soydebosque
De la casa
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Edito:
A Daniel Delgado y a quien pueda interesar, pido disculpas públicamente por el grave error de haber publicado íntegramente el relato presente en este post, sin su permiso, y sin ser nombrada ni reconocida su autoría, al principio o al final del mismo.
Quiero manifestar que estos hechos no se han realizado de mala fe,sino por pura estupidez.
Gracias por darme la oportunidad de explicarme
Todas las imágenes que acompañan al relato han sido extraídas de Internet, de páginas como Wikipedya, Pinterest, y varios archivos encontrados en la búsqueda del tema.
Espero no haber perjudicado a nadie, especialmente a este foro, el cual es completamente inocente de lo publicado por mi persona.
Gracias
Saludos cordiales
La batalla de Bailén fue la gran primera derrota que sufrían los ejércitos napoleónicos y animó a los españoles a continuar la lucha contra el invasor.
Episodios de la batalla, donde "el general verano" fue un aliado de los españoles.
El 19 de julio de 1808 los ejércitos de Andalucía, improvisados y formados en su mayoría por milicianos y voluntarios sin demasiada experiencia, lograron imponerse a las tropas napoleónicas del general Dupont. Fue la primera gran victoria de los españoles en la Guerra de la Independencia y la primera derrota que los franceses sufrían en campo abierto.
El general Castaños a la izquierda, a la derecha el general Dupont, en la otra imagen el museo de la batalla en Bailén.
Desde la sublevación popular acaecida en Madrid el 2 y 3 de mayo de 1808, el país era un hervidero de luchas a cuchillo y cañonazo limpio. Los españoles, con un ejército limitado en número y recursos, luchaban con lo que podían por defender cada palmo de tierra contra el invasor y los franceses intentaban someter todos y cada uno de los focos que se extendían por España, comprendiendo que las revueltas habían dejado de ser hechos aislados. En estos meses se formaron las primeras juntas locales, organizaciones que buscaban organizar las acciones políticas y militares de las distintas regiones.
Unidades españolas en la batalla de Bailén.
Para julio de ese año, las fuerzas de Napoleón habían conseguido imponerse en el norte y el centro de la península, por lo que encargó al general Pierre Dupont de l'Etang que tomara el sur. Para hacer frente a los 34 000 soldados franceses que avanzaban hacia Córdoba para conquistarla, las juntas de Sevilla y Granada promovieron el reclutamiento de dos fuerzas armadas que se unirían y plantarían cara al invasor (unos 30 000 hombres pero en su mayoría milicianos sin experiencia). Una serie de extraños movimientos hizo que ambas fuerzas se encontraran en las proximidades de la localidad de Bailén en la madrugada del día 19 de julio con informaciones erróneas sobre las fuerzas a las que se iban a enfrentar.
Unidades españolas en la batalla de Bailén.
El enfrentamiento comenzó alrededor de las 3 de la madrugada, acompañado por el caos que la absoluta oscuridad propiciaba. Los españoles dirigidos por Reding formaron en arco y se lanzaron contra los franceses en pequeñas escaramuzas por dominar el terreno ventajoso, destacándose la toma del cerro Haza Walona. Dupont ordena a sus tropas cargar una y otra vez esperando abrir una brecha en la línea española pero los defensores, enardecidos por la lucha y la defensa de su tierra, se mantienen firmes y consiguen resistir a la poderosa infantería francesa. El general galo debe recurrir a su caballería para causar daños graves en las fuerzas españolas pero incluso así el resultado es menor de lo esperado. El día avanza y el calor se hace insoportable para ambos bandos pero sobre todo para los franceses, ya que los españoles son socorridos por las mujeres de Bailén que les llevan tinajas y cubos a la batalla.
Las heróicas mujeres de Bailén, ayuda inestimable durante la batalla, lideradas por María Bellido.
Recreación de la batalla del 19 de julio a 40 grados de temperatura.
