el Sinn 903 es la "gracia" que Ernest Schneider concedió a Helmut Sinn cuando el primero tomó las riendas de una Breitling en bancarrota (1979). Antes de esa fecha, Sinn había comprado los "restos del naufragio" (cajas, esferas, no sé si movimientos) del Navitimer, remarcó las esferas y los vendió bajo su propia marca.
Imagino que esa "concesión" se ha mantenido a través de los años, incluso cuando los dos protagonistas (Ernest Schneider y Helmut Sinn) dejaron sus cargos a sus sucesores: en el caso de Breitling a su hijo Theo, y en el caso de Sinn Lothar Schmidt, el actual propietario de la marca.
Una vez que Breitling fue comprada por el fondo de inversión CVC -sigue siendo una suposición por mi parte- ambas partes se habrán dado un tiempo prudencial para terminar esa vinculación.
Una de las joyas de mi pequeña corona
Ver el archivos adjunto 2662989