La función de una corona roscada, como sabes, es ofrecer una doble garantía de estanqueidad, porque cuando se rosca presiona una junta adicional que garantiza un mayor hermetismo al agua.
¿Y no puede suceder que de tanto enroscar y desenroscar la corona, que presiona y quita presión a la junta, eso mismo no cause más desgaste a esa junta y en la propia rosca?
La tapa trasera se cierra y ahí queda cerradas hasta el siguiente mantenimiento cada bastantes años, por contra la corona en un mecánico tiene que desenroscarse a menudo para ponerlo en hora, bien sea por el desasjuste de la hora que tiene un mecánico -mucho mayor frente a un cuarzo-, o bien porque se ha parado al dejarlo sin moverlo durante x días (entiendo que con corona roscada se trata de un automático si es mecánico, porque no creo que uno de cuerda de reserva "normal" tenga mucho sentido con corona roscada, teniendo que dar cuerda cada 2-3 días).
En relojes sin corona, con botones (son relojes de cuarzo), veo resistencias de 200m sin que estén "roscados" (no se puede). Por contra con la corona (me refiero a coronas de verdad¹), incluso con 100m hay muchas roscadas y con 200 igual lo son todas o casi todas.
¹: Supongo que hay cuarzos de ciertas gamas que en lugar de coronas de verdad, como en un mecánico, engranados mecánicamente a las agujas, lo que hay es una corona no conectada a nada y unos sensores que detectan la rotación de la misma electrónicamente.
PD: Mi reloj principal es un cuarzo con corona roscada y 100m de resistencia al agua, y estoy cansado de la corona roscada, y eso que normalmente sólo desenrosco-enrosco dos veces al año, con el cambio de hora. En un mecánico sería un suplicio para mí. Y en los cuarzo pienso que la corona (al menos la de verdad) es un anacronismo: hay cuarzos con agujas (dial analógico) que sólo tienen botones, no hay corona, y pienso que eso es más resistente al agua, da menos averías, además de que la hora se ajusta mejor (con las coronas, a veces al meterla, desplazas un pelín las agujas, y toca reajustarlas y esperar otro minto para hacer otro intento a ver si sale bien).