Goldoff
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A raíz de la aparición del nuevo Big Crown Pointer Date (o, sintetizado, BCPD)
me gustaría hacer algunos comentarios.
Y el primero es que me alegra sobremanera que se haya aprovechado para reivindicar a Ulrich W. Herzog, hoy presidente honorario de Oris además de ser el padre de la co-CEO Claudine Gertiser. El señor Herzog es el auténtico artífice de la meteórica carrera de Oris desde los oscuros años del cuarzo, cuando lideró una compra de la empresa por parte de los directivos, hasta hoy, que puede mantener la cabeza muy alta incluso admitiendo que no es manufactura: el anuncio del calibre 110 hace 9 años fue un movimiento estratégico que hizo subir varios escalones a una reputación que estaba ya muy bien asentada, aunque revisando su propia web no dejan claro que no son ellos quienes producen físicamente los calibres. Un mal menor, en todo caso.
Le entrevisté aquí, donde precisamente explica el por qué de esa externalización en la producción:
Primer fruto del Oris Movement Creation Programme, el calibre 110 -manual- fue concebido con la vista puesta en el largo plazo, puesto que después vinieron los 111, 112, 113, 114 y 115, que añadían uan complicación a la base del 110, desde una fecha a la función GMT en distintos formatos.
No quedó ahí la cosa. Siguiendo la misma filosofía, luego han venido los 400 -automáticos- y sus variaciones: 401 con fecha y 403 con el pequeño segundero a las seis y la fecha por manecilla "pointer", marca de la casa.
Una de las cosas que mejor ha entendido Oris en esta nueva etapa de la relojería-capricho (en oposición a la funcionalidad, hoy día depositada en los aparatos electrónicos), es la estética. Y digo esto porque ya no se concibe un calibre -al menos un nuevo calibre- sin un mínimo de atención al apartado estético más allá del técnico. Como se suele decir, para gustos están los colores, no digamos ya si el gusto se manifiesta mirando o admirando una calibre mecánico. Los 11X son calibres "bonitos" (o al menos a mí me lo parecen) gracias al enorme barrilete que alberga más de un metro de muelle real y que condiciona al resto de componentes a la vista. Puestos a pedir, me hubiera gustado un mayor tamaño del volante o que su puente fuera de doble anclaje.
En el 40X han ido un paso más allá y evocan la figura del osito-mascota de Oris gracias a la posición simétrica de los dos barriletes que permiten la reserva de marcha de hasta 5 días.
El recién presentado calibre 473 no es solamente un 403 manual. Se le ha añadido un indicador de reserva de marcha en la parte trasera, algo bastante útil en un reloj de carga manual, sobre todo cuando esa reserva es larga. Y lo han bonito, además. No hay más que ver las fotos.
No me resisto a desvelar una anécdota que surgió en la entrevista que le hice a Herr Herzog, que quedó off the record y que me decido a revelar porque no hace más que hablar bien de él y de la marca: comentando la calidad general de los relojes, tanto intrínseca como percibida, le dije que me parecía una auténtica pena que algo tan básico en la percepción como las correas fueran tan "sencillitas" o en cualquier caso no parecieran estar a la altura. Me alegraría pensar que ese comentario no cayó en saco roto y que es parte del motivo de que Cervo Volante firme las nuevas -y hermosas- correas de Oris. Herzog me dijo que lo iba a tener en cuenta.
Finalmente, una crítica: ¿por qué ese precio de 4.200 € si no pierden ocasión para decir que buscan soluciones "baratas y fiables"?. Respecto al indicador de reserva de marcha: Los relojeros de Oris lo diseñaron para que fuera fácil de producir y ensamblar. La producción y el ensamblaje son precisamente los elementos de más peso en el precio de un reloj ¿no?
Puñetazo en la mesa de Oris
Una vez más Oris lo a vuelto a hacer…. Últimamente esta marca va de muy bien a mejor y parece no tener idea de detenerse… Lo comparto que opináis? https://monochrome-watches.com/oris-big-crown-calibre-473-with-new-hand-wound-movement-hands-on-specs-price/...
relojes-especiales.com
me gustaría hacer algunos comentarios.
