Goldoff
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Preparando el reportaje sobre nuestra visita a Sellita,
creo que valdrá la pena presentar un contexto histórico tanto de la marca como de su actual propietario y de la "lucha" que él mismo inició con su antiguo proveedor y cliente a la vez: el Grupo Swatch o, más concretamente, ETA. Los datos proceden de diversas fuentes, aunque los más valiosos para mí son los que me proporcionó el propio Miguel García durante las horas que compartimos.
Sellita fue fundada en 1950 por Pierre Grandjean, y en sus inicios se dedicaba al ensamblaje de relojes completos para otros a partir de los distintos componentes que le llegaban de fuera, aunque no fabricaba ninguno de ellos. Lo que en el argot relojero venía a ser un "établisseur". Estando especializado en ensamblaje, en algún momento de los años 80 del siglo pasado empieza su relación con ETA (ya propiedad de Swatch Group) para montar calibres con las piezas que ésta le suministraba. Una vez montados, los testaba y los entregaba al cliente final en nombre de ETA.
Por su parte, Miguel García llega a Suiza siendo muy pequeño para tratarle un tema de salud. Sus padres habían tomado la decisión de trasladarse con toda la familia para facilitar el tratamiento. Ya no regresarían a España más que de visita. Al terminar la educación obligatoria, Miguel decide que no quiere seguir estudiando, y en 1987 entra en Sellita como "ayudante de despacho" atendiendo un anuncio en la prensa local. Va ascendiendo en la empresa al tiempo que el dueño -Grandjean- lo toma como pupilo al percibir su buena disposición para aprender. Llega a jefe de producción, pero a principios de los 2000 Grandjean sufre un infarto y lo nombra director general.
Para lo que viene, y a falta de ilustración, os dejo un hilo muy interesante sobre ETA:
En 1990 ETA había decidido empezar a montar sus propios calibres, convirtiéndose así en competencia de su hasta entonces proveedor. En 2002 anuncia que tiene la intención de dejar de suministrar "ebauches" (calibres sin terminar, a falta del órgano regulador) a empresas ajenas al Swatch Group. Quien quiera calibres deberá comprarlos completos, con el sobrecoste que eso iba a suponer. Es entonces cuando García se va a ver a Grandjean, que a la sazón se había retirado en Córcega, y le plantea la sucesión o, lo que es lo mismo, que le venda la empresa, algo que estaba ya pactado. Había llegado el momento de pleitear con el antiguo socio y necesitaba tener las manos libres. En 2003 se culmina la venta, y justo a tiempo, ya que dos años después, en 2005, Grandjean fallece.
El objetivo declarado por Nicolas Hayek, el patrón de Swatch Group, era espolear la creatividad de marcas que hasta ahora sólo habían hecho marketing aprovechándose del trabajo de otros (la propia ETA). El otro, no declarado, era obligarles a invertir cantidades ingentes de dinero y recursos que les quitara competitividad, dejando el rango medio de precios prácticamente en manos del Grupo Swatch.
Esta situación coincide con el final de la patente del calibre 2824, y es el propio Hayek quien anima a García a clonar ese "dinosaurio". Sellita reproduce el 2824, al que llamará SW-200, para poder suministrar a los clientes (ex-clientes, ahora) de ETA, que veían peligrar su propia subsistencia por falta tanto de calibres para los nuevos relojes como de piezas de recambio para los ya vendidos. Sellita asume el reto, con el compromiso de que las piezas del nuevo calibre sean totalmente intercambiables con los del ETA. En 2004/2005, y después de varios ensayo-error, lo logra, y a un precio competitivo, además. Esto, unido a esos primeros fallos (desgaste prematuro de los dientes en algún engranaje) desata el rumor -seguramente interesado- de que los Sellita son más baratos que los ETA porque son de peor calidad.
A la izquierda ETA 2024. A la derecha Sellita SW-200
En 2010 fallece Nicolas Hayek. El COMCO (el regulador suizo de la competencia) está todavía estudiando cómo gestionar esa voluntad de ETA frente al peligro cierto de colapsar la industria relojera suiza. Nick Hayek, hijo y sucesor del fundador, empieza a dar señales de disconformidad con lo que su padre desató y negoció, y en los años siguientes maniobrará para intentar dejar sin efecto la sentencia del COMCO, que llegará en 2014.
