Vale, sí, es una broma, pero... ¡maldita sea, es verdad! Llega esta época y miras los relojes que tienes y no te gusta ninguno! Te entran ganas de estrenar, de probar cosas nuevas, de gastar, e incluso de ponerle una correa croco a un Seiko Monster!!! ¿Qué hacer? Pues no lo sé. Se pueden aplacar levemente estos instintos por medio del sexo desenfrenado, pero eso no soluciona el problema a la larga. Lo que suele ser eficaz en estos casos es darse una vuelta por Uhren y dar dos besos a Corina después de hacerse con alguna pieza guapa. Eso mitiga bastante la CRI durante dos o tres meses. Ya sé que no es una cura definitiva, pero nadie nos dijo que esto fuera fácil de sobrellevar...