fucop
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Que será.. Será...Hay algunos relojes que me resultan atractivos por lo poco que te comes la cabeza con ellos. No te suponen ninguna preocupación. Que si se pierde, se te cae, se te araña, te lo roban, lo pones encima de un altavoz con imanes enormes, te lo coge el niño para usarlo de maraca..., no pasa nada.
Eso es lo que me ha llevado a comprar el Tudor Black Bay Ceramic:
1. Es mecánico (no me llaman nada los de cuarzo), pero no es el típico ETASA que me aburre. Además con certificación METAS, no de estos que adelantan o atrasan 30 segundos por día.
2. Tiene una reserva de marcha que te permite soltarlo el viernes y volver a usarlo en lunes sin tener que ponerlo en hora.
3. No tiene fecha, así que no hay que preocuparse de poner bien el día.
4. Es cerámico, en teoría no se araña.
5. Es antimagnético, no tengo que estar mirando dónde hay un imán. Mi mujer es muy de encontrarse un reloj y meterlo en un sitio con llaves que pueden rayarlo o ponerlo sobre algo que tenga un imán. Tengo que mantenerlos alejados de ella. Es un sinvivir.
6. Tiene el fondo visto, eso me encanta, aunque siendo realistas, no se ve un pimiento con todo tan negro.
7. A pesar todo esto, no deja de ser un reloj mecánico que puede romperse con una caída o un golpe, pero tampoco cuesta tanto como un apartamento en Torrevieja.
Otro modelo que me parece atractivo por la poca preocupación que me causaría es el Omega Aqua Terra, y además, este lo hay en oro, que me gusta más.
Está claro que el Nautilus me genera más estrés, pero claro, no es lo mismo. Aunque muchas veces estoy tentado de inclinarme hacia el lado cómodo de la afición.
En fin, no me hagáis caso, son altibajos en la afición. Además, hace poco que he encargado uno que competirá con el Nautilus. No aprendo.