Fruto de ese interregno, en 2013 Sellita vendió 1,4 millones de movimientos: 800.000 calibres Sellita y 600.000 calibres ETA que se ensamblaban y revendían a partir de los kits suministrados por esta (en realidad el negocio tradicional de Sellita). A estas alturas, las inversiones de Sellita para lograr la independencia industrial son cuantiosas, lo que le lleva a denunciar las maniobras de Swatch Group dirigidas a diluir lo que el COMCO estaba por sentenciar.
Según los términos exactos del acuerdo alcanzado en 2014, “la obligación de facilitar los movimientos mecánicos se mantendrá en efecto hasta el 31 de Diciembre del 2019.” En 2014/2015 ETA entregaría el 75% del número medio de unidades vendidas entre 2009-2011; que se reduciría al 65% en 2016/2017 y al 55% en 2018/2019. La compañía también se comprometía tratar a cada uno de sus clientes “de manera igualitaria”. Y eso incluía a Sellita, que se esforzaba para dejar de depender de ETA. Su objetivo: incrementar la producción propia en 600.000 calibres para 2019. Esa objetivo de independencia incluía la parte más delicada de un calibre: el órgano regulador (volante, espiral, áncora, rueda de escape...) las inversiones en I+D para el cual empezaron ese mismo año.
Pero vino la crisis, que combinada con el sobre-estocaje que habían hecho muchas marcas (atemorizadas por el hipotético corte en seco del gigante) hizo que las ventas se desplomaran, generando a su vez un sobre-estocaje en los propios fabricantes de calibres (ver más abajo, en la entrevista de Le Temps)
En 2016 Hayek Jr. declara en otra entrevista a Le Temps una especie de "donde dije digo..." afirmando que lo que ellos habían dicho no era que quisieran dejar de suministrar a los ajenos al Swatch Group sino que querían poder elegir a sus clientes. Hubo un conato de volver a vender urbi et orbe a precios de derribo (lo que unido al prestigio de la marca amenazaba con hundir a la competencia), hasta que el COMCO tuvo que pararle los pies a ETA, que había vuelto a Baselworld 2016 después de haberla abandonado cinco años antes.
Al final llegó la tan temida fecha del 31 de diciembre de 2019 ¿y qué pasó? Pues que estábamos a punto de entrar en un periodo desconocido -la pandemia- y en realidad nada más en el ecosistema relojero, porque Sellita había hecho los deberes, había conseguido su objetivo de desarrollar su propio órgano regulador -con espiral y todo- y mantenía una producción de cerca de un millón de calibres al año, que se reparten entre sus más de 300 clientes.
A partir de aquí, nuestra visita. La primera impresión es de enormidad. Dos edificios que suman 11.000 metros cuadrados en un entorno muy "suizo", tanto por el paisaje-y los vecinos- como por la sensación de limpieza que se ve por todas partes, desde el césped bien cortado a la absoluta ausencia de basura (papeles, colillas) por el suelo. Sensación que se sigue percibiendo al entrar en las instalaciones y que llegará a su grado máximo cuando, vestidos con las preceptivas batas, atravesemos la pasarela que une ambos edificios: parece que estemos en la Estación Espacial Internacional.
En la Cret du Locle (entre La Chaux de Fonds y Le Locle) trabajan unas 550 personas, que son sólo una parte de una plantilla que supera los 800 efectivos. Además de esta fábrica (una manufactura de pleno derecho) Sellita Holding agrupa varias empresas, a saber: ATILES Design (nótese el anagrama de la matriz: Sellita-atileS) que se dedica exactamente a eso, diseñar relojes completos. Y como la discreción es la máxima de todo el grupo, en su web sólo muestran el crono que hicieron para la propia Sellita y que vimos en la muñeca de Miguel García.
Helios Micromechanics, adquirida recientemente y dedicada a la producción de componentes de precisión, como ruedas, engranajes, tijas o levas. Su actividad no es muy glamurosa, pero desde luego es vital. https://www.helios-ac.ch/
Technicor, que se dedica a la galvanoplastia, básicamente los recubrimiento dorados -o en otro color- y la decoración de las pletinas y puentes de los calibres. No tiene web propia, lo que me da a entender que sólo trabaja para Sellita.
