Othelo
Milpostista
Sin verificar
Las loncheras y los relojes de expresidente.
El 24 de agosto del 2011, entrevistado por un canal de televisión, el expresidente Alan García Pérez confirmó el rumor que circulaba por las redacciones ese día, que a las tres de la mañana, unos intrusos habían realizado un robo en su vivienda de Surco.
El expresidente inmenso, en saco camel hair y bufanda de alpaca negra restó importancia al hecho señalando “sólo se llevaron adornos y tabaqueras de plata que me regalaron presidentes durante reuniones internacionales, sin ocasionar otro tipo de daño mayor”.
Ese día el parte policial informó que el inmueble situado en la Av. Trinidad Nº420, Urbanización Chacarilla del Estanque, había sido asaltado. Los maleantes habrían trepado por una vivienda contigua para luego ingresar a la residencia y “apoderarse de un total de ocho cajas llenas de artículos de plata por un valor aún no determinado, según la denuncia que presentó el vigilante particular”.
Sin embargo nunca se presentó una denuncia oficial en la que se identificaran los bienes sustraídos, ni se aclararon los montos de los robado.
Las reacciones en las redes no se hicieron esperar y en los comentarios a la noticia en línea muchos lectores opinaron:
Luigui (sic) señaló “Lo que le robaron a Alan García es el 0000.001% de lo que ha robado al Perú”.
“Ratón que roba a pericote, merece un rico chocolate” opinó Jean Luca.
Un comentarista que se identificó como Amigo dijo “Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón pero en este caso el ladrón tiene como un millón de años de perdón”
El asunto condenado a olvidarse rápidamente, volvió a saltar a la prensa cuando el 25 de marzo del 2019 cayó una banda “La fraternidad de Santa Anita”, liderado por Judaniel Ledesma Falcón alias “Balán” quien fue sindicado por haber robado la residencia de García en el 2011.
A los pocos días del robo a la casa del expresidente, en los atiborrados puestos de las Malvinas, entre personajes de dudosa reputanción, en empolvadas tiendas de antigüedades, en negocios de compra de oro, comenzó a circular un Patek Phillipe que se decía en voz baja que había pertenecido al dos veces gobernante del país.
Patek Phillipe es una renombrada casa relojera ginebrina pertenenciente a la familia Stern, que se precia de producir los relojes que lucen personajes de la realeza, estrellas de cine y magnates. Los tamaños comedidos y el diseño conservador de sus productos generalmente los mantienen al abrigo de los gustos de narcotraficantes y raperos exitosos.
El portal llamado Antiquirum líder en reventa de relojes lujo, registra transacciones en productos de esta marca con cifras que han alcanzado los 900,000 dólares, con la peculiaridad de que mientras más antiguo el especímen, como en el caso de los buenos vinos, más alto el precio alcanzado. Un slogan de la marca es precisamente “un Patek nunca es del todo tuyo, tuyo es el placer de custodiarlo hasta la próxima generación"·
Edwin Ch. uno de los posibles reducidores, dedicado a la venta de anteojos y relojes de moda, a los que se les ofreció el artículo en el mercado de la Malvinas en el 2011 afirmó lo siguiente:
“Era un reloj pequeño, se notaba la calidad, tenía muchos eslabones, debía ser de una persona con una muñeca muy ancha. Lo testeamos para ver si el oro era firme pero el ácido no funcionó, resultaba que no era de oro blanco, era de platino, por eso era tan pesado”
Un comerciante de la avenida Conquistadores en San Isidro que no quiso ser identificado nos recuerda:
“La verdad no pensaba comprarlo, pero quería verlo. Nunca había tenido algo así en las manos. Se trataba de un Patek Phillipe modelo Grand Complications, Perpetual Calendar, ni nos atrevimos a abrirlo, tenía fondo visto y se veía una maquinaria perfecta. Una máquina así cambia de fecha automáticamente a pesar de los años bisiestos, fases de la luna, hasta te avisa cuando debes ir al baño, viste. Es uno de esos relojes que sólo por calibrarlos los mandás a Suiza y te cobran cinco mil mangos o más. Era de platino, se decía que el expresidente había escogido el platino, porque parecía acero y se podía usar cotidianamente sin llamar la atención. Era pequeño, debía tenr 36 mm de diámetro, el reloj que usaría un cajetilla. Pero visto de lejos podía pasar como un reloj cualquiera, imaginá un firulete que realidad costaba más de 130,000 dólares”.
