Buenas de nuevo!
Ha sido una semana frenética para Juan y para mí, al igual que el compañero anterior, estoy en fase de cambio de actividad laboral y me ha sido difícil encontrar un rato para hacer las cosas que quiero hacer con Juan. De hecho, este finde lo íbamos a pasar pescando, pero.. se me ha caducado la licencia y con tanto alboroto no me di cuenta!
No pasa nada. Lunes por la mañana libre, Juan y yo nos ponemos en marcha en nuestro vehículo motor de sueños (y que además permite hacer recados en el inaparcable Cádiz sin morir en el intento):
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Podeis estar tranquilos, Juan está acostumbrado a velocidades más importantes, y el rojo le sienta bien:
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Una vez presentados los formularios en la Delegación Territorial De Agricultura Pesca Y Medio Ambiente (todo casi telemático pero presencial, idiosincrasia de aquí), nos aseguran que en tres días recibiremos el permiso, con lo que Juan y yo nos desquitaremos de esos lances que tenemos pendientes. Pero ya que estamos por el centro, vamos a acercarnos a la Caleta a ver qué pinta tiene con marea baja (decir que yo pesco a spinning y necesito ciertas condiciones).
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Aquí la tenemos. La Caleta en realidad es el resto de un antiguo canal (bahía-caleta) que dividía la isla de Gades en dos en época fenicia. Con su balneario y su gente, es un lugar estupendo para echar un rato y comer pescaíto frito, pero no se adapta a la pesca que yo hago. Pero al fodo de la foto, podeis ver el Castillo de San Sebastián, fortaleza unida a la tierra por un delgado pasillo de roca y que en época fenicia albergaba al misterioso templo de Moloch. Veamos más de cerca:
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Ese pasillo de roca puede alojar algún rincón en el que lanzar mis modestas rapalas cuando la marea llene los intersticios de las rocas y los depredadores entren a la caleta en busca de los cangrejillos y alevines que pululan en esos laberintos de piedra sumergida. Juan y yo decidimos adentrarnos un trecho para echar un vistazo de cerca.
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A babor, en principio parce complicado, porque la plataforma de roca es bastante uniforme y ancha:
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Pero en el lado interior de la caleta veo algunos rincones practicables, y de hecho localizo a algunos compañeros hijos de Neptuno que están probando suerte:
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A esta hora, la marea hoy estaba vaciando hasta la bajamar a las 12:45, por lo que se da una ventana de oportunidad sobre esas piedras de unas cuatro horas:
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Oportunidad que intentaremos aprovechar Juan y yo los próximos días, con cuidado porque si nos despistamos nos quedaremos encerrados!
A lo mejor nos buscamos un espigón tranquilito y ya!
Os mantendremos informados.