Gurofa, fundada en Glashütte en 2005 y desde 2010 ubicada en Bärenstein cerca de Altenberg, no lejos de Glashütte. Aquí fabrican piezas de latón de alta precisión en grandes series, especialmente pletinas. https://www.gurofa.de/
Manufacture AMT (Advanced Mechanical Technology) sería la gama alta de Sellita, con calibres y complicaciones a medida. Hay a punto de salir un crono de carga bidireccional con función Flyback encargado por una prestigiosa marca con nombre de joyero (y no es Cartier).
Aun hay una sexta empresa -si no es que me he dejado alguna- que no aparece en la foto: Sellita Engineering, que estudia, diseña y fabrica muchas de las máquinas que se utilizan en los distintos procesos de producción. Podrían encargar fuera ese -carísimo- trabajo, pero Miguel García nos dijo que prefería hacer la inversión internamente y no tener que compartir la investigación que haría el proveedor con la competencia (a quien dicho proveedor vendería también la máquina en aras de amortizar esas inversiones). Y parece que les funciona.
Un detalle que creo define al personaje: en 2017, en lo más profundo de la crisis del sector, le entrevistaron el Le Temps:
Ahí se puede leer
"el período es complicado. Tuvimos mucho trabajo en 2013-2014, la caída de pedidos comenzó en 2015 y todo se aceleró en 2016. La caída en las ventas de relojes no es un secreto para nadie y nuestros clientes se están ahogando en inventario. Así lo reflejan nuestras cifras: en 2014 vendimos alrededor de 1,5 millones de movimientos (1 millón de calibres propios y alrededor de 500.000 del Grupo Swatch). Creo que en 2017 venderemos alrededor de 850.000 movimientos. Eso te da una idea de la situación."
Pero en la misma entrevista dice, referido a un edificio que había comprado frente al original de Sellita:
"A partir de 2018, Sellita se expandirá: demoleremos este edificio en febrero y luego construiremos una ampliación de 4.000 metros cuadrados para nuestra fábrica actual. Algunos departamentos están ya saturados y estamos aprovechando el período actual para diversificarnos, por ejemplo, fabricando nuestras propias máquinas o imaginando nuevos materiales."
Genio y figura.
Escribí en la pre-presentación la famosa frase de Roy Batty en Blade Runner: "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais". Y vi máquinas que "esculpían" volantes a partir de piezas metálicas en bruto, otras que tomaban esos mismos volantes, los testaban con un soplido de aire para 'saber' dónde había que equilibrarlos y les daba un toque de láser para conseguirlo. Seguidamente los distribuía en departamentos según su peso.
Vi otra máquina que cortaba áncoras, otra que les insertaba las paletas de rubí y después comprobaba que estaban en la posición correcta. Esto es muy importante, porque si están más o menos introducidas de lo necesario provocarán un mal fucionamiento o simplemente el mecanismo no funcionará. Con el tamaño que tiene una paleta (hablamos de pocas décimas de milímetro) la tolerancia tiende a cero. Y todo a velocidad de vértigo. Es hipnotizante ver cómo todas esas piezas se mueven -¡danzan!- en espacios tan reducidos.
Respecto al asunto del muelle espiral, Miguel nos contó que compran a un proveedor muy especializado una aleación de metal secreta que procesan completamente en interno. Desde estirarlo para conseguir el "alambre" base hasta pasarlo por otra máquina que lo aplanará para posteriormente poder enrollarlo. Este úultimo proceso de "aplanamiento" es tan sumamente delicado que el suelo donde se asienta la máquina está sobre amortiguadores para evitar la más mínima vibración (algo de capital importancia cuando tu fábrica se ubica a 5 -cinco- metros de la vía del tren que une Le Locle y La Chaux de Fonds). Ese espiral, por cierto, se fija al eje del volante mediante un "disparo" de láser, algo desarrollado internamente por el equipo de Sellita y en lo que se adelantó al "Gran Hermano".
Aquí, el punto láser, a las seis
El órgano regulador, completo
También de tecnología propia es la elaboración de los rodamientos de acero para los ejes de las masas oscilantes, que hubo que mejorar desde los primeros SW-200 porque se desgastaban con mucha rapidez. Los discos de calendario se producen e imprimen igualmente de forma interna, aunque García concede que algunas piezas, como determinados engranajes, proceden de proveedor externo.
