Sigo a la espera de las fotos que me tiene que mandar Sellita para ilustrar el reportaje específico (antes de que se me olviden datos). Mientras tanto, añado imágenes del antes y el después.
El antes es el museo internacional de la relojería (MIH, Musée International d'Horlogerie), del que mis compañeros de viaje ya han dado cumplida cuenta, aunque todavía hay cosas por ver:
Como esta bestia ultracomplicada, capaz de indicar los movimientos de los planetas y de predecir los eclipses de sol, entre otras cosas
La búsqueda de la precisión era incesante ¿tal vez añadiendo un diapasón eléctrico a un péndulo "de carreras"?
La famosa danza de los planetas
Recordaréis el otro planetario que ya puse estando sobre el terreno, donde dije que traería la "pecera" completa
Pues es esta, con su zodiaco y todo:
Una vista cenital del taller, donde no sólo reparan/restauran sino que previamente investigan todos los artilugios de medición del tiempo que les llegan, ya que las donaciones son la principal fuente de aprovisionamiento del museo y muchas veces no hay documentación a la que referirse.
Mostré en el mensaje anterior la expo temporal sobre esmaltes. Este es uno delos ejemplos. El pájaro que corona el reloj (indicador de que trae sonería con fuelles y silbatos) está recubierto con plumas naturales.
Como continuidad de la foto que puso
@Albasit , aquí está el selfie resultante (¡rayos! no sabía que luzco tantas canas)
Día siguiente (después de una cena donde nos clavaron 10 eurazos por una botella de agua... y 5 por una jarra del grifo). Comentando la jugada durante el desayuno. "Déjame probar..."
Despidiéndonos de La Chaux de Fonds, rumbo a Crêt de Locle, sede de Sellita. Inevitables los relojes de pared en recepción
Como decía más arriba, dejaré lo de Sellita para más adelante. Sólo comentar los vecinos ilustres (inmortalizados también por
@jcreig )
Guía para visitantes:
La antigua estación de tren, literalmente a los pies de Sellita. La nueva, también.
Le he dado la vuelta a la foto para hacer legible las empresas -en realidad, parte de ellas- que conforman el conglomerado Sellita. Quedaos con las iniciales AMT (Advanced Mechanical Technology): dará que hablar en breve.
Un vista desde la sala de juntas / comedor en la que compartimos charla con Miguel García. Ese puntito blanco hacia la derecha es una señora paseando al perro...
Casi tan bueno como la conversación, el menú que nos ofrecieron en semejante atalaya:
Dejamos Sellita -pendiente de esas fotos- y tomamos camino a Basel. Un momento para agradecer a la gente de Oris, empezando por Rafa Picazo, responsable comercial para España, y terminando por Claudine Herzog-Gertiser, co-CEO, y su hijo Joel, el trato quasi-familiar dispensado, haciendo los transfers en sus propios vehículos.
el paisaje. No es un tópico, es así.
Omnipresente relojería
Y llegada a Basilea, sede de la boutique de Oris. En realidad de una de ellas, hay otra en Zurich.
El interior ha conservado algunos detalles originales de la casa
Somera presentación...
... ¡y a tocar relojes! Edición limitada Art Blackey. 1000 unidades
Después, un Campari en el Campari
No tomé fotos de la cena (aunque me consta que otros sí, a ver si se animan), y de momento lo dejo aquí porque el post no me admite más fotos. Queda -también- pendiente la visita a Hölstein