en Fleurier y la unificación de producción de las fabricas de Ebauches Fontaines y de Balanciers en Saint-Aubin. La crisis relojera perderá 5.000 empleos en el cantón de Neuchâtel y 1000 para de SMH
Él juró que ningún otro centro de producción se vería afectada en el cantón.
"Pensé que nos estaba mintiendo y que habría muchos más despidos, recuerda Pierre Dubois. Pero no teníamos más remedio que creer.
Pero para mi sorpresa, el plan fue seguido de la letra ".
En aquella etapa comenzó una nueva "cruzada" de Hayek con la banca, esta vez bajo condiciones muy distintas. Había probado sobradamente su talento para los negocios y la meta era mucho más ambiciosa: persuadir a las instituciones de crédito de Suiza de que el problema que enfrenaba el sector relojero nada tenía que ver con los elevados sueldos que se pagaban en él, sino con la mala administración.
En 1983 constituyó formalmente la empresa SMH, producto de la fusión entre las dos principales relojeras de la época, ASUAG y SSIH, y en 1998 le cambió de nombre por el hoy legendario Grupo Swatch. Sus relojes contaban con 51 piezas, la mitad que el promedio de los relojes suizos de entonces, lo que redujo los costos de producción y mejoró la rentabilidad.
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“Incluso mis amigos se burlaban de mi propuesta. La noche que vi el primer reloj terminado, no pude dormir.
En un encuentro con estudiantes de la Universidad de Lausana para celebrar los 20 años de Swatch, en 2003, Hayek recordaba emotivo: “Nadie creía entonces que la locura de crear un reloj en plástico podría ser el rescate de nuestro sector.
Hayek el creador
Para Nicolas Hayek las palabras “empresario” y “artista” van siempre de la mano. Y para él, un administrador es sólo quien gestiona las cuentas, no quien arriesga lo propio. Es por eso que siempre animó a los jóvenes emprendedores.
La última entrevista concedida por Hayek fue al Wall Street y en una frase resumió sus seis décadas de empresario: “Yo no trabajo, yo me divierto entre 8 y 14 horas por día”.
Un par de meses antes, entrevistado por la publicación francesa Les Echos, fue cuestionado sobre la talla de su fortuna: “El dinero no cambia nada para mí. Soy perfectamente normal. Excepto porque aún creo en papá Noel y en los milagros”
Su último discurso oficial lo pronunció el pasado 12 de mayo del 2010 en la Asamblea de Accionistas de Swatch. Y su mensaje silenció a todos los agoreros del Apocalipsis.
“Durante esta crisis decidimos mantener los empleos; y sobre todo, no aceptar la mentalidad de fin del mundo, no ceder ante el catastrofismo mundial. El pánico no está en nuestro espíritu”.
Su lema es ya una leyenda: “No hagan lo que dicen los libros, sean creativos... sigan sus intuiciones”.
El reloj con alma
Había que dotarle de "alma" al producto. Y así lo hicimos.
Pero basar nuestra campaña publicitaria en sus 51 piezas complicaría la transmisión del mensaje que queríamos dar.
Posicionamos a Swatch como un símbolo de Suiza, un reloj de alta calidad a bajo precio, como sinónimo de provocación y de ganas de vivir.
"Cuando una empresa, y la aerolínea Swiss fue un ejemplo perfecto de esto, es dirigida por administradores y no por empresarios, su destino es la quiebra.
No se necesitan expertos en finanzas, sino empresarios. Gente dispuesta a dejar la piel en un proyecto.
Convencí a los bancos, conseguí socios, y arriesgué mi propio capital.
Y entonces lancé Swatch al mercado.
La producción de relojes de lujo estaba bien, pero no era suficiente, necesitábamos un reloj innovador y menos caro".
La filosofía Hayek
Un buen empresario es como un artista, no cesa de crear todo el tiempo.
Eso he querido ser siempre para mis empresas: Productos, puestos de trabajo, mercados,.
Un administrador sólo gestiona las cuentas. No arriesga su dinero.
Hayer ha sido siempre un enamorado de la física nuclear, según sus palabras "por culpa de la guerra", no suya.
La Segunda Guerra Mundial le dejó claro a su generación que "el átomo era fuente de generación de riqueza y también de paz".
Fue deportista y amante de las artes.
Le encantó el fútbol.
Hayek es también un apasionado del tenis, deporte que ha practicado toda su vida.
Su vida personal
Su vida adulta la construyó en Suiza, en donde ha pasado los últimos 50 años de su vida, 45 de ellos como suizo nacionalizado.
