Pues creo que hay, como mínimo, dos tipos de personas que usan falsificaciones siendo conscientes de ello:
- Las que lo hacen por aparentar lo que no son
- Los que lo hacen por cualquier otro motivo, a saber:
- Tienen el original y lo quieren preservar o tienen miedo de salir con piezas tan caras a la calle
- Les gusta el original pero no llegan a él y, en todo caso, no alardean de una pieza falsa
De los primeros poco cabe decir. Allá cada cual con su forma de ser. Poco (bueno) dice una persona de sí misma si pretende hacer
ver al mundo lo interesante que es llevando un reloj falso, lo cual es extensible a bolsos, gafas, ropa, o cualquier otro artículo susceptible de ser enseñado y cuya marca de cierto estatus.
Los segundos pues, depende. Entiendo, a medias, al que quiere preservar el original en su cajón, pero no le encuentro satisfacción alguna al hecho de tener una pieza digna de ser vestida, guardada para protegerla. Yo me voy a hacer ahora con una pieza de 2000€, que será mi primer reloj verdaderamente caro. Siento pavor sacarlo a la calle (el más caro que tengo ahora no llega a 400), pero ni se me pasa por la cabeza buscar una falsificación para que el original perviva. O lo disfruto en la muñeca o no me lo compro.
Los que se los compran por eso del
quiero y no puedo , pues allá ellos. Dudo que tengan una verdadera pasión relojera. Es llevando un homenaje y me siento
raro , no quiero imaginar lo que sería llevar una falsificación siendo consciente de que lo es. Me cuesta, no obstante, imaginar que no haya, también en este caso, cierto interés en mostrar al mundo cierto nivel de estatus. Porque, haciendo una analogía muy bestia, yo, que tengo un Alfa Romeo 156 del 2003, no me planteo tunearlo (si se pudiera) para que sea idéntico al hermoso y precioso Giulia. ¿De verdad me provocaría una satisfacción? ¿Genera placer engañarnos a nosotros mismos? Me cuesta imaginarlo, igual que me cuesta imaginar que, en el fondo, sí que se quiere enseñar al resto lo que tenemos, pese a que, en realidad, somos conscientes de que es una mentira.
Dicho lo anterior, dudo mucho, muchísimo, que nadie con un mínimo de amor por los relojes vista una falsificación sin que le arda la sangre por dentro. Lo cual me lleva a inferir, necesariamente, que si lo hace es porque, en el fondo, se quiere aparentar lo que no se es.
Saludos
😉