Esta máquina, para hacer esferas diminutas, pero perfectas.
Se ha dicho, generalmente en tono despectivo, que Sellita no es más que un clonador de calibres dinosaurios tal como he comentado más arriba. Pero hasta eso ha cambiado: con el Sellita-1000 da inicio una nueva generación de calibres propios, que serán denominados con 4 cifras en lugar de 3. El SW-1000 es una apuesta por los calibres pequeños (llamados "de mujer") cuyo desarrollo pocos se habían atrevido a acometer debido a la moda cada vez más arraigada de "relojes grandes" incluso para ellas. Y vendrán más.
Último: cuántas veces habremos leído que en las manufacturas se monta cada calibre a mano... pues resulta que en Sellita también. No en el sentido de un relojero un reloj, pero sí en un montaje en cadena donde cada persona -generalmente mujeres, por su mayor capacidad de concentración- monta una parte específica en un lote de 20-30 calibres que le llegan en una cinta transportadora. Cuando termina, el lote pasa a la siguiente. Así es como salen un millón de calibres al año de los seis millones que produce Suiza. Teniendo en cuenta que Rolex produce otro millón y que podemos calcular que el Grupo Swatch/ETA no andará lejos de esa cifras (sólo Longines y Tissot ya venden alrededor de 4 millones de relojes, aunque no todos mecánicos) quedan muy poquitos fabricantes (Soprod, del grupo Festina, La Joux Perret, en manos de Citizen, Vaucher, Jacquet, Valfleurier de Richemont y las manufacturas de alta relojería con tiradas comparativamente cortas), de manera que podemos decir sin temor a equivocarnos que Sellita es una de las grandes manufacturas suizas. Ah, y también prepara calibres para obtener el COSC que algunos clientes le piden. Y ofrece el servicio completo, que consiste en que el cliente reciba el reloj completamente montado, sólo a falta de colocarle la correa o brazalete. Grandes marcas vi ahí, pero no puedo decir más.
Notas finales tomadas al vuelo:
- Miguel García es admirador de Rolex (desde un punto de vista industrial, se entiende), algo en lo que coincide con Thierry Stern, de Patek Philippe.
- A pesar de los malos augurios que que algunos aventan, la industria relojera suiza esta recuperando velocidad de crucero. La cartera de pedidos de Sellita para 2023 está completa. Nada raro si tenemos en cuenta que las planificaciones de los fabricantes se hacen con dos-tres años de antelación. Cuando la pandemia obligó a cerrar la planta y se cernía la incertidumbre, García ordenó mantener el nivel de pedidos a proveedores. Esto le permitió mantener el ritmo de producción cuando todo volvió a la quasi-normalidad y otros empezaron a tener problemas con los suministros.
- Sellita tiene alrededor de 300 clientes, con lo que sería más fácil enumerar las marcas que no le compran calibres que al contrario. Y también vende fuera. China es su principal mercado después de la propia Suiza, especialmente con el calibre SW-1000 dorado (que es dorado "in-house" gracias a la subsidiaria Technicor)
Algunas marcas que se proveen en Sellita (de dominio público):
Alpina
Anonimo
Armand Nicolet
Baume&Mercier
Benrus
Bell&Ross
Breitling
Christopher Ward
Delbana
Delma
Doxa
Eterna
Frederique Constant
Formex
Glycine
Hanhart
Hublot
IWC
Limes
Louis Erard
Marathon
Maurice Lacroix
Meistersinger
Mondaine
Montblanc
Movado
Mühle Glashütte
Norquain
Oris
Pharos
Raymond Weil
Sinn
Steinhart
TAG-Heuer
Tudor (al menos hasta que Kenissi esté a pleno rendimiento)
Victorinox
Este artículo se irá actualizando a medida que haya novedades que lo requieran.
Relojes Especiales visita Sellita, Oris y otras maravillas relojeras, de la mano de Cronowatch
Hace unos meses recibí una llamada de Manel Ruiz, uno de los dos socios de Cronowatch. Después de muchos años siendo el SAT de Breitling, y con el cambio de política de la marca, querían dar a conocer su nueva etapa. No sólo no dejan Breitling sino que añaden más marcas a su portfolio...
relojes-especiales.com
creo que valdrá la pena presentar un contexto histórico tanto de la marca como de su actual propietario y de la "lucha" que él mismo inició con su antiguo proveedor y cliente a la vez: el Grupo Swatch o, más concretamente, ETA. Los datos proceden de diversas fuentes, aunque los más valiosos para mí son los que me proporcionó el propio Miguel García durante las horas que compartimos.
