Creo que el calibre es muy muy especial: solo 50 piezas, ensamblado totalmente robotizado, un solo tornillo (creo recordar)... Vamos, que ningún relojero tiene ni piezas ni conocimiento para hacerlo, y, sobre todo, es que el calibre no se deja tocar. Quizá, como absoluta innovación en materia horológica, sí tiene interés. Pero yo coincido con la mayoría: para quien tiene muchos relojes y le sobra el dinero, como curiosidad puede estar bien. Pero para la clase media relojera, y, que como yo, tiene gustos más o menos tradicionales, es una curiosidad muy cara. Además de una pequeña mentira, añado, porque no acabo de ver qué tiene que ver ese reloj con Blancpain (su tradición, su estilo, su calidad...), salvo el nombre que le ponen.