Goldoff
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A mediados del siglo XX, durante la época dorada de las competiciones de cronómetros de observatorio, apareció un movimiento que eclipsó a todos los demás: el Calibre 135-O, caracterizado por un enorme volante que obligaba a modificar la arquitectura del calibre desplazando la rueda de centro.
Desarrollado a partir de 1945 por Ephrem Jobin, se fabricó desde 1949 hasta 1962 en dos versiones distintas: una variante comercial y una segunda versión producida exclusivamente para participar en los concursos de cronometría de los observatorios de Neuchâtel, Ginebra, Kew Teddington y Besançon. Estos movimientos "O", que nunca se comercializaron ni se encajaron en relojes de pulsera o de bolsillo, fueron sometidos a pruebas tan exhaustivas como cambios drásticos de temperaturas, golpes y funcionamiento en 6 posiciones diferentes. Superadas éstas, seguian ofreciendo un rendimiento de cronometraje óptimo con variaciones mínimas en la marcha. Con más de 230 premios de cronometría, el Calibre 135-O es el más premiado de todos los calibres de cronómetro de observación en la historia de la relojería.
Diez de esos calibres, que permanecían en Zenith, han sido los elegidos para que Kari Voutilainen los restaure, decore y afine. Los 10 movimientos pertenecen a los años "ganadores en serie" de 1950 a 1954, cuando el 135-O ganó el concurso 5 años seguidos. Todos ellos habían sido regulados por los célebres cronometradores de Zenith Charles Fleck & René Gygax, algo así como pilotos de Fórmula 1 que manejaban esas máquinas extraordinarias. Como máquinas de competición que eran no se les había hecho ninguna concesión estética, así que cuando llegó la hora de vestirlas de gala (por fuera y por dentro) el nombre elegido no podía ser otro que el de Kari Voutilainen, el relojero total. Por primera vez en la historia del Calibre 135 y, especialmente, en la versión "O", el movimiento de cronómetro de observatorio será visible a través de un fondo de zafiro, con una decoración y un acabado impecables llevados a cabo por el maestro relojero.
la Edición Limitada Observatoire recibe inspiración de varias referencias de los años 50: la caja redonda de platino de 38 mm presenta unas asas afiladas que encajan bajo el bisel, así como una corona dentada de gran tamaño marcada con la estrella de Zenith. La esfera ligeramente abombada es de plata esterlina, ha sido producida y decorada en los talleres Comblémine, del propio Voutilainen, y combina un motivo guilloché con otro de escamas de pez. Está firmada "Neuchâtel" en la parte inferior, ya que tanto Zenith como Kari Voutilainen y el histórico Observatorio donde el Calibre 135-O compitió y ganó tienen su sede en el cantón de Neuchâtel. El contador de segundos de gran tamaño a las 6 lleva inscrito el número de serie del movimiento.
Sólo diez unidades, y sólo adquiribles a través de Phillips (con quien colabora Aurel Bachs), que fue quien puso la idea sobre la mesa y que será quien los venda al precio de 132.900 francos suizos.
Nota final ¿sabías que la frecuencia del 135-0 es de tan solo 18.000 alternancias por hora? La mitad que los Ultra-Chron...
Desarrollado a partir de 1945 por Ephrem Jobin, se fabricó desde 1949 hasta 1962 en dos versiones distintas: una variante comercial y una segunda versión producida exclusivamente para participar en los concursos de cronometría de los observatorios de Neuchâtel, Ginebra, Kew Teddington y Besançon. Estos movimientos "O", que nunca se comercializaron ni se encajaron en relojes de pulsera o de bolsillo, fueron sometidos a pruebas tan exhaustivas como cambios drásticos de temperaturas, golpes y funcionamiento en 6 posiciones diferentes. Superadas éstas, seguian ofreciendo un rendimiento de cronometraje óptimo con variaciones mínimas en la marcha. Con más de 230 premios de cronometría, el Calibre 135-O es el más premiado de todos los calibres de cronómetro de observación en la historia de la relojería.
Diez de esos calibres, que permanecían en Zenith, han sido los elegidos para que Kari Voutilainen los restaure, decore y afine. Los 10 movimientos pertenecen a los años "ganadores en serie" de 1950 a 1954, cuando el 135-O ganó el concurso 5 años seguidos. Todos ellos habían sido regulados por los célebres cronometradores de Zenith Charles Fleck & René Gygax, algo así como pilotos de Fórmula 1 que manejaban esas máquinas extraordinarias. Como máquinas de competición que eran no se les había hecho ninguna concesión estética, así que cuando llegó la hora de vestirlas de gala (por fuera y por dentro) el nombre elegido no podía ser otro que el de Kari Voutilainen, el relojero total. Por primera vez en la historia del Calibre 135 y, especialmente, en la versión "O", el movimiento de cronómetro de observatorio será visible a través de un fondo de zafiro, con una decoración y un acabado impecables llevados a cabo por el maestro relojero.
la Edición Limitada Observatoire recibe inspiración de varias referencias de los años 50: la caja redonda de platino de 38 mm presenta unas asas afiladas que encajan bajo el bisel, así como una corona dentada de gran tamaño marcada con la estrella de Zenith. La esfera ligeramente abombada es de plata esterlina, ha sido producida y decorada en los talleres Comblémine, del propio Voutilainen, y combina un motivo guilloché con otro de escamas de pez. Está firmada "Neuchâtel" en la parte inferior, ya que tanto Zenith como Kari Voutilainen y el histórico Observatorio donde el Calibre 135-O compitió y ganó tienen su sede en el cantón de Neuchâtel. El contador de segundos de gran tamaño a las 6 lleva inscrito el número de serie del movimiento.
Sólo diez unidades, y sólo adquiribles a través de Phillips (con quien colabora Aurel Bachs), que fue quien puso la idea sobre la mesa y que será quien los venda al precio de 132.900 francos suizos.
Nota final ¿sabías que la frecuencia del 135-0 es de tan solo 18.000 alternancias por hora? La mitad que los Ultra-Chron...