Viendo que la situación se volvía en su contra y que los refuerzos de Castaños podían llegar en cualquier momento, Dupont ordena lanzar una última ofensiva que él mismo encabezará y en la que participarán los marinos de la Guardia Imperial, las tropas de élite del francés. La carga de los 3300 soldados era un ataque a la desesperada que podría haber dado la vuelta a las tornas de la batalla, pero no fue así. Los españoles resistieron como llevaban haciendo todo el día y la derrota de Dupont, que resultó herido, fue clara. El experimentado general francés había sido vencido por un ejército de voluntarios al que días antes había despreciado.
Disposición, planes de batalla y movimientos.
Los garrochistas o caballería de Jerez, ¡¡¡ A degüello ¡¡¡ .
Los toreros humillaron a los orgullosos coraceros franceses.
En este contexto surge también un grupo que ha quedado para la historia y cuya participación fue realmente clave para que los españoles se impusieran en la Batalla de Bailén, como fueron los garrochistas. La mayoría de ellos procedían de Utrera y de Jerez, y no eran más que jinetes voluntarios que aportaban su propia montura y que poseían como principal arma la lanza que habitualmente se usaba para conducir al ganado bravo en el campo. Su valor, y sus temibles cargas contra los franceses en el campo de batalla, fue vital para diezmar a las tropas enemigas y sobre todo para infundir valor al ejército español, que veía cómo garrochistas acostumbrados al trabajo en los campos eran capaces de imponerse a uno de los ejércitos más temibles y mejor organizados de la historia.
Las consecuencias de la victoria en Bailén fueron muchas y variadas. Fue la primera vez que las tropas napoleónicas eran derrotadas en campo abierto después de haber conquistado media Europa y eso sirvió como símbolo y como un rayo de esperanza por el que los españoles creyeron que podrían ganar la guerra y pasaron a la ofensiva. También mantuvo el sur lejos de las manos de Napoleón y abrió el camino hacia Madrid, hasta el punto de que José I Bonaparte tuvo que dejar la ciudad y ponerse a salvo en el norte. El pequeño corso, irritado y ofendido por la derrota que su poderosísimo ejército había sufrido, tomó cartas en el asunto y marchó personalmente hacia España a la cabeza de su Grande Armée.
La rendición de las tropas francesas el 19 de julio, tal día como hoy.
Gracias por leer hasta aquí y que os haya gustado.
A Daniel Delgado y a quien pueda interesar, pido disculpas públicamente por el grave error de haber publicado íntegramente el relato presente en este post, sin su permiso, y sin ser nombrada ni reconocida su autoría, al principio o al final del mismo.
Quiero manifestar que estos hechos no se han realizado de mala fe,sino por pura estupidez.
Gracias por darme la oportunidad de explicarme
Todas las imágenes que acompañan al relato han sido extraídas de Internet, de páginas como Wikipedya, Pinterest, y varios archivos encontrados en la búsqueda del tema.
Espero no haber perjudicado a nadie, especialmente a este foro, el cual es completamente inocente de lo publicado por mi persona.
Gracias
Saludos cordiales
La batalla de Bailén fue la gran primera derrota que sufrían los ejércitos napoleónicos y animó a los españoles a continuar la lucha contra el invasor.
Episodios de la batalla, donde "el general verano" fue un aliado de los españoles.
El 19 de julio de 1808 los ejércitos de Andalucía, improvisados y formados en su mayoría por milicianos y voluntarios sin demasiada experiencia, lograron imponerse a las tropas napoleónicas del general Dupont. Fue la primera gran victoria de los españoles en la Guerra de la Independencia y la primera derrota que los franceses sufrían en campo abierto.
El general Castaños a la izquierda, a la derecha el general Dupont, en la otra imagen el museo de la batalla en Bailén.
Desde la sublevación popular acaecida en Madrid el 2 y 3 de mayo de 1808, el país era un hervidero de luchas a cuchillo y cañonazo limpio. Los españoles, con un ejército limitado en número y recursos, luchaban con lo que podían por defender cada palmo de tierra contra el invasor y los franceses intentaban someter todos y cada uno de los focos que se extendían por España, comprendiendo que las revueltas habían dejado de ser hechos aislados. En estos meses se formaron las primeras juntas locales, organizaciones que buscaban organizar las acciones políticas y militares de las distintas regiones.
Unidades españolas en la batalla de Bailén.
