Te has explicado "ferpectamente", Víctor.

A mí me encanta poder elegir entre muchas opciones, sin preocuparme del tipo de reloj. Igual te levantas marchoso y te plantas el Archi Pilot y te dura dos días, que me pongo el portugués para cambiarlo a media tarde por el Speedy. En realidad, lo que me gusta es tocar y sobar los relojes, darles cuerda y ponerlos en hora. Baratos o caros, lo principal es estar a gusto con ese reloj en ese momento. De hecho, si guardas el Lange y lo sustituyes por el Meister 1Z, no sólo no se te cae la mano a cachos, sino que te suministras una buena ración de optimismo. No sé. Son formas de ver las cosas. Varios relojes para elegir, subiendo la calidad paulatinamente, pero sin despreciar los pequeños placeres. No sé si me explico.