Pues no, hay cosas para ricos, clase media y clases precarias, porque cuando se diseña un producto y se lleva al mercado se elige un objetivo en términos de geografía, generación, educación, sexo y riqueza.
Nadie te va a pedir una demostración para comprarlos, pero cada producto está diseñado para un tipo de persona. Un reloj de 10 000 euros no se crea con clientes mileuristas en mente, si no los concesionarios de Rolex y Patek no estarían en Serrano, sino en Carabanchel, y un servicio de alquiler de bicicletas no se crea con clientes millonarios en mente, si no se anunciaría en el Financial Times y las revistas de la clase Business. Ambos pueden comprarlos si pueden pagarlos, pero no se ha creado para ellos. "Es que yo conozco a un millonario que va en blablacar y a un mileurista que se ha comprado un Patek". Pues muy bien, pero eso no cambia nada, es un razonamiento falaz.
Dejémonos de pamplinas, que esto es algo que, con más o menos tecnicismos, cualquiera con uso de razón y edad más o menos adulta sabe y entiende, por mucho que lo niegue.