Para julio de ese año, las fuerzas de Napoleón habían conseguido imponerse en el norte y el centro de la península, por lo que encargó al general Pierre Dupont de l'Etang que tomara el sur. Para hacer frente a los 34 000 soldados franceses que avanzaban hacia Córdoba para conquistarla, las juntas de Sevilla y Granada promovieron el reclutamiento de dos fuerzas armadas que se unirían y plantarían cara al invasor (unos 30 000 hombres pero en su mayoría milicianos sin experiencia). Una serie de extraños movimientos hizo que ambas fuerzas se encontraran en las proximidades de la localidad de Bailén en la madrugada del día 19 de julio con informaciones erróneas sobre las fuerzas a las que se iban a enfrentar.
Unidades españolas en la batalla de Bailén.
El enfrentamiento comenzó alrededor de las 3 de la madrugada, acompañado por el caos que la absoluta oscuridad propiciaba. Los españoles dirigidos por Reding formaron en arco y se lanzaron contra los franceses en pequeñas escaramuzas por dominar el terreno ventajoso, destacándose la toma del cerro Haza Walona. Dupont ordena a sus tropas cargar una y otra vez esperando abrir una brecha en la línea española pero los defensores, enardecidos por la lucha y la defensa de su tierra, se mantienen firmes y consiguen resistir a la poderosa infantería francesa. El general galo debe recurrir a su caballería para causar daños graves en las fuerzas españolas pero incluso así el resultado es menor de lo esperado. El día avanza y el calor se hace insoportable para ambos bandos pero sobre todo para los franceses, ya que los españoles son socorridos por las mujeres de Bailén que les llevan tinajas y cubos a la batalla.
Las heróicas mujeres de Bailén, ayuda inestimable durante la batalla, lideradas por María Bellido.
Recreación de la batalla del 19 de julio a 40 grados de temperatura.
Viendo que la situación se volvía en su contra y que los refuerzos de Castaños podían llegar en cualquier momento, Dupont ordena lanzar una última ofensiva que él mismo encabezará y en la que participarán los marinos de la Guardia Imperial, las tropas de élite del francés. La carga de los 3300 soldados era un ataque a la desesperada que podría haber dado la vuelta a las tornas de la batalla, pero no fue así. Los españoles resistieron como llevaban haciendo todo el día y la derrota de Dupont, que resultó herido, fue clara. El experimentado general francés había sido vencido por un ejército de voluntarios al que días antes había despreciado.
Disposición, planes de batalla y movimientos.
Los garrochistas o caballería de Jerez, ¡¡¡ A degüello ¡¡¡ .
Los toreros humillaron a los orgullosos coraceros franceses.
En este contexto surge también un grupo que ha quedado para la historia y cuya participación fue realmente clave para que los españoles se impusieran en la Batalla de Bailén, como fueron los garrochistas. La mayoría de ellos procedían de Utrera y de Jerez, y no eran más que jinetes voluntarios que aportaban su propia montura y que poseían como principal arma la lanza que habitualmente se usaba para conducir al ganado bravo en el campo. Su valor, y sus temibles cargas contra los franceses en el campo de batalla, fue vital para diezmar a las tropas enemigas y sobre todo para infundir valor al ejército español, que veía cómo garrochistas acostumbrados al trabajo en los campos eran capaces de imponerse a uno de los ejércitos más temibles y mejor organizados de la historia.
Las consecuencias de la victoria en Bailén fueron muchas y variadas. Fue la primera vez que las tropas napoleónicas eran derrotadas en campo abierto después de haber conquistado media Europa y eso sirvió como símbolo y como un rayo de esperanza por el que los españoles creyeron que podrían ganar la guerra y pasaron a la ofensiva. También mantuvo el sur lejos de las manos de Napoleón y abrió el camino hacia Madrid, hasta el punto de que José I Bonaparte tuvo que dejar la ciudad y ponerse a salvo en el norte. El pequeño corso, irritado y ofendido por la derrota que su poderosísimo ejército había sufrido, tomó cartas en el asunto y marchó personalmente hacia España a la cabeza de su Grande Armée.
La rendición de las tropas francesas el 19 de julio, tal día como hoy.
Gracias por leer hasta aquí y que os haya gustado.
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