Sellita fue fundada en 1950 por Pierre Grandjean, y en sus inicios se dedicaba al ensamblaje de relojes completos para otros a partir de los distintos componentes que le llegaban de fuera, aunque no fabricaba ninguno de ellos. Lo que en el argot relojero venía a ser un "établisseur". Estando especializado en ensamblaje, en algún momento de los años 80 del siglo pasado empieza su relación con ETA (ya propiedad de Swatch Group) para montar calibres con las piezas que ésta le suministraba. Una vez montados, los testaba y los entregaba al cliente final en nombre de ETA.
Por su parte, Miguel García llega a Suiza siendo muy pequeño para tratarle un tema de salud. Sus padres habían tomado la decisión de trasladarse con toda la familia para facilitar el tratamiento. Ya no regresarían a España más que de visita. Al terminar la educación obligatoria, Miguel decide que no quiere seguir estudiando, y en 1987 entra en Sellita como "ayudante de despacho" atendiendo un anuncio en la prensa local. Va ascendiendo en la empresa al tiempo que el dueño -Grandjean- lo toma como pupilo al percibir su buena disposición para aprender. Llega a jefe de producción, pero a principios de los 2000 Grandjean sufre un infarto y lo nombra director general.
Para lo que viene, y a falta de ilustración, os dejo un hilo muy interesante sobre ETA:
De Ebauches S.A. a ETA S.A. : Historia de la supervivencia de la relojeria suiza
Hola a todos: el otro día buscando información de uno de mis relojes, me topé con un articulo cuya historia era demasiado buena para no ser traducida al español y compartirla. Espero que les resulte tan atractiva como a mi y la puedan disfrutar No pretendo ni por un momento sacar crédito de la...
relojes-especiales.com
En 1990 ETA había decidido empezar a montar sus propios calibres, convirtiéndose así en competencia de su hasta entonces proveedor. En 2002 anuncia que tiene la intención de dejar de suministrar "ebauches" (calibres sin terminar, a falta del órgano regulador) a empresas ajenas al Swatch Group. Quien quiera calibres deberá comprarlos completos, con el sobrecoste que eso iba a suponer. Es entonces cuando García se va a ver a Grandjean, que a la sazón se había retirado en Córcega, y le plantea la sucesión o, lo que es lo mismo, que le venda la empresa, algo que estaba ya pactado. Había llegado el momento de pleitear con el antiguo socio y necesitaba tener las manos libres. En 2003 se culmina la venta, y justo a tiempo, ya que dos años después, en 2005, Grandjean fallece.
El objetivo declarado por Nicolas Hayek, el patrón de Swatch Group, era espolear la creatividad de marcas que hasta ahora sólo habían hecho marketing aprovechándose del trabajo de otros (la propia ETA). El otro, no declarado, era obligarles a invertir cantidades ingentes de dinero y recursos que les quitara competitividad, dejando el rango medio de precios prácticamente en manos del Grupo Swatch.
Esta situación coincide con el final de la patente del calibre 2824, y es el propio Hayek quien anima a García a clonar ese "dinosaurio". Sellita reproduce el 2824, al que llamará SW-200, para poder suministrar a los clientes (ex-clientes, ahora) de ETA, que veían peligrar su propia subsistencia por falta tanto de calibres para los nuevos relojes como de piezas de recambio para los ya vendidos. Sellita asume el reto, con el compromiso de que las piezas del nuevo calibre sean totalmente intercambiables con los del ETA. En 2004/2005, y después de varios ensayo-error, lo logra, y a un precio competitivo, además. Esto, unido a esos primeros fallos (desgaste prematuro de los dientes en algún engranaje) desata el rumor -seguramente interesado- de que los Sellita son más baratos que los ETA porque son de peor calidad.
