
amarok74
Forer@ Senior
Sin verificar
Supongo que como muchos otros compañeros del foro, aparte de mi afición relojera, tengo debilidad por otros hobbies. Entre ellos, el más destacado sería el de coleccionar discos de un músico, para mí, excepcional : Mike Oldfield.
Os voy a contar la historia de lo que me ha pasado recientemente para que me deis vuestra opinión.
Estoy acostumbrado a recibir discos de muchas partes del mundo, comprados la mayoría de ellos a través de tiendas o en eBay. Desde hace un tiempo ya, las plataformas de venta suelen cargarte el IVA correspondiente e informar el famoso IOSS, lo que en principio te evitaría tener que pagar los impuestos cuando el paquete llegara a España. Digo bien: en principio. A veces, no sé si por una mala gestión por su parte o qué, aún habiendo pagado el IVA correspondiente, el paquete te viene con el regalito de aduanas. Y más o menos, eso es lo que pasó el pasado lunes. Más o menos.
Os cuento el relato:
13.00h del lunes 13. Llama el cartero a mi puerta y me dice que trae dos paquetes. Uno de ellos es nacional. Firmo en la tableta y me dice que trae un segundo paquete, pero que este lleva coste de aduanas. "Vaya, pienso, ya la han vuelto a cagar con el IOSS". Pregunto el importe y me dice "7.95€, pero tiene que ser en efectivo". Le digo que espere y rebusco entre los bolsillos la cantidad exacta porque, faltaría más, no tiene cambio. Le doy 8 euros y me dice con una sonrisita: "lo siento pero no te puedo devolver. No traigo efectivo". Le respondo que se lo quede, que son 5 céntimos, firmo y me vuelvo a seguir trabajando, dejando los paquetes a un lado ya que me había pillado en mitad de una reunión.
A la hora de la comida, abro los paquetes y mientras me deleito con mis dos nuevas piezas de colección, una cinta mexicana con los títulos en español, y un CD koreano, me doy cuenta que el paquete no trae el plastiquito típico con la cartita de aduanas que suele acompañar al impuesto revolucionario.
Chequeo el mail y tampoco veo que me hayan enviado la factura justificando el pago del IVA. ¡Qué raro! Suele ser casi inmediato. Por si esto fuera poco, me encuentro un mensaje del vendedor pidiéndome explicaciones acerca del motivo por el que he rechazado el paquete. Asombrado, consulto el tracking y sorpresa: el estado del paquete es "Rechazado por el destinatario. Se procede a su devolución". Sorprendido, vuelvo a comprobarlo con el mismo resultado. Me empiezo a mosquear porque mi intención era descargar el justificante del pago del IVA y reclamar el pago correspondiente al vendedor/plataforma por no haber informado debidamente el IOSS. En otras ocasiones, así ha sucedido y me exigen el justificante de pago que remite Correos con el pago del IVA. Pienso que es un error y que seguramente al día siguiente reciba el justificante de pago y se actualice correctamente el tracking. Decido no responder al vendedor y dar un tiempo a que se solucione el malentendido. Un día, dos... nada. Nuevo mensaje del vendedor pidiéndome explicaciones. Decido abrir una reclamación a Correos para que me indiquen qué ha pasado con el paquete, obviando lo que realmente ha sucedido, y sospechando que mi cartero ha hecho una sutil maniobra para levantarme 8 eurazos que fijo le van a financiar unas fantásticas vacaciones en Punta Cana. Exijo a Correos el justificante de rechazo con mi firma, puesto que he pagado por un artículo, los gastos de envío, los impuestos dos veces y evidentemente no he rechazado nada.