Por su parte Fredi R. un especialista en cambio de pilas y venta de relojes “de ocasión” en la Cachina de la avenida Argentina señaló:
“No se consiguió vender en Lima, esa pieza quemaba y para colmo era muy cara. Comenzaron pidiendo 60,000 dólares, ¿quien iba a pagar eso en Lima? Para cuando me lo mostraron a mí, ya pedían 30,000 dólares por él y otros me dijeron que se los estaban dejando en 25. Me di el gusto de mirarlo. De verdad no es algo que salga en el mercado local, lo habían ofrecido mucho, la gente estaba muy nerviosa. Finalmente se lo llevaron a México, lo negociaron allí, seguro que consiguieron un mejor precio, allí era un reloj más y no estaba en el radar de la policía”.
Los relojes al parecer siempre jugaron un papel importante en la vida de Alan García, según Pedro Cateriano, estudioso de la fortuna del exmandatario, “García afirmó en declaraciones juradas ante la comisión investigadora del Congreso, que no tenía ahorros, que no tenía rentas, apenas un reloj que le habían regalado”.
Ayer, 17 de octubre de 2019, Luis Nava declaró que le constaba que en el año 2008, Marcelo Odebrecht junto con loncheras rebozanates de dólares, le había entregado a García un Rolex y un reloj suizo de alta gama. En una copia de su manifestación de colaboración como informante de la fiscalía Nava aclaró que se trataba de un “Pallet Filip”.
El 24 de agosto del 2011, entrevistado por un canal de televisión, el expresidente Alan García Pérez confirmó el rumor que circulaba por las redacciones ese día, que a las tres de la mañana, unos intrusos habían realizado un robo en su vivienda de Surco.
El expresidente inmenso, en saco camel hair y bufanda de alpaca negra restó importancia al hecho señalando “sólo se llevaron adornos y tabaqueras de plata que me regalaron presidentes durante reuniones internacionales, sin ocasionar otro tipo de daño mayor”.
Ese día el parte policial informó que el inmueble situado en la Av. Trinidad Nº420, Urbanización Chacarilla del Estanque, había sido asaltado. Los maleantes habrían trepado por una vivienda contigua para luego ingresar a la residencia y “apoderarse de un total de ocho cajas llenas de artículos de plata por un valor aún no determinado, según la denuncia que presentó el vigilante particular”.
Sin embargo nunca se presentó una denuncia oficial en la que se identificaran los bienes sustraídos, ni se aclararon los montos de los robado.
Las reacciones en las redes no se hicieron esperar y en los comentarios a la noticia en línea muchos lectores opinaron:
Luigui (sic) señaló “Lo que le robaron a Alan García es el 0000.001% de lo que ha robado al Perú”.
“Ratón que roba a pericote, merece un rico chocolate” opinó Jean Luca.
Un comentarista que se identificó como Amigo dijo “Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón pero en este caso el ladrón tiene como un millón de años de perdón”
El asunto condenado a olvidarse rápidamente, volvió a saltar a la prensa cuando el 25 de marzo del 2019 cayó una banda “La fraternidad de Santa Anita”, liderado por Judaniel Ledesma Falcón alias “Balán” quien fue sindicado por haber robado la residencia de García en el 2011.
