rmrelojes
Mr. Tiranio
Sin verificar
Agazapados.
Furtivos, acechantes, elegimos nuestra nueva pieza. Un nuevo trofeo que adorne nuestra colección. En ella asoman otros trofeos que en su momento, como esta nueva pieza, llenaron nuestro tiempo y nuestras ansias de caza.
Nos escondemos, procuramos no llamar la atención, no dejamos pistas que puedan hacer seguir a otro cazador nuestros pasos.
Revisamos inquietos estadísticas de otras cazas... Sentimos que la pieza puede ser nuestra.
Planificamos una y mil estrategias, imposibles unas, ingenuas otras, las más de las veces descabelladas, para engañar a nuestras jefas de partida sobre el precio de la caza o la presencia de un nuevo trofeo
Interrumpimos comidas, reuniones, sueño, con las alarmas que indican que el final de la caza se acerca.
Inquietos, en tensión, acechamos los últimos minutos...
observamos a nuestro competidores, sopesamos nuestras posibilidades, nuestros medios, revisamos el correcto funcionamiento de nuestros equipos y... cazamos!
A veces, las más, la pieza escapa por nuestra falta de recursos o, simplemente, por la mala suerte.
Otras veces, la fortuna nos acompaña y descubrimos que nuestro click de raton nos ha conseguido una nueva pieza, un nuevo reloj que formará parte de nuestra colección.
Pero nuestro instinto de cazador furtivo no se ha saciado... pronto volveremos a indagar, a buscar, a acechar nuevas piezas...
Yo me siento así, a veces.
Y quería compartirlo con vosotros
Saludos
Raúl
Furtivos, acechantes, elegimos nuestra nueva pieza. Un nuevo trofeo que adorne nuestra colección. En ella asoman otros trofeos que en su momento, como esta nueva pieza, llenaron nuestro tiempo y nuestras ansias de caza.
Nos escondemos, procuramos no llamar la atención, no dejamos pistas que puedan hacer seguir a otro cazador nuestros pasos.
Revisamos inquietos estadísticas de otras cazas... Sentimos que la pieza puede ser nuestra.
Planificamos una y mil estrategias, imposibles unas, ingenuas otras, las más de las veces descabelladas, para engañar a nuestras jefas de partida sobre el precio de la caza o la presencia de un nuevo trofeo
Interrumpimos comidas, reuniones, sueño, con las alarmas que indican que el final de la caza se acerca.
Inquietos, en tensión, acechamos los últimos minutos...
observamos a nuestro competidores, sopesamos nuestras posibilidades, nuestros medios, revisamos el correcto funcionamiento de nuestros equipos y... cazamos!
A veces, las más, la pieza escapa por nuestra falta de recursos o, simplemente, por la mala suerte.
Otras veces, la fortuna nos acompaña y descubrimos que nuestro click de raton nos ha conseguido una nueva pieza, un nuevo reloj que formará parte de nuestra colección.
Pero nuestro instinto de cazador furtivo no se ha saciado... pronto volveremos a indagar, a buscar, a acechar nuevas piezas...
Yo me siento así, a veces.
Y quería compartirlo con vosotros
Saludos
Raúl