Bryan Watches
Habitual
Sin verificar
¡Así fue! Hace unos pocos minutos (contándolos desde el momento en que publico este hilo), sin tener idea alguna de que esto sucedería ha llegado a mi aposento un nuevo guardián del tiempo.
Resulta, que por la ventana de mi casa que apunta hacia la calle, noté que modelaba por la acera la señora Madre de un gran amigo, el cual ahora reside en otra ciudad de mi país: Colombia, pero que desde hace muchos años ha sido mi vecino.
Al notar que la dama se detenía a saludarme, procedo a responderle con notoria cordialidad, mientras ello ocurría, alcancé a notar que traía en su mano izquierda un paquete marcado repetidamente con la palabra PRIME. Sí, no lo niego, dicho menester despertó parcialmente mi atención, pero jamás pensé que se trataría de un presente que se consignaría en las gabetas de mis haberes relojeros...
Posteriormente, y luego de compartir unas palabras al calor del sol que disparaba impío desde el cielo, me comenta que mi gran amigo le había pedido de manera comedida que me hiciera llegar dicho paquete. Algo anonadado e inmerso en la curiosidad por la situación, procedo a recibirlo para luego destaparlo, y me encuentro con la grata sorpresa de que era una cajita idéntica a la que me había llegado cuando compré el reloj Timex de Charlie Brown.
Abro la caja, apunto con la mirada hacia el objeto, y ¡Zas! Me encuentro con la imagen del mítico compañero del popularísimo Carlitos. Con la voz un poco titubeante por la alegría, por esa alegría que proviene de las sorpresas gratas, me adentro a agradecerle a la señora por el gesto de haberlo llevado hasta mi ventana, estrecho su mano con mi mano, y después de ello, una sonrisa mutua se dibuja en nuestras bocas para despedirnos.
Acto siguiente, tomo el teléfono móvil, busco el nombre de mi amigo, le marco, escucho como timbra, cuando de repente su voz envuelta en una carcajada es lo primero que se choca con mi oído. Nos saludamos, nos hacemos las preguntas de rutina, para luego de mi parte, pernoctar en sinceros agradecimientos por el gesto que tuvo conmigo...
Cabe resaltar, de que él me comentó mientras conversábamos, que decidió tener dicho detalle conmigo porque notaba que yo publicaba mucho fotos con el reloj de Charlie en mis redes sociales, motivo que lo impulsó a averiguar por su cuenta en amazon que variedades habían de dichos modelos hasta que se encontró con Snoopy, le agradó, y sin ser para nada un conocedor de relojes, se dispusó a realizar la compra.
Consciente de que me excedí en palabras, y disculpándome de antemano con quienes lean este surco de palabras, les comparto unas modestas imágenes del fiel compañero de Carlitos, para de esta forma, sentirme muy contento por haber logrado reunir a los más afamados integrantes de la pandilla de los Peanuts.
Que tengan un feliz resto de día, apreciados compañeros.
Resulta, que por la ventana de mi casa que apunta hacia la calle, noté que modelaba por la acera la señora Madre de un gran amigo, el cual ahora reside en otra ciudad de mi país: Colombia, pero que desde hace muchos años ha sido mi vecino.
Al notar que la dama se detenía a saludarme, procedo a responderle con notoria cordialidad, mientras ello ocurría, alcancé a notar que traía en su mano izquierda un paquete marcado repetidamente con la palabra PRIME. Sí, no lo niego, dicho menester despertó parcialmente mi atención, pero jamás pensé que se trataría de un presente que se consignaría en las gabetas de mis haberes relojeros...
Posteriormente, y luego de compartir unas palabras al calor del sol que disparaba impío desde el cielo, me comenta que mi gran amigo le había pedido de manera comedida que me hiciera llegar dicho paquete. Algo anonadado e inmerso en la curiosidad por la situación, procedo a recibirlo para luego destaparlo, y me encuentro con la grata sorpresa de que era una cajita idéntica a la que me había llegado cuando compré el reloj Timex de Charlie Brown.
Abro la caja, apunto con la mirada hacia el objeto, y ¡Zas! Me encuentro con la imagen del mítico compañero del popularísimo Carlitos. Con la voz un poco titubeante por la alegría, por esa alegría que proviene de las sorpresas gratas, me adentro a agradecerle a la señora por el gesto de haberlo llevado hasta mi ventana, estrecho su mano con mi mano, y después de ello, una sonrisa mutua se dibuja en nuestras bocas para despedirnos.
Acto siguiente, tomo el teléfono móvil, busco el nombre de mi amigo, le marco, escucho como timbra, cuando de repente su voz envuelta en una carcajada es lo primero que se choca con mi oído. Nos saludamos, nos hacemos las preguntas de rutina, para luego de mi parte, pernoctar en sinceros agradecimientos por el gesto que tuvo conmigo...
Cabe resaltar, de que él me comentó mientras conversábamos, que decidió tener dicho detalle conmigo porque notaba que yo publicaba mucho fotos con el reloj de Charlie en mis redes sociales, motivo que lo impulsó a averiguar por su cuenta en amazon que variedades habían de dichos modelos hasta que se encontró con Snoopy, le agradó, y sin ser para nada un conocedor de relojes, se dispusó a realizar la compra.
Consciente de que me excedí en palabras, y disculpándome de antemano con quienes lean este surco de palabras, les comparto unas modestas imágenes del fiel compañero de Carlitos, para de esta forma, sentirme muy contento por haber logrado reunir a los más afamados integrantes de la pandilla de los Peanuts.
Que tengan un feliz resto de día, apreciados compañeros.
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