odoroxedal
Forer@ Senior
Sin verificar
Pues como reza el título del hilo, cumplo un modesto hito: 500 mensajes en este fantástico foro. Una cifra humilde para cualquier forero con pedigrí, pero significativa para alguien que no suele participar apenas en redes sociales, y que prefiere leer y aprender antes que escribir de lo que no sabe.
Es esa relevancia personal la que me lleva a celebrarlo mostrándoos mi caja y contaros brevemente el por qué de cada pieza. Me voy a limitar a mis relojes de pulsera, omito alguno de bolsillo que hay por ahí y alguna otra trapallada.
Comencemos con una foto de familia (ya advierto que no soy ningún experto en fotografía):
Veamos el curriculum de cada pieza.
1) El primero es un Certina DS de cuarzo, un modelo de los años 90 que perteneció a mi abuelo paterno. Un reloj de caballero, pequeñito, de 34 mm, con un brazalete integrado (mira por dónde mi abuelo volvería a ir a la moda), y con una elegancia sencilla. Como era él mismo: un caballero sin estridencias.
2) Vistas las herencias, pasemos a los míos, no sin antes confesar, con cierto rubor, que no conservo ningún reloj de mi infancia ni juventud. Siempre he usado reloj; pero al mismo tiempo siempre lo he visto como una herramienta, y por diversos avatares ninguno ha sobrevivido. Tuve el mítico Casio F91W (regalo de mi comunión) durante mi infancia y adolescencia, y durante muchíiisimos años (yo creo que casi 20) tuve un Lotus de acero y esfera azul, regalo de un familiar. Tanto lo quise que, de tanto amor, se rompió hará unos seis años (vamos, rompió un pasador, fue para el suelo y dejó de andar). Al verlo como herramienta, no pensé en repararlo... a reloj muerto, reloj puesto.
En ese entonces (2019), con un dinero que me dio mi abuela por mi cumpleaños, me fui a un segunda mano a buscar un sustituto. Sin idea ninguna de relojes, inconsciente de mí, me gustó este, y se vino para mi muñeca:
Este Armani AR11175R he de decir que "liga" mucho, y me lo han piropeado de vez en cuando. No por ser reloj de moda creo que tenga que ser un mal reloj, más teniendo en cuenta lo poco que costó. Y si bien hoy no lo compraría, siendo un regalo de mi abuela, tiene todos los intangibles que necesita para seguir en mi caja.
3) El tiempo pasó, e interesándome un poco por vestir algo mejor, me di cuenta que me vendría bien un reloj de tonos negros para combinar con ciertos autendos. Entró entonces un cronógrafo Kronos KLC 10 (el mítico que regalaba la Caixa). Recientemente lo he vendido, pero fue el culpable de empezar a investigar sobre relojes (la marca no me sonaba de nada) y de conocer este foro. A partir de ahí, el bicho me picó.
E investigando, investigando, empecé a ver una cantidad brutal de relojes que me hacían ojitos. No queriendo gastar tampoco muchísimo, me fijé en una marca que hacía piezas con un regusto vintage que me pareció cautivador. Así llegó este Zeppelin 100 Aniversario:
4) Dispuesto a no repetir viejos errores, al poco decidí que era menester hacerse con un reloj para las cafradas: bricolaje, senderismo, aeropuertos y demás selvas. Casio es el rey en estas lides, así que para casa se vino este Casio AQ-S800W-1BVEF:
Este reloj lo tenía también José Antonio, del canal de Youtube Big Beng Theory; un tipo de lo mejor en relojería en Youtube, y que lamentablemente nos dejó el año pasado. Además, es el que me acompaña habitualmente cuando viajo. Así que tiene intangibles a patadas. Y además es bonito, el condenado.
5) Llegaba ya el momento de meterse en el mundo de los automáticos. Tenía ganas de un reloj de estética Bauhaus, pero las cantidades de los Max Bill o Nomos se me hacían todavía prohibitivas (iluso de mí). Así que el escogido fue este Sternglass Naos Automatik: el preferido de mi chica:
6) Ahora sí ya me sentía preparado para la caza mayor. Con cierto nosequé en el estómago (sabía que esto ya se estaba saliendo de madre), y una espera autoimpuesta de meses (para cerciorarme de que no era un capricho sin más... que da igual, sí lo es), me fui a por el reloj de una de mis películas favoritas: el Hamilton Murph (38mm):
Madre mía. No me puede gustar más. Si fuera rico me lo compraría dos veces, uno con correa y otro con brazalete, porque de todas las maneras me gusta. Hasta me lo llevé al reestreno en cines de Interstellar (creo que ahí mi moza ya se empezó a preocupar con mi síndrome).
7) Se suele decir que en toda colección tiene que haber al menos un diver. Me cuesta horrores meterme en el mar, siempre me parece que está frío (vivo en Galicia). Y no buceo, que se me caen las lentillas. Así que, con estas premisas, queriendo algo económico, para no sentirme muy mal después del dispendio del Murph, el elegido fue el diver de oficina de Seiko: el Seiko 5 SRPD55K1:
Que ya sé, que 100 metros, que corona a presión... Pero es que mis relojes tienen hidrofobia, y estéticamente me alucina. Y además, la Serie 5 es historia de la relojería. Por lo que significa, por ser los relojes para la gente común. Y por eso mismo, sale un montón.
