
luisito
De la casa
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Seguro, seguro, seguro, que la misma prosa y el mismo verso delicado que el de arribaEl reloj de arena- Francisco de Quevedo
¿Qué tienes que contar, reloj molesto, en un soplo de vida desdichada que se pasa tan presto? ¿En un camino que es una jornada breve y estrecha de este al otro polo, 5 siendo jornada que es un paso solo? Que si son mis trabajos y mis penas, no alcanzaras allá, si capaz vaso fueses de las arenas, en donde el alto mar detiene el paso. 10 Deja pasar las horas sin sentirlas, que no quiero medirlas, ni que me notifiques de esa suerte los términos forzosos de la muerte. No me hagas más guerra, 15 déjame y nombre de piadosa cobra, que harto tiempo me sobra para dormir debajo de la tierra. Pero si acaso por oficio tienes el contarme la vida, 20 presto descansarás, que los cuidados mal acondicionados que alimenta lloroso el corazón cuitado y lastimoso, y la llama atrevida 25 que amor, ¡triste de mí!, arde en mis venas (menos de sangre que de fuego llenas), no sólo me apresura la muerte pero abréviame el camino: pues con pie doloroso, 30 mísero peregrino, doy cercos a la negra sepultura. Bien sé que soy aliento fugitivo; ya sé, ya temo, ya también espero que he de ser polvo, como tú, si muero; 35 y que soy vidrio, como tú, si vivo.