A los pocos días del robo a la casa del expresidente, en los atiborrados puestos de las Malvinas, entre personajes de dudosa reputanción, en empolvadas tiendas de antigüedades, en negocios de compra de oro, comenzó a circular un Patek Phillipe que se decía en voz baja que había pertenecido al dos veces gobernante del país.
Patek Phillipe es una renombrada casa relojera ginebrina pertenenciente a la familia Stern, que se precia de producir los relojes que lucen personajes de la realeza, estrellas de cine y magnates. Los tamaños comedidos y el diseño conservador de sus productos generalmente los mantienen al abrigo de los gustos de narcotraficantes y raperos exitosos.
El portal llamado Antiquirum líder en reventa de relojes lujo, registra transacciones en productos de esta marca con cifras que han alcanzado los 900,000 dólares, con la peculiaridad de que mientras más antiguo el especímen, como en el caso de los buenos vinos, más alto el precio alcanzado. Un slogan de la marca es precisamente “un Patek nunca es del todo tuyo, tuyo es el placer de custodiarlo hasta la próxima generación"·
Edwin Ch. uno de los posibles reducidores, dedicado a la venta de anteojos y relojes de moda, a los que se les ofreció el artículo en el mercado de la Malvinas en el 2011 afirmó lo siguiente:
“Era un reloj pequeño, se notaba la calidad, tenía muchos eslabones, debía ser de una persona con una muñeca muy ancha. Lo testeamos para ver si el oro era firme pero el ácido no funcionó, resultaba que no era de oro blanco, era de platino, por eso era tan pesado”
Un comerciante de la avenida Conquistadores en San Isidro que no quiso ser identificado nos recuerda:
“La verdad no pensaba comprarlo, pero quería verlo. Nunca había tenido algo así en las manos. Se trataba de un Patek Phillipe modelo Grand Complications, Perpetual Calendar, ni nos atrevimos a abrirlo, tenía fondo visto y se veía una maquinaria perfecta. Una máquina así cambia de fecha automáticamente a pesar de los años bisiestos, fases de la luna, hasta te avisa cuando debes ir al baño, viste. Es uno de esos relojes que sólo por calibrarlos los mandás a Suiza y te cobran cinco mil mangos o más. Era de platino, se decía que el expresidente había escogido el platino, porque parecía acero y se podía usar cotidianamente sin llamar la atención. Era pequeño, debía tenr 36 mm de diámetro, el reloj que usaría un cajetilla. Pero visto de lejos podía pasar como un reloj cualquiera, imaginá un firulete que realidad costaba más de 130,000 dólares”.
Por su parte Fredi R. un especialista en cambio de pilas y venta de relojes “de ocasión” en la Cachina de la avenida Argentina señaló:
“No se consiguió vender en Lima, esa pieza quemaba y para colmo era muy cara. Comenzaron pidiendo 60,000 dólares, ¿quien iba a pagar eso en Lima? Para cuando me lo mostraron a mí, ya pedían 30,000 dólares por él y otros me dijeron que se los estaban dejando en 25. Me di el gusto de mirarlo. De verdad no es algo que salga en el mercado local, lo habían ofrecido mucho, la gente estaba muy nerviosa. Finalmente se lo llevaron a México, lo negociaron allí, seguro que consiguieron un mejor precio, allí era un reloj más y no estaba en el radar de la policía”.
Los relojes al parecer siempre jugaron un papel importante en la vida de Alan García, según Pedro Cateriano, estudioso de la fortuna del exmandatario, “García afirmó en declaraciones juradas ante la comisión investigadora del Congreso, que no tenía ahorros, que no tenía rentas, apenas un reloj que le habían regalado”.
Ayer, 17 de octubre de 2019, Luis Nava declaró que le constaba que en el año 2008, Marcelo Odebrecht junto con loncheras rebozanates de dólares, le había entregado a García un Rolex y un reloj suizo de alta gama. En una copia de su manifestación de colaboración como informante de la fiscalía Nava aclaró que se trataba de un “Pallet Filip”.