A la izquierda ETA 2024. A la derecha Sellita SW-200
En 2010 fallece Nicolas Hayek. El COMCO (el regulador suizo de la competencia) está todavía estudiando cómo gestionar esa voluntad de ETA frente al peligro cierto de colapsar la industria relojera suiza. Nick Hayek, hijo y sucesor del fundador, empieza a dar señales de disconformidad con lo que su padre desató y negoció, y en los años siguientes maniobrará para intentar dejar sin efecto la sentencia del COMCO, que llegará en 2014.
Fruto de ese interregno, en 2013 Sellita vendió 1,4 millones de movimientos: 800.000 calibres Sellita y 600.000 calibres ETA que se ensamblaban y revendían a partir de los kits suministrados por esta (en realidad el negocio tradicional de Sellita). A estas alturas, las inversiones de Sellita para lograr la independencia industrial son cuantiosas, lo que le lleva a denunciar las maniobras de Swatch Group dirigidas a diluir lo que el COMCO estaba por sentenciar.
Según los términos exactos del acuerdo alcanzado en 2014, “la obligación de facilitar los movimientos mecánicos se mantendrá en efecto hasta el 31 de Diciembre del 2019.” En 2014/2015 ETA entregaría el 75% del número medio de unidades vendidas entre 2009-2011; que se reduciría al 65% en 2016/2017 y al 55% en 2018/2019. La compañía también se comprometía tratar a cada uno de sus clientes “de manera igualitaria”. Y eso incluía a Sellita, que se esforzaba para dejar de depender de ETA. Su objetivo: incrementar la producción propia en 600.000 calibres para 2019. Esa objetivo de independencia incluía la parte más delicada de un calibre: el órgano regulador (volante, espiral, áncora, rueda de escape...) las inversiones en I+D para el cual empezaron ese mismo año.
Pero vino la crisis, que combinada con el sobre-estocaje que habían hecho muchas marcas (atemorizadas por el hipotético corte en seco del gigante) hizo que las ventas se desplomaran, generando a su vez un sobre-estocaje en los propios fabricantes de calibres (ver más abajo, en la entrevista de Le Temps)
En 2016 Hayek Jr. declara en otra entrevista a Le Temps una especie de "donde dije digo..." afirmando que lo que ellos habían dicho no era que quisieran dejar de suministrar a los ajenos al Swatch Group sino que querían poder elegir a sus clientes. Hubo un conato de volver a vender urbi et orbe a precios de derribo (lo que unido al prestigio de la marca amenazaba con hundir a la competencia), hasta que el COMCO tuvo que pararle los pies a ETA, que había vuelto a Baselworld 2016 después de haberla abandonado cinco años antes.
Al final llegó la tan temida fecha del 31 de diciembre de 2019 ¿y qué pasó? Pues que estábamos a punto de entrar en un periodo desconocido -la pandemia- y en realidad nada más en el ecosistema relojero, porque Sellita había hecho los deberes, había conseguido su objetivo de desarrollar su propio órgano regulador -con espiral y todo- y mantenía una producción de cerca de un millón de calibres al año, que se reparten entre sus más de 300 clientes.
A partir de aquí, nuestra visita. La primera impresión es de enormidad. Dos edificios que suman 11.000 metros cuadrados en un entorno muy "suizo", tanto por el paisaje-y los vecinos- como por la sensación de limpieza que se ve por todas partes, desde el césped bien cortado a la absoluta ausencia de basura (papeles, colillas) por el suelo. Sensación que se sigue percibiendo al entrar en las instalaciones y que llegará a su grado máximo cuando, vestidos con las preceptivas batas, atravesemos la pasarela que une ambos edificios: parece que estemos en la Estación Espacial Internacional.
En la Cret du Locle (entre La Chaux de Fonds y Le Locle) trabajan unas 550 personas, que son sólo una parte de una plantilla que supera los 800 efectivos. Además de esta fábrica (una manufactura de pleno derecho) Sellita Holding agrupa varias empresas, a saber: ATILES Design (nótese el anagrama de la matriz: Sellita-atileS) que se dedica exactamente a eso, diseñar relojes completos. Y como la discreción es la máxima de todo el grupo, en su web sólo muestran el crono que hicieron para la propia Sellita y que vimos en la muñeca de Miguel García.