Viernes 13.00 horas. Llama el cartero a mi puerta y vuelve a traer otro disco. Le comento que no he recibido el justificante de pago del disco que me entregó el lunes y le cambia la cara de color. De repente le entran las prisas y me suelta un "Ah, no sé. Eso es cosa de Correos" y se marcha apresuradamente. Sospecha número dos. ¿Cosa de Correos? Si eso lo tramitas tú. Por si eso fuera poco, a los 5 minutos me llama al telefonillo del portal y me dice que ha estado pensando en lo que le he dicho y que si le doy el número de tracking, le pregunta a su jefe qué puede haber pasado. Se empiezan a confirmar mis sospechas: este sinvergüenza me quería tongar 8 euros... Le doy el tracking y me dice que el lunes me cuenta.
Lunes 10:00 horas. Llaman al telefonillo. El cartero, que me trae novedades. Le abro, y mientras sube, voy pensando en qué excusa se va a inventar para solucionar el entuerto. Aparece y me dice: "Buenas noticias. Ya está todo aclarado. Fue un error por mi parte, cuando te di el paquete, que lo registré como rechazado. Me ha dicho mi jefe que borre el estado anterior y que ponga como si fuera una nueva entrega, y al hacerlo, sorpresa, han desaparecido las tasas de aduanas. Debe ser que ya ha dado tiempo a que llegue el IOSS, que a veces pasa".
Me entrega un sobre de Correos de papel manila donde lo único que pone es 7.95 y en su interior, el dinerito en efectivo que yo había pagado. Le respondo que qué cosa más rara, que cómo es posible que no hubiera llegado el IOSS y me dice que a veces no da tiempo a comunicar electrónicamente el número de IOSS y que como ya había pasado una semana, que seguramante ya habría llegado y por eso se me exime del pago.
¿Qué pensáis compañeros? ¿Pensáis como yo, que el amigo se quiso agenciar 8 euros y si el vendedor no hubiera contactado conmigo no nos hubiéramos enterado? ¿O pensáis que el cartero tiene razón y fue culpa de una mala gestión del IOSS y que no llegó la comunicación a tiempo? Comunicación digital, ojo, que no viene en caballo ni nada por el estilo.
Mi consejo y de la experiencia aprenderé: nunca, nunca, nunca volveré a pagar al cartero por el paquete. Aunque me cueste un viaje de nuevo a la oficina de Correos.
Os voy a contar la historia de lo que me ha pasado recientemente para que me deis vuestra opinión.
Estoy acostumbrado a recibir discos de muchas partes del mundo, comprados la mayoría de ellos a través de tiendas o en eBay. Desde hace un tiempo ya, las plataformas de venta suelen cargarte el IVA correspondiente e informar el famoso IOSS, lo que en principio te evitaría tener que pagar los impuestos cuando el paquete llegara a España. Digo bien: en principio. A veces, no sé si por una mala gestión por su parte o qué, aún habiendo pagado el IVA correspondiente, el paquete te viene con el regalito de aduanas. Y más o menos, eso es lo que pasó el pasado lunes. Más o menos.
Os cuento el relato:
13.00h del lunes 13. Llama el cartero a mi puerta y me dice que trae dos paquetes. Uno de ellos es nacional. Firmo en la tableta y me dice que trae un segundo paquete, pero que este lleva coste de aduanas. "Vaya, pienso, ya la han vuelto a cagar con el IOSS". Pregunto el importe y me dice "7.95€, pero tiene que ser en efectivo". Le digo que espere y rebusco entre los bolsillos la cantidad exacta porque, faltaría más, no tiene cambio. Le doy 8 euros y me dice con una sonrisita: "lo siento pero no te puedo devolver. No traigo efectivo". Le respondo que se lo quede, que son 5 céntimos, firmo y me vuelvo a seguir trabajando, dejando los paquetes a un lado ya que me había pillado en mitad de una reunión.
A la hora de la comida, abro los paquetes y mientras me deleito con mis dos nuevas piezas de colección, una cinta mexicana con los títulos en español, y un CD koreano, me doy cuenta que el paquete no trae el plastiquito típico con la cartita de aduanas que suele acompañar al impuesto revolucionario.
