A
Alejandro Gerardo
Milpostista
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Je, hay que ver lo que se podía comprar entonces. Y sí, aquello a veces era un timo auténtico. El que compraba se jugaba poco -todo era barato- y el que vendía llevaba al comprador productos de muy básico nivel. Recuerdo ir a la oficina de correos pues un amigo había comprado una pistola de fogueo para ahuyentar ladrones (así lo vendía la página). Cuando recogió el paquete (pequeñísimo, superligero) sus dos amigos, otro conmigo, ya empezamos el deshueve, y cuando lo abrió, llorábamos los tres de risa: Era un llavero con una pistolilla de tres o cuatro centímetros que eso sí hacía un ruido infernal por un pistoncillo de fulminato de mercurio, que se usa para iniciar la explosión de la trilita. Luego se prohibió ese explosivo para el público. Pero, reir... ¡Vaya panzada a reir! (Me estoy "riendo encima" ahora, y eso fue sobre 1.975...)
Entonces empezaban los relojes de cuarzo. Una imagen amplia de caja, y una ventanilla ridícula en la que había un solo indicador de cuatro dígitos, que con un pulsador permitía pasar de horas y minutos a segundos. ¡que chungo! Ja, ja...
Bueno, hay que ver que las páginas de venta -eran "muy interesantes"- ocupaban su espacio en el DDT, el Pulgarcito, o el TBO. Y también lo traían los mexicanos de la editorial Novaro (los de "La pequeña Lulú" y tal). O sea, no era solo en España.
Luego la cosa se hizo más seria hasta llegar a lo actual. Afortunadamente.
Entonces empezaban los relojes de cuarzo. Una imagen amplia de caja, y una ventanilla ridícula en la que había un solo indicador de cuatro dígitos, que con un pulsador permitía pasar de horas y minutos a segundos. ¡que chungo! Ja, ja...
Bueno, hay que ver que las páginas de venta -eran "muy interesantes"- ocupaban su espacio en el DDT, el Pulgarcito, o el TBO. Y también lo traían los mexicanos de la editorial Novaro (los de "La pequeña Lulú" y tal). O sea, no era solo en España.
Luego la cosa se hizo más seria hasta llegar a lo actual. Afortunadamente.
, amigo
