Pero hombre de dios, no sabes que esas cosas se prueban en el rincón más oscuro e inaccesible al que tengas acceso. Solo, totalmente solo y casi a oscuras como si fueras a celebrar un acto sacrílego.
Dejar entrar al

, en ese maravilloso momento de conocer, tocar, sobar y manosear por primera vez la pluma solo lleva a dos opciones.
1) La que te ha ocurrido a tí.
2) En el caso de que no guste, un comentario típico del tipo "¡Otrapluma!siesquenopuedeser,sisontodasiguales.Estosetienequeacabar."