Le gustaba la pedagogía y la literatura. En su escritorio se hallan con frecuencia libros de poesía francesa, obras de Lamartine o de Víctor Hugo.
En una de las paredes pende aquel legendario poema de Kipling de "Serás hombre, hijo mío...".
"Quisiera crear una sociedad que permitiera a cada uno ser cada vez un poco más feliz, una que permita a cada quien sacar lo mejor de sí mismo sin importar lo que haga o diga el vecino".
Hayek falleció a causa de un paro cardiaco cuando trabajaba en su despacho.
Producto de la noticia del deceso de Nicolas Hayek ese lunes (28.06.2010), la acción de Grupo Swatch abrió la jornada del martes a la baja, con una pérdida inicial de 1,66% que se acentuó hasta 3,15% a las 13hs.
La edición 2010 de la lista de Forbes colocó a Nicolas Hayek como el cuarto hombre más rico de Suiza con haberes por 4.000 millones de francos suizos.
Desde la publicación de este hilo, me quedó dando vuelta en la cabeza la figura de este personaje que a traves de una receta tan inverosimil como poco ortodoxa y contra todos los pronosticos, puso nuevamente de pie a la industria relojera suiza.
Confieso que si hubiera estado en la mesa de decisión y me hubiesen dicho que para salir de la crisis tenian que "inventar "el reloj de plástico, y encima que eso permitiria alcanzar la linea de flotación para toda una industria en bancarrota, yo, le hubiese bajado el pulgar. Como dijo un triste personaje de mi pais: Mi voto hubiese sido no positivo.
Será por eso que me llamó tanto la atención, la historia de este personaje que como el salmón, nadó en contracorriente.
En 1963, Hayek fundó su propia firma de consultoría de gestión de empresa, la Hayek Engineering con sede en Zurich. Hayek asesoró con éxito en varias de las más grandes multinacionales y entre ellas, Omega. En 1979, Hayek Engineerring tenía más de 300 clientes en 30 países.
Una de sus máximas de gestión fue: "Los recursos empresariales más escasos son los empresarios formados en la alta dirección." El creia que en cargos ejecutivos las empresas ponian administradores y no empresarios
En 1982, un buen día, una empresa japonesa decidió comprar al gigante Omega por 400 millones de francos, pero Hayek, consejero de la compañía, se negó rotundamente
“Si los japoneses consideran que sólo sabemos hacer buenos quesos y chocolates, están equivocados con respecto a nuestras capacidades”, dijo entonces. Los japoneses aumentaron la oferta, pero el no fue reiterado".
E inició ese mismo día una cruzada para rescatar al sector relojero suizo.
Al frente de su propia compañía, Hayek Engineering, el consultor de Omega preparó previamente el terreno para la fusión de la Industria Relojera Suiza Corporation (HISS) y la Sociedad General de la Industria Relojera Suiza (ASUAG). convirtiendola en SMH, el mayor empleador en el cantón.
Pierre Dubois recibió a Nicolas Hayek con cierto recelo. "Vino a decirnos que iba a poner orden en la industria relojera. Que a pesar de las deudas acumuladas, él tendría éxito. Confiaba en reestructurar rápidamente la herramienta de producción ".
En un tono perentorio, Nicolas Hayek anunció en esa reunión, tanto a Dubois, como al viceministro, el radical Andrew Brandt, que también estuvo presente, el cierre de la fábrica de Ebauches Peseux en Fleurier y la unificación de producción de las fabricas de Ebauches Fontaines y de Balanciers en Saint-Aubin. La crisis relojera perderá 5.000 empleos en el cantón de Neuchâtel y 1000 para de SMH
Él juró que ningún otro centro de producción se vería afectada en el cantón.
"Pensé que nos estaba mintiendo y que habría muchos más despidos, recuerda Pierre Dubois. Pero no teníamos más remedio que creer.
Pero para mi sorpresa, el plan fue seguido de la letra ".
En aquella etapa comenzó una nueva "cruzada" de Hayek con la banca, esta vez bajo condiciones muy distintas. Había probado sobradamente su talento para los negocios y la meta era mucho más ambiciosa: persuadir a las instituciones de crédito de Suiza de que el problema que enfrenaba el sector relojero nada tenía que ver con los elevados sueldos que se pagaban en él, sino con la mala administración.
