Peterkien
Forer@ Senior
Sin verificar
Matando las horas acabo de ver en foros dignos de crédito (Fratello: espero que no se trate de una inocentada) que con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 Omega va a lanzar una edición especial de Speedmaster... que en realidad (auto-)plagia algunas de las ediciones limitadas anteriores, que habían alcanzado altísimas cotizaciones en el mercado de segunda mano.
Una foto que he encontrado es esta:
Está claro que los dos primeros son idénticos en su configuración a la edición especial Gemini IV
Y a la edición especial Apollo XI
Y que el cuarto es igualito al Apollo XV
Lo que desde luego puede resultar "mosqueante" para los sufridos propietarios de esas ediciones especiales.
Según leo, para más INRI el pack de los 5 relojes hay que comprarlo completo y de una "tacada" y sólo se podrá adquirir en Japón.
Alguno habrá que comprará el lote quizás para tener los de nueva configuración y venderá los otros a anhelantes buscadores de las ediciones especiales desde hace largo tiempo agotadas.
¿Debería Omega respetar sus propias ediciones limitadas en interés de sus compradores más fieles? ¿O sería mejor, para evitar tanta especulación de segunda mano, que de una vez vuelva a sacarlos todos a la venta sin limitaciones numéricas?
Me puedo imaginar que alguno que haya pagado una fortuna por el Speedy Tuesday o el Snoopy habrá empezado a temblar...
Una foto que he encontrado es esta:
Está claro que los dos primeros son idénticos en su configuración a la edición especial Gemini IV
Y a la edición especial Apollo XI
Y que el cuarto es igualito al Apollo XV
Lo que desde luego puede resultar "mosqueante" para los sufridos propietarios de esas ediciones especiales.
Según leo, para más INRI el pack de los 5 relojes hay que comprarlo completo y de una "tacada" y sólo se podrá adquirir en Japón.
Alguno habrá que comprará el lote quizás para tener los de nueva configuración y venderá los otros a anhelantes buscadores de las ediciones especiales desde hace largo tiempo agotadas.
¿Debería Omega respetar sus propias ediciones limitadas en interés de sus compradores más fieles? ¿O sería mejor, para evitar tanta especulación de segunda mano, que de una vez vuelva a sacarlos todos a la venta sin limitaciones numéricas?
Me puedo imaginar que alguno que haya pagado una fortuna por el Speedy Tuesday o el Snoopy habrá empezado a temblar...