8) Uno de los motivos por los que me aficioné a la relojería fue por llevar la contraria a la tendencia de los relojes inteligentes y a la obsolescencia programada. Quería algún vintage que demostrase que estos cacharros no tienen un chip para estropearse después de dar la hora un par de años. Y además quería una pieza que se saliera un poco de lo habitual. Vamos, que me reafirmara en el frikismo relojero. Ahí entró este Raketa 24h:
9) Y por fin, llegó el momento del Grial. Mi padre cuenta que mi abuelo, antes del Certina, tuvo un reloj mecánico, su reloj de toda la vida, y cree que era un Longines. Por alguna razón, Longines siempre estaba en mi mente como el hito a aspirar. Pues a ello me puse, un tiempo de ahorro, y a por el Legend Diver 39mm (sí, al final cayó el reloj con el que jamás me meteré en la fosa de las Marianas):
No os voy a decir nada que no sepáis. Es un sueño muñequil.
10) Y llega el final. Y como el círculo tiene connotación de perfección en muchos ámbitos, quería cerrar (por ahora) la colección volviendo a los orígenes. A un reloj parecido a aquel que me acompañó durante toda mi juventud, y que tantos momentos narrables e inenarrables presenció. A él no lo podía recuperar, pero podía incorporar algo que me acercara a él. Fue en ese momento que vendí el Kronos, a un amable compañero del foro, e incorporé este Lotus 18847/2:
¿Un Lotus? ¿En serio?
Pues sí. Porque es el reloj de mi juventud y de la juventud de muchos. Porque es una marca española. Porque estéticamente, con ese aire Royalokero, pero sin caer en la copia descarada, es chulo de narices. Porque la esfera tiene un azul tremendo, y ya me empezaba a preocupar el exceso de esferas negras en mi colección. Y porque esta afición no entiende de razones lógicas, sino de sentimientos. Y yo sentía que quería un reloj así.
¿Paz relojera? Por ahora sí. Habréis visto que la caja es de 12, pero por ahora 10 me parece una cifra manejable. Ya sé, no soy ingenuo, que nunca digas nunca jamás. Pero por ahora tengo lo que necesito y me hace feliz, y aún toca la parte de empezar a jugar con correas. El mañana ya traerá sus propias cuitas.
Y hasta aquí. Si habéis llegado hasta el final, gracias por aguantar todo el tostón. Y gracias al foro por ser un increíble espacio de encuentro y aprendizaje. ¡Larga vida!
Un saludo, compañeros y compañeras.
Es esa relevancia personal la que me lleva a celebrarlo mostrándoos mi caja y contaros brevemente el por qué de cada pieza. Me voy a limitar a mis relojes de pulsera, omito alguno de bolsillo que hay por ahí y alguna otra trapallada.
Comencemos con una foto de familia (ya advierto que no soy ningún experto en fotografía):
Veamos el curriculum de cada pieza.
1) El primero es un Certina DS de cuarzo, un modelo de los años 90 que perteneció a mi abuelo paterno. Un reloj de caballero, pequeñito, de 34 mm, con un brazalete integrado (mira por dónde mi abuelo volvería a ir a la moda), y con una elegancia sencilla. Como era él mismo: un caballero sin estridencias.
2) Vistas las herencias, pasemos a los míos, no sin antes confesar, con cierto rubor, que no conservo ningún reloj de mi infancia ni juventud. Siempre he usado reloj; pero al mismo tiempo siempre lo he visto como una herramienta, y por diversos avatares ninguno ha sobrevivido. Tuve el mítico Casio F91W (regalo de mi comunión) durante mi infancia y adolescencia, y durante muchíiisimos años (yo creo que casi 20) tuve un Lotus de acero y esfera azul, regalo de un familiar. Tanto lo quise que, de tanto amor, se rompió hará unos seis años (vamos, rompió un pasador, fue para el suelo y dejó de andar). Al verlo como herramienta, no pensé en repararlo... a reloj muerto, reloj puesto.
En ese entonces (2019), con un dinero que me dio mi abuela por mi cumpleaños, me fui a un segunda mano a buscar un sustituto. Sin idea ninguna de relojes, inconsciente de mí, me gustó este, y se vino para mi muñeca:
Este Armani AR11175R he de decir que "liga" mucho, y me lo han piropeado de vez en cuando. No por ser reloj de moda creo que tenga que ser un mal reloj, más teniendo en cuenta lo poco que costó. Y si bien hoy no lo compraría, siendo un regalo de mi abuela, tiene todos los intangibles que necesita para seguir en mi caja.
3) El tiempo pasó, e interesándome un poco por vestir algo mejor, me di cuenta que me vendría bien un reloj de tonos negros para combinar con ciertos autendos. Entró entonces un cronógrafo Kronos KLC 10 (el mítico que regalaba la Caixa). Recientemente lo he vendido, pero fue el culpable de empezar a investigar sobre relojes (la marca no me sonaba de nada) y de conocer este foro. A partir de ahí, el bicho me picó.
