P
PET
Habitual
Sin verificar
El sábado hemos quedado tres almas en pena por las calles de Santander. Los dos primeros, esto es, Manuel y un servidor, nos acercamos al mediodía a Presmanes a ver si nos alegraba el día. Los señores no llevan cámaras fotográficas, sino que se dejan fotografiar. Por eso no hay fotos.
Javier tenía la tienda con gente, pero nos enseñó unos hierros...AP RO en oro rosa que enamoró a Manuel (y a mi). El reloj era fantástico.
Nos probamos un Datograph perpetuo de la casa Lange, versión platino...
El master Tourbillon de JLC, Un Tourbillob de AP, otro de Frank Muller y nos mostró un Audemars Piguet colección Jules Audemars edición especialísima para Presmanes, que en la esfera llevaba impresa el nombre de la ciudad de Santander.
Describir esta colección es como intentar dibujar con palabras la Capilla Sixtina. El trato de Javier Presmanes fue sensacional, nos saludó igualmente D. Juan Pablo Presmanes. Todo amabilidad y confianza. Da gusto entrar a una relojería así y no es extraño que sea la número uno en España.
Luego se incorporó Herr Uhren, tomamos cervecita en café del mercado, un ligero pero sustancioso ágape en Arrabal 11, un cafetito en la terraza del Real y luego una última en la Plaza de José Antonio.
Hablamos de muchas cosas, nos reimos mucho, lo pasamos muy bien y aunque faltaron algunos de nuestros habituales anfitriones santanderinos, fue un placer atender a los hermanos de la secta.
Javier tenía la tienda con gente, pero nos enseñó unos hierros...AP RO en oro rosa que enamoró a Manuel (y a mi). El reloj era fantástico.
Nos probamos un Datograph perpetuo de la casa Lange, versión platino...
El master Tourbillon de JLC, Un Tourbillob de AP, otro de Frank Muller y nos mostró un Audemars Piguet colección Jules Audemars edición especialísima para Presmanes, que en la esfera llevaba impresa el nombre de la ciudad de Santander.
Describir esta colección es como intentar dibujar con palabras la Capilla Sixtina. El trato de Javier Presmanes fue sensacional, nos saludó igualmente D. Juan Pablo Presmanes. Todo amabilidad y confianza. Da gusto entrar a una relojería así y no es extraño que sea la número uno en España.
Luego se incorporó Herr Uhren, tomamos cervecita en café del mercado, un ligero pero sustancioso ágape en Arrabal 11, un cafetito en la terraza del Real y luego una última en la Plaza de José Antonio.
Hablamos de muchas cosas, nos reimos mucho, lo pasamos muy bien y aunque faltaron algunos de nuestros habituales anfitriones santanderinos, fue un placer atender a los hermanos de la secta.