Helios Micromechanics, adquirida recientemente y dedicada a la producción de componentes de precisión, como ruedas, engranajes, tijas o levas. Su actividad no es muy glamurosa, pero desde luego es vital. https://www.helios-ac.ch/
Technicor, que se dedica a la galvanoplastia, básicamente los recubrimiento dorados -o en otro color- y la decoración de las pletinas y puentes de los calibres. No tiene web propia, lo que me da a entender que sólo trabaja para Sellita.
Gurofa, fundada en Glashütte en 2005 y desde 2010 ubicada en Bärenstein cerca de Altenberg, no lejos de Glashütte. Aquí fabrican piezas de latón de alta precisión en grandes series, especialmente pletinas. https://www.gurofa.de/
Manufacture AMT (Advanced Mechanical Technology) sería la gama alta de Sellita, con calibres y complicaciones a medida. Hay a punto de salir un crono de carga bidireccional con función Flyback encargado por una prestigiosa marca con nombre de joyero (y no es Cartier).
Aun hay una sexta empresa -si no es que me he dejado alguna- que no aparece en la foto: Sellita Engineering, que estudia, diseña y fabrica muchas de las máquinas que se utilizan en los distintos procesos de producción. Podrían encargar fuera ese -carísimo- trabajo, pero Miguel García nos dijo que prefería hacer la inversión internamente y no tener que compartir la investigación que haría el proveedor con la competencia (a quien dicho proveedor vendería también la máquina en aras de amortizar esas inversiones). Y parece que les funciona.
Un detalle que creo define al personaje: en 2017, en lo más profundo de la crisis del sector, le entrevistaron el Le Temps:
Miguel Garcia: «Sellita va s’agrandir en 2018» - Le Temps
Miguel Garcia, patron du fabricant de calibres Sellita, souffre lui aussi de l’actuelle crise horlogère. Il évoque la chute de moitié de ses ventes mais également ses projets d’avenir et ses relations avec le reste de l’industrie
www.letemps.ch
Ahí se puede leer
"el período es complicado. Tuvimos mucho trabajo en 2013-2014, la caída de pedidos comenzó en 2015 y todo se aceleró en 2016. La caída en las ventas de relojes no es un secreto para nadie y nuestros clientes se están ahogando en inventario. Así lo reflejan nuestras cifras: en 2014 vendimos alrededor de 1,5 millones de movimientos (1 millón de calibres propios y alrededor de 500.000 del Grupo Swatch). Creo que en 2017 venderemos alrededor de 850.000 movimientos. Eso te da una idea de la situación."
Pero en la misma entrevista dice, referido a un edificio que había comprado frente al original de Sellita:
"A partir de 2018, Sellita se expandirá: demoleremos este edificio en febrero y luego construiremos una ampliación de 4.000 metros cuadrados para nuestra fábrica actual. Algunos departamentos están ya saturados y estamos aprovechando el período actual para diversificarnos, por ejemplo, fabricando nuestras propias máquinas o imaginando nuevos materiales."
Genio y figura.
Escribí en la pre-presentación la famosa frase de Roy Batty en Blade Runner: "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais". Y vi máquinas que "esculpían" volantes a partir de piezas metálicas en bruto, otras que tomaban esos mismos volantes, los testaban con un soplido de aire para 'saber' dónde había que equilibrarlos y les daba un toque de láser para conseguirlo. Seguidamente los distribuía en departamentos según su peso.
Vi otra máquina que cortaba áncoras, otra que les insertaba las paletas de rubí y después comprobaba que estaban en la posición correcta. Esto es muy importante, porque si están más o menos introducidas de lo necesario provocarán un mal fucionamiento o simplemente el mecanismo no funcionará. Con el tamaño que tiene una paleta (hablamos de pocas décimas de milímetro) la tolerancia tiende a cero. Y todo a velocidad de vértigo. Es hipnotizante ver cómo todas esas piezas se mueven -¡danzan!- en espacios tan reducidos.
Respecto al asunto del muelle espiral, Miguel nos contó que compran a un proveedor muy especializado una aleación de metal secreta que procesan completamente en interno. Desde estirarlo para conseguir el "alambre" base hasta pasarlo por otra máquina que lo aplanará para posteriormente poder enrollarlo. Este úultimo proceso de "aplanamiento" es tan sumamente delicado que el suelo donde se asienta la máquina está sobre amortiguadores para evitar la más mínima vibración (algo de capital importancia cuando tu fábrica se ubica a 5 -cinco- metros de la vía del tren que une Le Locle y La Chaux de Fonds). Ese espiral, por cierto, se fija al eje del volante mediante un "disparo" de láser, algo desarrollado internamente por el equipo de Sellita y en lo que se adelantó al "Gran Hermano".