E investigando, investigando, empecé a ver una cantidad brutal de relojes que me hacían ojitos. No queriendo gastar tampoco muchísimo, me fijé en una marca que hacía piezas con un regusto vintage que me pareció cautivador. Así llegó este Zeppelin 100 Aniversario:
4) Dispuesto a no repetir viejos errores, al poco decidí que era menester hacerse con un reloj para las cafradas: bricolaje, senderismo, aeropuertos y demás selvas. Casio es el rey en estas lides, así que para casa se vino este Casio AQ-S800W-1BVEF:
Este reloj lo tenía también José Antonio, del canal de Youtube Big Beng Theory; un tipo de lo mejor en relojería en Youtube, y que lamentablemente nos dejó el año pasado. Además, es el que me acompaña habitualmente cuando viajo. Así que tiene intangibles a patadas. Y además es bonito, el condenado.
5) Llegaba ya el momento de meterse en el mundo de los automáticos. Tenía ganas de un reloj de estética Bauhaus, pero las cantidades de los Max Bill o Nomos se me hacían todavía prohibitivas (iluso de mí). Así que el escogido fue este Sternglass Naos Automatik: el preferido de mi chica:
6) Ahora sí ya me sentía preparado para la caza mayor. Con cierto nosequé en el estómago (sabía que esto ya se estaba saliendo de madre), y una espera autoimpuesta de meses (para cerciorarme de que no era un capricho sin más... que da igual, sí lo es), me fui a por el reloj de una de mis películas favoritas: el Hamilton Murph (38mm):
Madre mía. No me puede gustar más. Si fuera rico me lo compraría dos veces, uno con correa y otro con brazalete, porque de todas las maneras me gusta. Hasta me lo llevé al reestreno en cines de Interstellar (creo que ahí mi moza ya se empezó a preocupar con mi síndrome).
7) Se suele decir que en toda colección tiene que haber al menos un diver. Me cuesta horrores meterme en el mar, siempre me parece que está frío (vivo en Galicia). Y no buceo, que se me caen las lentillas. Así que, con estas premisas, queriendo algo económico, para no sentirme muy mal después del dispendio del Murph, el elegido fue el diver de oficina de Seiko: el Seiko 5 SRPD55K1:
Que ya sé, que 100 metros, que corona a presión... Pero es que mis relojes tienen hidrofobia, y estéticamente me alucina. Y además, la Serie 5 es historia de la relojería. Por lo que significa, por ser los relojes para la gente común. Y por eso mismo, sale un montón.
8) Uno de los motivos por los que me aficioné a la relojería fue por llevar la contraria a la tendencia de los relojes inteligentes y a la obsolescencia programada. Quería algún vintage que demostrase que estos cacharros no tienen un chip para estropearse después de dar la hora un par de años. Y además quería una pieza que se saliera un poco de lo habitual. Vamos, que me reafirmara en el frikismo relojero. Ahí entró este Raketa 24h:
9) Y por fin, llegó el momento del Grial. Mi padre cuenta que mi abuelo, antes del Certina, tuvo un reloj mecánico, su reloj de toda la vida, y cree que era un Longines. Por alguna razón, Longines siempre estaba en mi mente como el hito a aspirar. Pues a ello me puse, un tiempo de ahorro, y a por el Legend Diver 39mm (sí, al final cayó el reloj con el que jamás me meteré en la fosa de las Marianas):
No os voy a decir nada que no sepáis. Es un sueño muñequil.
10) Y llega el final. Y como el círculo tiene connotación de perfección en muchos ámbitos, quería cerrar (por ahora) la colección volviendo a los orígenes. A un reloj parecido a aquel que me acompañó durante toda mi juventud, y que tantos momentos narrables e inenarrables presenció. A él no lo podía recuperar, pero podía incorporar algo que me acercara a él. Fue en ese momento que vendí el Kronos, a un amable compañero del foro, e incorporé este Lotus 18847/2:
¿Un Lotus? ¿En serio?
Pues sí. Porque es el reloj de mi juventud y de la juventud de muchos. Porque es una marca española. Porque estéticamente, con ese aire Royalokero, pero sin caer en la copia descarada, es chulo de narices. Porque la esfera tiene un azul tremendo, y ya me empezaba a preocupar el exceso de esferas negras en mi colección. Y porque esta afición no entiende de razones lógicas, sino de sentimientos. Y yo sentía que quería un reloj así.
¿Paz relojera? Por ahora sí. Habréis visto que la caja es de 12, pero por ahora 10 me parece una cifra manejable. Ya sé, no soy ingenuo, que nunca digas nunca jamás. Pero por ahora tengo lo que necesito y me hace feliz, y aún toca la parte de empezar a jugar con correas. El mañana ya traerá sus propias cuitas.
Y hasta aquí. Si habéis llegado hasta el final, gracias por aguantar todo el tostón. Y gracias al foro por ser un increíble espacio de encuentro y aprendizaje. ¡Larga vida!
Un saludo, compañeros y compañeras.
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