Este mes de abril se conmemora el aniversario de la misión Apolo XIII (1970), en la que el OMEGA Speedmaster cronometró 14 segundos críticos para ayudar a salvar la misión... bueno, en realidad a la tripulación. Cuando la misión Apolo XIII despegó el 11 de abril de 1970, nadie, ni a bordo ni en tierra, podía prever el drama y el casi desastre que se avecinaban.
La tripulación, comandada por el veterano astronauta James Lovell, tenía como destino la Luna. Este iba a ser el tercer alunizaje humano de la historia y el siguiente capítulo de éxito del proyecto Apolo. Junto con Jack Swigert, piloto del módulo de mando, y Fred Haise, piloto del módulo lunar, los tres astronautas iban equipados con sendos cronógrafos OMEGA Speedmaster Professional, parte del equipo oficial de la NASA para todas las misiones espaciales tripuladas desde 1965. Como describió James Ragan, el ingeniero de la NASA que probó y calificó por primera vez el OMEGA Speedmaster, en 1964: "Esos relojes tenían que estar allí por si surgía algún problema".
Tal vez por eso, tal vez por la numeración de la misión, el Apolo XIII sufrió un grave problema tan solo dos días después del lanzamiento, cuando un tanque de oxígeno explotó a bordo, inutilizó el Módulo de Servicio y sumió a los astronautas en una situación verdaderamente peligrosa. La misión a la Luna fue abandonada: se había convertido en una cuestión de vida o muerte, de devolver a la tripulación a casa sana y salva.
El módulo de servicio a tomar... vacío
Parte de la estrategia de rescate dirigida desde Houston consistió en trasladar a los astronautas al Módulo Lunar. El primer problema era que esta nave no estaba fabricada para albergar a tantas personas durante tanto tiempo. En consecuencia, y para ahorrar energía, la tripulación desconectó casi todo el sistema eléctrico, lo que inutilizó los temporizadores digitales y dejó a los astronautas casi a la deriva.
La NASA trabajó contra reloj durante días para superar la situación, cada vez más insegura. Como la misión se había desviado de su rumbo entre 60 y 80 millas náuticas, el módulo iniciaría la entrada en la atmósfera terrestre en un ángulo incorrecto y rebotaría en el espacio sin posibilidad de recuperación.
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Para reajustar manualmente el rumbo de la nave, era necesario quemar combustible durante 14 segundos exactos. No había margen de error. Sin sus temporizadores digitales, Jack Swigert utilizó su Speedmaster para cronometrar el encendido, mientras el comandante Lovell manejaba la nave utilizando el horizonte terrestre como guía.
Para alivio de todos, la maniobra funcionó a la perfección y, finalmente, el 17 de abril, 142 horas y 54 minutos después del lanzamiento, el Apolo 13 amerizó sano y salvo en el Océano Pacífico Sur. El reloj había cumplido su papel y funcionó exactamente como estaba previsto. Ese mismo año, el 5 de octubre de 1970, OMEGA recibió el "Silver Snoopy Award" de la NASA, como muestra de gratitud por su contribución al éxito de las misiones de vuelos espaciales tripulados.
¿Snoopy Award?
Estos días (en realidad ayer) se ha presentado el enésimo Speedy, esta vez con motivo del 50 aniversario de la concesión del Snoopy Award a Omega, en octubre de 1970. Como del reloj ya se está hablando mucho en el foro Omega me voy a limitar a poner alguna foto más y contaros de qué va el...
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Por cierto, la locura empezó en 2015:
Para celebrar los 45 años del Apolo XIII, Omega presenta el Speedmaster Apollo 13 Silver Snoopy Award, uno de los pocos Speedies con esfera blanca
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