Aquí, el punto láser, a las seis
El órgano regulador, completo
También de tecnología propia es la elaboración de los rodamientos de acero para los ejes de las masas oscilantes, que hubo que mejorar desde los primeros SW-200 porque se desgastaban con mucha rapidez. Los discos de calendario se producen e imprimen igualmente de forma interna, aunque García concede que algunas piezas, como determinados engranajes, proceden de proveedor externo.
Esta máquina, para hacer esferas diminutas, pero perfectas.
Se ha dicho, generalmente en tono despectivo, que Sellita no es más que un clonador de calibres dinosaurios tal como he comentado más arriba. Pero hasta eso ha cambiado: con el Sellita-1000 da inicio una nueva generación de calibres propios, que serán denominados con 4 cifras en lugar de 3. El SW-1000 es una apuesta por los calibres pequeños (llamados "de mujer") cuyo desarrollo pocos se habían atrevido a acometer debido a la moda cada vez más arraigada de "relojes grandes" incluso para ellas. Y vendrán más.
Último: cuántas veces habremos leído que en las manufacturas se monta cada calibre a mano... pues resulta que en Sellita también. No en el sentido de un relojero un reloj, pero sí en un montaje en cadena donde cada persona -generalmente mujeres, por su mayor capacidad de concentración- monta una parte específica en un lote de 20-30 calibres que le llegan en una cinta transportadora. Cuando termina, el lote pasa a la siguiente. Así es como salen un millón de calibres al año de los seis millones que produce Suiza. Teniendo en cuenta que Rolex produce otro millón y que podemos calcular que el Grupo Swatch/ETA no andará lejos de esa cifras (sólo Longines y Tissot ya venden alrededor de 4 millones de relojes, aunque no todos mecánicos) quedan muy poquitos fabricantes (Soprod, del grupo Festina, La Joux Perret, en manos de Citizen, Vaucher, Jacquet, Valfleurier de Richemont y las manufacturas de alta relojería con tiradas comparativamente cortas), de manera que podemos decir sin temor a equivocarnos que Sellita es una de las grandes manufacturas suizas. Ah, y también prepara calibres para obtener el COSC que algunos clientes le piden. Y ofrece el servicio completo, que consiste en que el cliente reciba el reloj completamente montado, sólo a falta de colocarle la correa o brazalete. Grandes marcas vi ahí, pero no puedo decir más.
Notas finales tomadas al vuelo:
- Miguel García es admirador de Rolex (desde un punto de vista industrial, se entiende), algo en lo que coincide con Thierry Stern, de Patek Philippe.
- A pesar de los malos augurios que que algunos aventan, la industria relojera suiza esta recuperando velocidad de crucero. La cartera de pedidos de Sellita para 2023 está completa. Nada raro si tenemos en cuenta que las planificaciones de los fabricantes se hacen con dos-tres años de antelación. Cuando la pandemia obligó a cerrar la planta y se cernía la incertidumbre, García ordenó mantener el nivel de pedidos a proveedores. Esto le permitió mantener el ritmo de producción cuando todo volvió a la quasi-normalidad y otros empezaron a tener problemas con los suministros.
- Sellita tiene alrededor de 300 clientes, con lo que sería más fácil enumerar las marcas que no le compran calibres que al contrario. Y también vende fuera. China es su principal mercado después de la propia Suiza, especialmente con el calibre SW-1000 dorado (que es dorado "in-house" gracias a la subsidiaria Technicor)
Algunas marcas que se proveen en Sellita (de dominio público):
Alpina
Anonimo
Armand Nicolet
Baume&Mercier
Benrus
Bell&Ross
Breitling
Christopher Ward
Delbana
Delma
Doxa
Eterna
Frederique Constant
Formex
Glycine
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Limes
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Meistersinger
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Tudor (al menos hasta que Kenissi esté a pleno rendimiento)
Victorinox
Este artículo se irá actualizando a medida que haya novedades que lo requieran.