En 1983 constituyó formalmente la empresa SMH, producto de la fusión entre las dos principales relojeras de la época, ASUAG y SSIH, y en 1998 le cambió de nombre por el hoy legendario Grupo Swatch. Sus relojes contaban con 51 piezas, la mitad que el promedio de los relojes suizos de entonces, lo que redujo los costos de producción y mejoró la rentabilidad.
“Incluso mis amigos se burlaban de mi propuesta. La noche que vi el primer reloj terminado, no pude dormir.
En un encuentro con estudiantes de la Universidad de Lausana para celebrar los 20 años de Swatch, en 2003, Hayek recordaba emotivo: “Nadie creía entonces que la locura de crear un reloj en plástico podría ser el rescate de nuestro sector.
Hayek el creador
Para Nicolas Hayek las palabras “empresario” y “artista” van siempre de la mano. Y para él, un administrador es sólo quien gestiona las cuentas, no quien arriesga lo propio. Es por eso que siempre animó a los jóvenes emprendedores.
La última entrevista concedida por Hayek fue al Wall Street y en una frase resumió sus seis décadas de empresario: “Yo no trabajo, yo me divierto entre 8 y 14 horas por día”.
Un par de meses antes, entrevistado por la publicación francesa Les Echos, fue cuestionado sobre la talla de su fortuna: “El dinero no cambia nada para mí. Soy perfectamente normal. Excepto porque aún creo en papá Noel y en los milagros”
Su último discurso oficial lo pronunció el pasado 12 de mayo del 2010 en la Asamblea de Accionistas de Swatch. Y su mensaje silenció a todos los agoreros del Apocalipsis.
“Durante esta crisis decidimos mantener los empleos; y sobre todo, no aceptar la mentalidad de fin del mundo, no ceder ante el catastrofismo mundial. El pánico no está en nuestro espíritu”.
Su lema es ya una leyenda: “No hagan lo que dicen los libros, sean creativos... sigan sus intuiciones”.
El reloj con alma
Había que dotarle de "alma" al producto. Y así lo hicimos.
Pero basar nuestra campaña publicitaria en sus 51 piezas complicaría la transmisión del mensaje que queríamos dar.
Posicionamos a Swatch como un símbolo de Suiza, un reloj de alta calidad a bajo precio, como sinónimo de provocación y de ganas de vivir.
"Cuando una empresa, y la aerolínea Swiss fue un ejemplo perfecto de esto, es dirigida por administradores y no por empresarios, su destino es la quiebra.
No se necesitan expertos en finanzas, sino empresarios. Gente dispuesta a dejar la piel en un proyecto.
Convencí a los bancos, conseguí socios, y arriesgué mi propio capital.
Y entonces lancé Swatch al mercado.
La producción de relojes de lujo estaba bien, pero no era suficiente, necesitábamos un reloj innovador y menos caro".
La filosofía Hayek
Un buen empresario es como un artista, no cesa de crear todo el tiempo.
Eso he querido ser siempre para mis empresas: Productos, puestos de trabajo, mercados,.
Un administrador sólo gestiona las cuentas. No arriesga su dinero.
Hayer ha sido siempre un enamorado de la física nuclear, según sus palabras "por culpa de la guerra", no suya.
La Segunda Guerra Mundial le dejó claro a su generación que "el átomo era fuente de generación de riqueza y también de paz".
Fue deportista y amante de las artes.
Le encantó el fútbol.
Hayek es también un apasionado del tenis, deporte que ha practicado toda su vida.
Su vida personal
Su vida adulta la construyó en Suiza, en donde ha pasado los últimos 50 años de su vida, 45 de ellos como suizo nacionalizado.
Le gustaba la pedagogía y la literatura. En su escritorio se hallan con frecuencia libros de poesía francesa, obras de Lamartine o de Víctor Hugo.
En una de las paredes pende aquel legendario poema de Kipling de "Serás hombre, hijo mío...".
"Quisiera crear una sociedad que permitiera a cada uno ser cada vez un poco más feliz, una que permita a cada quien sacar lo mejor de sí mismo sin importar lo que haga o diga el vecino".
Hayek falleció a causa de un paro cardiaco cuando trabajaba en su despacho.
Producto de la noticia del deceso de Nicolas Hayek ese lunes (28.06.2010), la acción de Grupo Swatch abrió la jornada del martes a la baja, con una pérdida inicial de 1,66% que se acentuó hasta 3,15% a las 13hs.
La edición 2010 de la lista de Forbes colocó a Nicolas Hayek como el cuarto hombre más rico de Suiza con haberes por 4.000 millones de francos suizos.
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