Se agradece la reflexión viniendo de alguien que observa todo este asunto desde cierta distancia, porque los que estamos metidos de lleno en ello, a veces, perdemos la perspectiva.
Respecto a lo que comentas de Rolex, es cierto que no es raro verlo acompañando a piezas de alta relojería en cualquier colección. El motivo es que Rolex ofrece piezas de mucha calidad, fiables y que puedes usar en cualquier ocasión (el mismo reloj lo puedes llevar puesto en una boda y al día siguiente en la playa). Si bien en la definición de AR no existe consenso, entre algunos de los máximos representantes de la AR sí que se puede encontrar consenso sobre la calidad de las piezas de Rolex. En la siguiente entrevista a Roger Smith, Kari Voutilainen, Laurent Ferrier y Philippe Dufour (nadie cuestiona su posición en lo más alto de la AR), dos de ellos (Smith y Ferrier) recomiendan Rolex como reloj por debajo de $10.000 (hablamos de 2014). Y aunque Philippe Dufour prefiere decantarse por Nomos (por buenos motivos), él es también poseedor de un Rolex GMT.
https://www.hodinkee.com/articles/t...ur-what-watch-theyd-recommend-for-under-10000
Ahora te daré mi opinión como usuario de AR (sobre todo en el pasado). Durante un tiempo tuve como objetivo conseguir este tipo de piezas, iniciando una escalada que acabó con la compra de un Greubel Forsey. Llegado a este punto me plantee la conveniencia de continuar con esta afición. ¿Realmente valía la pena seguir ese camino? Está claro que para muchos sí, pero a mí me pareció que era mejor parar porque siempre hay algo más arriba y no tenía sentido seguir comprando piezas que realmente no me ponía. Así que me decidí parar y quedarme sólo con las piezas que sí utilizaba. Por ejemplo, vendí un Royal Oak porque su nivel de resistencia al agua no me parecía suficiente para estar tranquilo. Soy de los que se llevan el Nautilus a la playa o salta al mar desde la cubierta de un barco con él puesto, sin mayor problema. Uso muy poco - sobre todo desde el inicio de la pandemia - los relojes de vestir. En parte porque, hasta hace un año, vivía en un sitio cálido, y el uso de una correa de cuero durante 6 meses al año no era recomendable.
Cuento todo esto porque, lo que quiero decir es que Rolex (actualmente tengo dos) me ofrece la posibilidad de disfrutar de esta afición sin demasiadas preocupaciones. De todas formas - para mí - Rolex no es la única opción, de hecho, hace tres días me compré un Tudor por los siguientes motivos: es cerámico (no se raya), es sumergible (no me lo tengo que quitar cuando me duche o vaya a la playa), es antimagnético (no me preocupa ponerlo encima del portátil para el control de rayos-X en el aeropuerto), tiene el calibre visto (me gusta mirarlo de vez en cuando aunque no sea AR) y no es demasiado caro (si lo pierdo o se rompe no me voy a estar acordando de él el resto de mi vida). Por estos motivos puedo darle un uso intensivo a un Rolex (también me valdría un Tudor o un Nomos, por citar dos ejemplos), lo que hace que lo disfrute más que otras piezas mas delicadas y sobre todo más caras.
Dicho todo esto, tengo que confesar que escribo estas líneas desde un hotel de París, a donde he venido a visitar una boutique de cierta manufactura para recoger una pieza de edición limitada que, según me han asegurado, es la última que queda disponible en el mundo. Parece que esto no se cura del todo, ni con Rolex.