enriqueescoms
Milpostista
Sin verificar
Pronto hará cuatro años desde que se instaló en mi muñeca (de manera casi permanente) un reloj que venía a conmemorar el nacimiento de mi primer hijo. Un tudor BB58 azul. Modelo que apenas acababa de salir al mercado, para mayor inri. Luego, dos años más tarde, vino la niña. Pero no se despertó en mí ya la necesidad de volver a representar la nueva llegada con otro reloj significativo.
Ha pasado el tiempo y no he padecido CRI alguna, por más que quiera. Relojes que me gusten hay. Que me traigan loco, no. Ya sea por lo disparatado de los precios, ya sea por otra razón. Así que, de momento, vivo en la tranquilidad de poder "disfrutar de vuestros relojes" sin sufrir ninguna enfermedad relojera. Ya veremos si este hilo viene a significar justo lo contrario de lo que vengo a proclamar
Aquí foto del, seguramente, culpable de todo esto:
Ha pasado el tiempo y no he padecido CRI alguna, por más que quiera. Relojes que me gusten hay. Que me traigan loco, no. Ya sea por lo disparatado de los precios, ya sea por otra razón. Así que, de momento, vivo en la tranquilidad de poder "disfrutar de vuestros relojes" sin sufrir ninguna enfermedad relojera. Ya veremos si este hilo viene a significar justo lo contrario de lo que vengo a proclamar
Aquí foto del, seguramente, culpable de todo esto:
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