Por supuesto que tu mandas Javier, al fin y al cabo esto es un espacio privado regulado y administrado por particulares, el que quiera que lo coja y el que no, que lo deje, esta consideración está por encima de todo lo demás.
Desde mi punto de vista totalmente particular, es una muy mala noticia, primero por lo que tiene de fracaso individual y colectivo tener que prohibir la opinión o el diálogo sobre temas públicos (nunca privados) como son La Religión y La política (no confundir con las creencias particulares y la ideologías propias), temás basicos en cualquier sociedad civilizada, y cuya expresión y desarrollo están reguladas y amparadas por las leyes, y que repito, pertenecen al ambito de lo público, asi están reguladas y formuladas, con su toda su implicación privada, anterior, simultanea y posterior.
Es mas interesante el análisis sociológico de la aceptación o negación que este tipo de medidas puedan llevar aparejadas, para mi es casi terrorifico sentir confort o alegrarme con una solución basada en la prohibición de las opiniones sobre temas publicos (perdon, van tres) aunque esta sea motivada por el fracaso y la dificultad que entraña perseguir ciertas conductas a nivel individual.
Bien es cierto que es de justicia apelar al cumplimiento de las normas si se desea, y que estas estan para cumplirse, por supuesto por todos sin excepción.
Desde luego está muy claro que dejar de hablar sobre algo, solo evita el conflicto, pero no soluciona el problema, al quedar este latente, al no tener válvula de escape dialéctica, regulada y controlada, solo queda como salida la somatización individual y colectiva, la negación/alienación inteléctual del problema (imposible), o la solución de ruptura expresada en otras formas mas traumáticas.
Solo desde el punto de la buena educación én las relaciones sociales con desconocidos, es posible establecer una (generalmente y deseable) autocensura sobre los temas en cuestión, aunque para ser completos en ellos habría que añadir un tercer tema, el sexual, y sobre todo las apreciaciones personales ante las opiniones generales ajenas. Muchas veces olvidamos este tema y nos comunicamos (por particularidades del medio) como si solo hablaramos para las personas que conocemos y nos conocen, y que por tanto saben diferenciar los matices que hacen comprensibles ciertos estilos, posiblemente faltos de tacto, coloquiales, en la expresión escrita.
Tampoco es una solución (la de no hablar) que nos sea muy ajena, al fin y al cabo ha estado de moda durante muchos años, y cada vez esta mas de moda dentro de la sociedad española, cada vez es mas difícil hablar de ciertas cosas, cuando debería ser justamente lo contrario (esto es un muy mal asunto). El conflicto es tan natural como la naturaleza, esta progresa mediante conflictos, es mejor regularlos que evitarlos o rehuirlos.
Otro asunto es la imposibilidad de llevar a cabo lo propuesto, el hombre el un ser político y religioso, amén de cultural, esto impregna todo su devenir social y dialéctico, fuera de ello claro que hay temas, pero es muy dificil separar este todo, Política y Religión con mayusculas (no de la ideología propia o de las creencias particulares) la parte correspondiente a la implicaciones tangenciales con cualquier tema, por nimio que este sea.
En fin, quien quiera podrá seguir con lo que le interese, y quien no, tendrá que buscar otro espacio.
Saludos