Yo no tengo ningún problema en tener relojes de cuarzo. Aunque me guste más la mágia del movimiento mecánico, pienso que los cuarzo, además de precisión, pueden dar toda una serie de funciones que en un automático son imposible o inalcanzables económicamente (desde alarmas a profundímetros, pasando por cronos a la centésima de segundo).
Tengo cuarzos analógicos, digitales y ana-digis.
Pero la última adquisición (me lo regalaron para mi cumpleaños, en octubre), ha sido un cuarzo muy especial. No por tener funciones muy sofisticadas, sino por la composición de su movimiento, qaue se mueve a una velocidad mucho más rápida que un cuarzo normal.
Os hablo del Bulova Precisionist Claremont, de dial marrón. Un reloj del que ya se ha hablado por aqui.
Lo encuentro un reloj muy elegante, y que tiene algunas características especiales.
Ese movimiento ultra-rápido le da una precisión extrema (Bulova dice que tiene una oscilación de 10 segundos/año, aunque yo dudo que sea tan exacto, ya os lo contaré). Por otro lado, también hace que la aguja segundera se mueva de modo contínuo, casi hipnótico. Mucho más suavemente que -por supuesto- cualquier otro cuarzo, pero también que un automático.
Otra particularidad es su dial, en varios niveles, y que tiene unos brillos que también cambian continuamente. El mío es de color marrón (también lo hay en negro). lo que también lo separa un poco de lo habitual. La luminova de las agujas sí que es realmente pobre.
Acabaría destacando su perfil curvo, que hace que sus 44 mm (una medida casi prohibitiva en mi muñeca de 16,5) se me hagan llevables.
Como habeis podido imaginar al leerme, estoy encantado con este reloj tan elegante. Creo que, calidad/precio, es una de las mejores compras que se pueden hacer ahora.