Tus líneas rojas saltan más que las de Putin.
Y que las de la mayoría, supongo. Yo empecé con un límite de presupuesto que se fue ampliando generosamente, aunque llegó a una línea roja en la por suerte lleva muchos años y cada vez que miro el panorama, pienso que es muy acertada y así seguirá. Contra el vicio de pedir......
Lo demás, pienso que son cambios de gustos... cuando era joven me gustaban los cronos y los diver gordotes, ahora prefiero sobriedad. En fin, creo que, aparte del presupuesto, por motivos obvios, no hay que ponerse líneas, ni rojas ni amarillas... conducen a la melancolía por no poder rebasarlas o a la culpabilidad por haberlas rebasado. No te las pongas y serás feliz.