Chequeo el mail y tampoco veo que me hayan enviado la factura justificando el pago del IVA. ¡Qué raro! Suele ser casi inmediato. Por si esto fuera poco, me encuentro un mensaje del vendedor pidiéndome explicaciones acerca del motivo por el que he rechazado el paquete. Asombrado, consulto el tracking y sorpresa: el estado del paquete es "Rechazado por el destinatario. Se procede a su devolución". Sorprendido, vuelvo a comprobarlo con el mismo resultado. Me empiezo a mosquear porque mi intención era descargar el justificante del pago del IVA y reclamar el pago correspondiente al vendedor/plataforma por no haber informado debidamente el IOSS. En otras ocasiones, así ha sucedido y me exigen el justificante de pago que remite Correos con el pago del IVA. Pienso que es un error y que seguramente al día siguiente reciba el justificante de pago y se actualice correctamente el tracking. Decido no responder al vendedor y dar un tiempo a que se solucione el malentendido. Un día, dos... nada. Nuevo mensaje del vendedor pidiéndome explicaciones. Decido abrir una reclamación a Correos para que me indiquen qué ha pasado con el paquete, obviando lo que realmente ha sucedido, y sospechando que mi cartero ha hecho una sutil maniobra para levantarme 8 eurazos que fijo le van a financiar unas fantásticas vacaciones en Punta Cana. Exijo a Correos el justificante de rechazo con mi firma, puesto que he pagado por un artículo, los gastos de envío, los impuestos dos veces y evidentemente no he rechazado nada.
Viernes 13.00 horas. Llama el cartero a mi puerta y vuelve a traer otro disco. Le comento que no he recibido el justificante de pago del disco que me entregó el lunes y le cambia la cara de color. De repente le entran las prisas y me suelta un "Ah, no sé. Eso es cosa de Correos" y se marcha apresuradamente. Sospecha número dos. ¿Cosa de Correos? Si eso lo tramitas tú. Por si eso fuera poco, a los 5 minutos me llama al telefonillo del portal y me dice que ha estado pensando en lo que le he dicho y que si le doy el número de tracking, le pregunta a su jefe qué puede haber pasado. Se empiezan a confirmar mis sospechas: este sinvergüenza me quería tongar 8 euros... Le doy el tracking y me dice que el lunes me cuenta.
Lunes 10:00 horas. Llaman al telefonillo. El cartero, que me trae novedades. Le abro, y mientras sube, voy pensando en qué excusa se va a inventar para solucionar el entuerto. Aparece y me dice: "Buenas noticias. Ya está todo aclarado. Fue un error por mi parte, cuando te di el paquete, que lo registré como rechazado. Me ha dicho mi jefe que borre el estado anterior y que ponga como si fuera una nueva entrega, y al hacerlo, sorpresa, han desaparecido las tasas de aduanas. Debe ser que ya ha dado tiempo a que llegue el IOSS, que a veces pasa".
Me entrega un sobre de Correos de papel manila donde lo único que pone es 7.95 y en su interior, el dinerito en efectivo que yo había pagado. Le respondo que qué cosa más rara, que cómo es posible que no hubiera llegado el IOSS y me dice que a veces no da tiempo a comunicar electrónicamente el número de IOSS y que como ya había pasado una semana, que seguramante ya habría llegado y por eso se me exime del pago.
¿Qué pensáis compañeros? ¿Pensáis como yo, que el amigo se quiso agenciar 8 euros y si el vendedor no hubiera contactado conmigo no nos hubiéramos enterado? ¿O pensáis que el cartero tiene razón y fue culpa de una mala gestión del IOSS y que no llegó la comunicación a tiempo? Comunicación digital, ojo, que no viene en caballo ni nada por el estilo.
Mi consejo y de la experiencia aprenderé: nunca, nunca, nunca volveré a pagar al cartero por el paquete. Aunque me cueste un viaje de nuevo a la oficina de Correos.