Y el primero es que me alegra sobremanera que se haya aprovechado para reivindicar a Ulrich W. Herzog, hoy presidente honorario de Oris además de ser el padre de la co-CEO Claudine Gertiser. El señor Herzog es el auténtico artífice de la meteórica carrera de Oris desde los oscuros años del cuarzo, cuando lideró una compra de la empresa por parte de los directivos, hasta hoy, que puede mantener la cabeza muy alta incluso admitiendo que no es manufactura: el anuncio del calibre 110 hace 9 años fue un movimiento estratégico que hizo subir varios escalones a una reputación que estaba ya muy bien asentada, aunque revisando su propia web no dejan claro que no son ellos quienes producen físicamente los calibres. Un mal menor, en todo caso.
Le entrevisté aquí, donde precisamente explica el por qué de esa externalización en la producción:
Entrevista a Ulrich W. Herzog, presidente de ORIS -
Ulrich W. Herzog, presidente de ORIS, es una leyenda viva de la relojería suiza. Entró en la casa como director de marketing a finales de los años 60, vivió la crisis del cuarzo de los 70 y la venta de la empresa al grupo semi-público ASUAG (Allgemeine Schweizerische Uhrenindustrie AG).…
relojes-especiales.com
Primer fruto del Oris Movement Creation Programme, el calibre 110 -manual- fue concebido con la vista puesta en el largo plazo, puesto que después vinieron los 111, 112, 113, 114 y 115, que añadían uan complicación a la base del 110, desde una fecha a la función GMT en distintos formatos.
No quedó ahí la cosa. Siguiendo la misma filosofía, luego han venido los 400 -automáticos- y sus variaciones: 401 con fecha y 403 con el pequeño segundero a las seis y la fecha por manecilla "pointer", marca de la casa.
Una de las cosas que mejor ha entendido Oris en esta nueva etapa de la relojería-capricho (en oposición a la funcionalidad, hoy día depositada en los aparatos electrónicos), es la estética. Y digo esto porque ya no se concibe un calibre -al menos un nuevo calibre- sin un mínimo de atención al apartado estético más allá del técnico. Como se suele decir, para gustos están los colores, no digamos ya si el gusto se manifiesta mirando o admirando una calibre mecánico. Los 11X son calibres "bonitos" (o al menos a mí me lo parecen) gracias al enorme barrilete que alberga más de un metro de muelle real y que condiciona al resto de componentes a la vista. Puestos a pedir, me hubiera gustado un mayor tamaño del volante o que su puente fuera de doble anclaje.
En el 40X han ido un paso más allá y evocan la figura del osito-mascota de Oris gracias a la posición simétrica de los dos barriletes que permiten la reserva de marcha de hasta 5 días.
El recién presentado calibre 473 no es solamente un 403 manual. Se le ha añadido un indicador de reserva de marcha en la parte trasera, algo bastante útil en un reloj de carga manual, sobre todo cuando esa reserva es larga. Y lo han bonito, además. No hay más que ver las fotos.
No me resisto a desvelar una anécdota que surgió en la entrevista que le hice a Herr Herzog, que quedó off the record y que me decido a revelar porque no hace más que hablar bien de él y de la marca: comentando la calidad general de los relojes, tanto intrínseca como percibida, le dije que me parecía una auténtica pena que algo tan básico en la percepción como las correas fueran tan "sencillitas" o en cualquier caso no parecieran estar a la altura. Me alegraría pensar que ese comentario no cayó en saco roto y que es parte del motivo de que Cervo Volante firme las nuevas -y hermosas- correas de Oris. Herzog me dijo que lo iba a tener en cuenta.
Finalmente, una crítica: ¿por qué ese precio de 4.200 € si no pierden ocasión para decir que buscan soluciones "baratas y fiables"?. Respecto al indicador de reserva de marcha: Los relojeros de Oris lo diseñaron para que fuera fácil de producir y ensamblar. La producción y el ensamblaje son precisamente los elementos de más peso en el precio de un reloj ¿no?